martes, 19 de mayo de 2009

¡¡Ya basta!!... de este sistema putrefacto

¡¡Exijamos lo Imposible!!
El sistema está desnudo
2009-05-19

Es conocida la fábula del rey que se paseaba creyendo estar vestido con lujosas ropas, al que sus súbditos, por temor, no se lo señalaban. Un inocente niño que asistía, atónito, ante tanta obsecuencia y temor, comenzó a gritar “el rey está desnudo” y la fara terminó. Todos los súbditos perdieron el miedo y empezaron a gritar la verdad: “el rey está desnudo”.

Siendo adversarios políticos entre sí o más aún, sin vínculos entre ellos, Miguel de la Madrid, en entrevista con Carmen Aristegui; Roberto Madrazo en su libro El despojo y Carlos Ahumada en su Derecho de réplica, coinciden en desnudar y llevar a juicio a un sistema que ya no les sirve ni a ellos mismos.

El sistema político mexicano ha sido sometido a juicio muchas veces y desde distintos ángulos, pero ninguna con la contundencia y crudeza con que lo han hecho en estos días esos tres actores, testigos y víctimas de primera línea.

La mayor parte de las revelaciones de estos tres personajes ya habían sido señaladas o expuestas en diversos momentos e, incluso, dieron lugar a sendos procesos judiciales. Por ejemplo, los videoescándalos de Ahumada dieron lugar al encarcelamiento de René Bejarano y del propio empresario de origen argentino, no así al resto de los personajes involucrados, que siguen libres y, algunos de ellos, en activo político.

Roberto Madrazo, por su parte, señala que tanto Ernesto Zedillo como Vicente Fox pactaron con el narco, el primero lo habría hecho con el cártel de Juárez y, el segundo, con El Chapo Guzmán. Esto explicaría por qué hoy todo el país se encuentra de algún modo en la ilegalidad y la informalidad, con un Estado que podría considerarse un cártel más, cada vez más ausente en el control del país en cuanto a seguridad, crecimiento, generación de empleos y bienestar social”.

El ex presidente de la Madrid, por su parte, retomó los señalamientos contra su sucesor, Carlos Salinas, y su hermano Raúl, sobre presuntos vínculos con el narcotráfico y el desvío de la llamada “partida secreta” que cada presidente disponía con discrecionalidad, hasta que el ex presidente Zedillo la canceló.

Insistimos, muchas de estas revelaciones no son nuevas, pero el hecho de que las retomen personajes de dentro del sistema, que han estado en las entrañas del mismo, le dan un nivel de veracidad y fuerza que no habían tenido en ocasiones anteriores. La expresión popular, “a confesión de parte, relevo de prueba” le da una vigencia inusitada y una nueva dimensión.

La manera como han sido procesadas cada una de las denuncias sobre corrupción e impunidad que en solo unas semanas han expuesto De la Madrid, Madrazo y Ahumada, revela cómo el sistema hace a su hombres y luego los desecha. Al ex presidente de la Madrid se le trató como demente senil y él lo aceptó, confirmándose aquella expresión de Shakespeare sobre la locura: “El loco se cree cuerdo, mientras el cuerdo reconoce que no es sino un loco”. Roberto Madrazo habla del despojo a la nación, pero también del despojo político del que él mismo fue objeto cuando se enfrentó desde adentro del PRI al presidente Zedillo. Ahumada, por su parte, como la araña “viuda negra”, después de copular con la cúpula política (de diversos partidos y colores), decidió devorar a sus socios y aliados.

Cuando los beneficiarios directos de un sistema desnudan de esa manera al mismo, quiere decir que ha dejado de funcionar y es hora de cambiarlo. Ya no le sirve ni a sus creadores o promotores. Cada una de las revelaciones de estos personajes, especialmente las de Madrazo y De la Madrid, pueden ser colocadas como epitafio de uno de los sistemas políticos más longevos, que fue capaz de lograr la alternancia electoral pero no de constituirse en una nueva alternativa social, económica y política. Por ejemplo: “sin la impunidad el gobierno no funcionaría”, señaló el ex presidente, a quien los priistas prefirieron presentar como demente senil antes que reconocer la veracidad o falsedad de sus expresiones.

Sin embargo, el mejor epitafio podría ser aquel que José Martí colocó al sistema político cubano al que desnudó y combatió: “Conozco al monstruo, viví en sus entrañas”. De la Madrid, Madrazo y Ahumada habiendo crecido, vivido y conocido desde adentro al “monstruo”, hoy lo exhiben en su etapa de degradación terminal.

La cuestión central no es la salud mental ni la “autoridad moral” de estos tres personajes que, siendo enemigos o desconocidos entre ellos, coinciden en tiempo y propósitos. Lo de fondo es la salud, la autoridad y la legitimidad de un sistema político que está desnudo y a mitad de la calle. Ha llegado la hora de llevarlo a juicio y de decidir si no es el momento de cambiarlo a fondo.

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