EDITORIAL
Rompiendo reglas.
Rompiendo reglas.
La decisión del TEPJF apoyando a los dos panistas para que les sean entregadas Delegaciones del DF, a pesar de que las violaciones a las normas y reglas estipuladas por el IFE fueron más que evidentes.
Dejará sin duda una raya más al tigre del Tribunal (al que ciertamente poco le preocupará el precedente) de que hacerse publicidad por debajo de la mesa, se vale; siempre y cuando se tengan amigos y padrinos que protejan.
Lo que en el fondo no es nada malo; pues finalmente cada político debería hacerse publicidad por sus propios medios, pero sin recibir ni un solo centavo por parte del Estado. Pues bastantes problemas económicos tenemos los mexicanos, como para todavía andarles pagando a los políticos para que por todos lados prometan lo que saben que no van a cumplir.
Pero semejante decisión también hace ver la clase de Estado de Derecho en el que vivimos los mexicanos, donde las Leyes son violadas acorde a los intereses; y donde la democracia es letra muerta y enterrada.
Y “Juanito” es un claro ejemplo de lo que es la política mexicana, donde los intereses, disfrazados de traiciones, y los arreglos por debajo de la mesa, son el pan nuestro de cada día. Las Delegaciones tienen un precio. Todo tiene un precio. ¡Quién da más, quién da más!
Aquí lo mismo se negocia una delegación, que una gubernatura o una alcaldía. Por no comentar de los diputados, de los senadores, y de los magistrados, que también son electos (insaculados, también cabría) a conveniencia.
Lo grave del caso es que se rompen las reglas. Y cuando los de arriba rompen las bases en las que se apoyaron para subir, los de abajo lógicamente harán lo mismo. Formando así un círculo vicioso del que difícilmente se encontrará la salida.
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