¡¡Exijamos lo Imposible!!
Caso ABC, "un año de dolor y lucha"
Santiago Igartúa
MÉXICO, DF, 1 de junio (apro).- El quinto día de junio de 2009 fue el último en la vida de Emilia Fraijo Navarro. Tenía 3 años, dos meses y 14 días, recuerda su padre Abraham Fraijo.
Junto a ella murieron 48 pequeños más y 70 resultaron lesionados en el incendio de la guardería ABC, en Hermosillo, Sonora.
Ya pasaron casi doce meses de la tragedia, lapso del que Abraham hace un recuento:
“Han sido meses de dolor y de lucha, los he ido sorteando. A diciembre todavía llegué con fuerzas, e hicimos una huelga de hambre para que nos recibiera el presidente Felipe Calderón (lo que no sucedió). La Navidad fue devastadora”.
Enero y febrero, cuenta, fueron tiempos de gran esfuerzo. Entonces, marzo. “Llega y simplemente no lo soporto. Porque en marzo estábamos organizando un juicio ciudadano en contra de los propietarios de la guardería ABC, cuando yo debería estar organizando una piñata de cumpleaños. Simplemente me derrumbé”.
Hoy, a días de cumplirse un año de aquel espanto, Abraham se encuentra en la Ciudad de México para alzar la voz y presentar un libro que recopila testimonios de aquel día de junio.
Él forma parte del Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de Junio, integrado por las familias de 28 de las víctimas, mismas que fueron excluidas de la invitación que hizo Calderón para reunirse en Los Pinos, el pasado 30 de abril, Día del Niño, por ser “los más aguerridos, los más propositivos”, considera Fraijo.
A la segunda visita que el Ejecutivo federal armó para el día de mañana, miércoles, sí fueron convocados. Ningún miembro de ese Movimiento asistirá.
“Ninguno de los integrantes del Movimiento 5 de Junio va a asistir a la reunión con Calderón. Él tiene que asistir a Hermosillo y atender a todos los padres, de manera pública, no a puerta cerrada”.
Sólo acudirán las agrupaciones de padres Manos Unidas, y Salud y Justicia.
El caso ABC, dice, es el “absurdo” de la corrupción, que derivó en la muerte de los menores.
“A estas alturas ya es difícil esperar algo de ellos. Una petición tan simple como que el presidente se presente en Hermosillo no se pudo concretar. Qué más podemos esperar… A mi chiquita no me la van a regresar. Lo que espero es que logremos un cambio que no permita que ningún otro mexicano pase por lo que pasamos. Que ningún chaparrito sea separado de su familia de esta manera”.
Asistir a la reunión, dice el padre de la pequeña Emilia, sería prestarse a un juego, un montaje.
“Lo que a mí realmente me molesta es la manera en que Calderón está utilizando esta circunstancia para tratar de limpiar su imagen. ¿Por qué no lo hizo cuando estuvimos en huelga de hambre? La única demanda que teníamos era que se presentara con nosotros en Hermosillo. Como respuesta tuvimos el silencio.
“Hemos solicitado por diferentes medios, incluso por el gobernador del estado (Guillermo Padrés), la solicitud de que se presente: nada. Ahora, a unos días de cumplirse un año, cuando todos están enfocando al caso de la guardería ABC, entonces ahora sí hay interés. ¡No! No se vale”, lamenta con enojo.
La posibilidad de que Calderón decrete el día de luto nacional en esa jornada, cuenta Abraham, es algo que han impulsando desde hace tiempo:
“Es evidente que se esperó hasta esta fecha para dar la nota. Pero para mí esto es algo que debió hacerse hace mucho. A veces pienso que es hasta tonto. Incluso por conveniencia política debió decir algo. O hacer como que estaba haciendo algo. A mí me indigna. Es una muestra más de la insensibilidad de este personaje. Ni modo. Tenemos que lidiar con él”.
En un caso de lastimosa impunidad, más allá de los tormentos que lo agobian, Abraham --“como muchos padres”-- ha tenido que lidiar con la humillación del gobierno federal. “Siento como si bailaran sobre la tumba de mi hija”.
¿Y la SCJN?
sigue la nota:
http://www.proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/79918
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