Está usted solo (para variar) en un mundo rapaz, depredador, que ahora se hunde…
Los mexicanos estamos muy acostumbrados a estos momentos: llegan las crisis y agregamos agua a los frijoles; quitamos tomate al arroz; sumamos más tortillas a la dieta. Hay una especie de sabiduría que se deriva de años de golpes económicos y financieros; de gobiernos irresponsables y empresarios poco solidarios, gandallas.
A lo que no nos podemos acostumbrar es a la pérdida del empleo, a la insolvencia para pagar créditos, a la violencia (robos, asaltos, secuestros) que implica que millones se queden en la calle.
Haga su parte: cancele tarjetas, ahorre. Vienen aguinaldos y fondos de ahorro; contrólese, por favor. No gaste. La crisis que estamos viviendo se va a poner muy canija. Muy, muy canija. Vea por usted, por los suyos. Si puede evitar compromisos, hágalo. No voltee a ver a los bancos porque esos lo van a saquear.
Haga lo que le corresponde: vea su trabajo como tabla de salvación, sea conservador en el dispendio, guarde lo que pueda.
Porque ya ve, lo del “presidente del empleo” será, otra vez, promesas. Felipe Calderón es la continuidad de la demagogia priísta. Y los empresarios mexicanos, los grandes, uy, bueno, que Dios nos cuide. Son de esa casta que ya ha visto: usarán la crisis (como en el pasado) para hacerse más ricos con nuestro dinero, sea por medio de “rescates”, o cobrando lo que quieren que, al fin y al cabo, tienen al Estado secuestrado.
Los mexicanos estamos acostumbrados a las crisis, es cierto. Sin embargo, todo indica que lo que viene vulnerará cualquier callo adquirido incluso en un país de golpanazos. Agregue desde ahora más agua a los frijoles, sea solidario, apague un foco, cierre la llave.
Rásquese desde ya con sus propias uñas y sea previsor, que el gobierno no hará absolutamente nada para rescatarlo. Suficiente carga tiene, usted lo sabe, con cuidar a los grandes empresarios.
El gobierno no hará nada por usted, le repito. Nada. Considérese solo (para variar) en un mundo rapaz, depredador, que ahora se hunde
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