¡¡Exijamos lo Imposible!!
¡AGUAS!
Por Polimnia Romana
14 de Mayo, 2009
Se está preparando algo muy gordo en la cocina del poder. Tantas declaraciones consentidas por los medios no son más que el mensaje de que viene otro golpe contra los mexicanos. ¿De qué tamaño será lo que nos espera que ya el ex presidente, Miguel de la Madrid, aceptó que Carlos Salinas es un corrupto y que su hermano, libre por cierto, tuvo vínculos con el narcotráfico? ¿De qué tamaño necesitan ahora la cortina de humo?
Desafortunadamente, Andrés Manuel López Obrador ha tenido la razón siempre que anticipa las maniobras de la derecha. Hay algo que lo hace presentir el próximo impuesto en alimentos y medicinas.
Ayer supimos que el “director” de PEMEX dijo que no hay dinero para la construcción de la refinería y que tendrá que hacerse con dinero del extranjero, sin antes rastrear los 170 mil millones de pesos desaparecidos que ingresaron desde el sexenio de Fox por la venta de crudo. También nos anticipan que PRI y PAN ven con buenos ojos a Mariano Azuela para que ocupe la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Si fuéramos un pueblo bien informado, que conoce la historia, sabríamos los caminos que sigue la derecha para entronizarse en el poder. Miedo, represión, complicidad, entreguismo, distorsión de la realidad y, lo más dañino para la democracia, la impunidad.
Ya sabemos que no habrá investigación ni juicio político para los hombres que destrozaron nuestra economía, y que entregaron nuestra industria y nuestro territorio. Están verdaderamente a salvo de la justicia, y no les importa el juicio del pueblo ni el de la historia porque todos ellos carecen de moral y de dignidad.
Aquí no habrá democracia mientras el pueblo siga siendo engañado y burlado.
Lo único que nos puede salvar es la toma de conciencia, y esa tarea monumental es la que está realizando Andrés Manuel por los caminos destruidos y los pueblos olvidados. La organización que emerge de las filas de sus simpatizantes está creciendo, avanza como virus contaminante en el corazón de la gente que ya no puede más, que ya no aguantaría un IVA en alimentos y medicinas ni una privatización descarada de la única industria nacional que puede servir de palanca para salvar la economía.
Qué difícil, pensarán algunos, luchar contra un monstruo insensible sin usar la violencia. Pero, sí es posible, la fuerza de la unión y la organización son las mejores armas para detener el derramamiento de sangre, y no me refiero a la sangre derramada por un enfrentamiento sino a la sangre de los que están muriendo en el total desamparo.
Hace mucho que no lo digo, pero lo siento: es un honor luchar con Obrador.
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