EDITORIAL
Obama, ¡Socialista!.
Ya en la recta final de unas curiosas elecciones en las que la mayoría no vota (otro triunfo del abstencionismo por falta de confianza) pues donde la voluntad del pueblo no es la que cuenta, toda vez que los EEUU convenientemente se manejan por una singular Democracia (retorcida también cabría) donde las cuentas no muy claras son las que determinan quien es el triunfador de la contienda.
Intentado un cierra al estilo de Felipe Calderón y su pariente incomodo el señor Zavala, especialista en electrónica, los republicanos intentan remontar la avalancha negra (cuando menos en las encuestas, no en los hechos) con un cierre espectacular que le de el triunfo al “héroe” John McCain, quien desligado ya del Bush (al parecer un poco tarde) hace hasta lo imposible por aparecer ante el electorado como un ganador.
Y lanzan una campaña demoledora (cuando menos eso es lo que esperan) en la que acusan a Obama de ser ¡socialista! Lo que en el Imperio del consumismo, siempre tan creyentes, es peor que adorar al Demonio.
Por lo que con relación a quién será el triunfador en los próximos comicios de Noviembre, aún queda la duda, pues la moneda sigue en el aire; y aunque por sus apoyos tiende a caer del lado republicano, bien puede darse una sorpresa.
Sorpresa que finalmente no se dará en el proyecto de Nación que tienen programado quienes manejan a la Nación, en el que está incluido el AMERO. La moneda norteamericana que vendrá a sustituir al dólar y por consiguiente acabará con la impagable deuda que tienen los EEUU.
Por lo que gane quien gane en los comicios, tendrá que someterse a los lineamientos que le marquen las poderosas trasnacionales. ¡Nada nuevo!. Pero ciertamente que tienen a todos entretenidos con sus elecciones.
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