lunes, 28 de septiembre de 2009

Mario Di Costanzo en La Jornada Jalisco

Cientos de tapatíos durante la manifestaron que realizaron el sábado contra el aumento de los impuestos Foto: FOTO ARTURO CAMPOS CEDILLO
¡¡Exijamos lo Imposible!!

La propuesta económica que le preparó Carstens es recesiva e inflacionaria
Felipe Calderón lleva al país al colapso económico y social, advierte Di Costanzo

El diputado federal señala que el michoacano está maniatado por los grandes empresarios
JORGE GÓMEZ NAREDO

Vivimos en tiempos de canallas. Y en tiempos de pocas bondades. Mirar alrededor es observar un escenario triste y de pánico, es toparse con un futuro de inestabilidad y quiebra: de inseguridad. Pasamos los momentos de crisis políticas y ahora estamos en los de crisis económicas, ésas que hacen llorar y quitan el pan de la mesa a millones de mexicanos. Se anuncia (hay miles de espots oficiales de televisión que lo han repetido hasta el hartazgo) que el “bache” por el cual ahora pasamos no vino de adentro, sino que llegó de fuera. Hasta se menciona que nos ha ido bien, que no vamos tan mal, que hay otros países peores: que pronto seremos felices.

Nadie puede negar que lo que antes comprábamos con cien pesos, hoy lo adquirimos con 150, o con más. Empresarios, académicos, periodistas, gente de a pie y gente en auto, en la calle y en el café, en la cantina y en la ranchería, en el pueblo y en el edificio de diez pisos con elevador, en el tugurio y en la vecindad: todos miran la crisis económica. O más bien todos la sienten, unos, por supuesto, más que otros. ¿Es acaso una crisis que viene de fuera?, ¿estamos realmente mejor que otros países?, ¿las autoridades en la materia han actuado eficazmente ante las circunstancias?, ¿hay salidas?, y si las hay, ¿de dónde vendrán?

Mario Di Costanzo Armenta es economista egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México. Cuando habla, uno tiene la certeza de que lo dicho por él está bien dicho y críticamente argumentado: domina los temas económicos y, algo importantísimo, los sabe traducir, los sabe exponer, los sabe hacer entendibles para los neófitos en esas cuestiones. Actualmente es diputado federal por el Partido del Trabajo (PT) y una de las personas más críticas a la forma en cómo, los gobiernos panistas (y neoliberales), han manejado la economía. Su intervención hace algunos días en la comparecencia de Agustín Carstens en la Cámara de Diputados fue memorable, de ésas que no se olvidan, de ésas que a cualquiera marcan. Vino a Guadalajara a manifestarse, a marchar, a acompañar a la gente de acá en la lucha para que no se aprueben las medidas fiscales enviadas por Calderón al Poder Legislativo.

Después de haberse reunido con simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador y otras organizaciones sociales, Mario Di Costanzo habló con La Jornada Jalisco sobre el paquete económico presentado por el gobierno federal. También explicó la propuesta alterna de López Obrador: ese plan B que el gobierno federal declara inexistente.

El colapso económico de hoy se advertía desde hace dos años

–¿Cuáles son los saldos de la política económica de Felipe Calderón?

Yo iría más allá. ¿Cuáles son los saldos de este neoliberalismo pervertido? Felipe Calderón ha continuado solamente el modelo. La implantación del neoliberalismo en México va más allá de Vicente Fox: los propios gobiernos priístas tienen responsabilidad en ello. Ahora bien, los saldos de estos dos años y medio de administración de Felipe Calderón son: 3 millones de desempleados, más de 12 millones de personas en el subempleo, el incremento de 6 millones de pobres, la polarización y desaparición del mercado interno, y una cosa muy importante: la creación de 26 multimillonarios de los más ricos del mundo. Es decir, por cada multimillonario que se ha creado, se han generado 260 mil pobres. Estos son los principales saldos. Además de la pérdida del poder adquisitivo de la gente cercano al 45 por ciento. Es decir, el país devastado económicamente. Nosotros, hace dos años advertimos que la economía mexicana iba a un colapso económico, ya estamos en ese colapso. Y el siguiente paso es la inestabilidad social.

El paquete presentado por Felipe Calderón y Agustín Carstens, ¿qué provocará en el corto plazo?

Es un paquete recesivo: al aumentar los impuestos tanto a las pequeñas y medianas empresas como a la gente, provocará que la población tenga menos dinero para gastar, para consumir, y entonces se va a impedir que haya una mayor actividad económica. Por eso es recesivo. Es inflacionario porque va a producir el incremento en los precios de los productos. El alza que están proponiendo para la gasolina y los energéticos es casi del 17 por ciento. Esto va a provocar, rápidamente, inflación. Ya hoy el propio Banco de México estima que la inflación el próximo año va a ser, según las estimaciones de ellos (que siempre subestiman las cifras reales), del 5 por ciento, cuando Agustín Carstens ha dicho que va a ser del 3 por ciento. Es, sin duda, inflacionario el paquete. Es demagógico, porque no hay ninguna reducción en los gastos superfluos del gobierno: hay incrementos en el pago de servicios personales, en la nómina de gobierno y en los gastos de operación. Y hay también una caída en la inversión pública, que es lo más grave, porque en una época recesiva, en una crisis, es el gobierno el que tiene que gastar en inversión para incrementar la infraestructura y para darle actividad a la economía.

Sí hay alternativa

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