Más de lo mismo ...pero ahora para empeorar

¡¡Exijamos lo Imposible!!
EDITORIAL

De los chivos expiatorios.

Felices, que digo felices, enajenados los mexicanos por haber vencido a Costa Rica en el fútbol, no nos queremos percatar que desde Los Pinos nos siguen engañando como a chinos (como si los chinos se dejaran engañar tan fácilmente) o como si todavía nos chupáramos el dedo.

El que Felipe Calderón declare que “aceptó” la renuncia de Alberto Cárdenas, Jesús Reyes y Eduardo Medina, cuando eso no es cierto; pues por la presión social ejercida era ya imprescindible que decidiera cuales serían los “chivos expiatorios” de su propia ineptitud.

Toda vez que para nadie es extraño que los Secretarios de Estado sean solo eso, secretarios (ayudantes, auxiliares) no ministros con poder de decisión, como en los regímenes parlamentarios.

Y además, que por todos es sabido que las políticas de todo tipo (hacendaria, de seguridad, petrolera, diplomática, de salud, etc.) se manejan desde Los Pinos; lo verdaderamente extraño es que no sacrificara a Agustín Carstens.

El voluminosamente repudiado personaje que ha sido el más ineficiente de todos cuantos conforman el actual Gabinete que, sin dudas, pasará a la historia como un Gabinete de miseria.

Y todavía más. Si los obligados cambios fueran esperanzadoramente positivos, todavía; pero para el nuevo Procurador General de Justicia que puso, Arturo Chávez Chávez, que fue, entre otras muchas cosas, el que quemó las boletas del 88, mejor hubiera dejado a Medina Mora.

Pues más vale malo conocido que bueno por conocer, o siguiendo la corriente política, debió de haber escogido por el menos peor. Con todo y haber aparecido en la nomina de La Familia Michoacana (al igual que Santiago Creel y Vicente Fox) cuando menos según declaraciones que diera la SEDENA.

Que ha sido un asunto del que no se ha vuelto a saber absolutamente nada (lógico) Por lo que hubiera estado mejor que se quedara Medina Mora en vez de Chávez Chávez, designado como neo gatillero a sueldo del Presidente.

Pues los Procuradores de Justicia no son otra cosa que sicarios del Ejecutivo, cuya misión es proteger a quien le paga, aunque para ello tengan que encarcelar inocentes y liberar a culpables.

Pero los “cambios” y las Secretarías eliminadas no van a servir de nada y para nada; cuando menos mientras desde la Presidencia se sigan comportando como entes infalibles que, para mayor desgracia, siguen eligiendo a sus amigos para los puestos clave, en vez de elegir a los más aptos.