miércoles, 8 de diciembre de 2010

Terrible pero muy cierto

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Méritos para convertirse en santo
Juan José Morales

Escrutinio

A propósito de nuestros recientes comentarios sobre Hipatia, la astrónoma de la antigüedad asesinada por una turba de fanáticos religiosos que también incendiaron la célebre Biblioteca de Alejandría azuzados por el obispo Ciriloa quien después se elevó a la categoría de santoun lector me ha hecho llegar un material que encontró en Internet el cual, aunque se refiere a la posible canonización de Karol Wotjyla, mejor conocido como Papa Juan Pablo II, está relacionado con el caso de Cirilo.

Desde luego, es natural que se quiera hacer santo a Wotjyla, pues se distinguió precisamente por realizar verdaderas canonizaciones al vapor y en masa, elevando a los altares de una sola vez a docenas de personas, a tal grado que durante su pontificado llegó a crear más santos que todos los papas que le precedieron por casi dos mil años. Y actualmente él mismo se encuentra en un avanzado proceso de canonización, que se espera pronto concluya dado que se le atribuye cierto número de milagros, aunque no necesariamente espectaculares sino bastante modestos, como la curación de enfermos que habían sido desahuciados por los médicos, o el hecho de que un corredor de automóviles que llevaba en su casco una imagen de Wotjyla sobreviviera a un tremendo accidente (cosa que algunos impíos e incrédulos atribuyen al buen diseño de los automóviles de carreras).

Pues bien, en cierta sección de la Internet en la cual se plantean preguntas sobre diversos temas en espera de que los lectores las respondan, alguien lanzó la siguiente interrogante: “¿Es justo que Juan Pablo II sea canonizado si sabía lo de Marcial Maciel?”

Recuerda quien hace tal pregunta que, según la Iglesia, hay tres tipos de pecado: de palabra, de obra y por omisión. Wotjyla habría cometido un pecado de este último tipo al omitir sancionar a Maciel pese a sus gravísimas acciones y, por el contrario, darle siempre un trato privilegiado.

Pero alguien respondió con estas reflexiones, que me parecen muy atinadas y el propio internauta que hizo la pregunta calificó de mejor respuesta:

“La Iglesia canoniza a quienes hacen bien a la Iglesia, no a la humanidad.

Y prosigue: “Así, el Papa León XIII canonizó a Cirilo, arzobispo de Alejandría, quien a principios del S. V, fue el instigador del incendio premeditado de la Biblioteca de Alejandría. Miles de escritos que la dinastía ptolomeica había atesorado a lo largo de los siglos en esa biblioteca, por ser ellos la muestra de lo más granado de la sabiduría y conocimientos adquiridos por el hombre pre-cristiano, fueron arrasados por el fuego en minutos. Fue como si toda la civilización hubiese sufrido una operación cerebral infligida por su propia mano, de modo que quedaron extinguidos irrevocablemente la mayoría de sus memorias, descubrimientos y pasiones. Lo poco que conocemos de un Hiparco, de un Euclides, de un Aristarco, de un Demócrito o de un Eratóstenes, son felices copias de un exiguo porcentaje de sus obras habidas en otros lugares, pero la gran, gran mayoría de sus trabajos y pensamientos fueron destruidos en minutos porque según Cirilo ‘eran cosas de paganos’”.

Añade el comentario: “Grande, inmenso, inconmesurable, fue el daño provocado a la humanidad, sin embargo, el tal Cirilo fue declarado santo y doctor de la Iglesia Católica. Así, no sería de extrañar que Juan Pablo II también fuera canonizado dado sus esfuerzos victoriosos para derrocar al ateísta comunismo. Sin importar que tanto él como el que es el Papa actual supieran de la podredumbre que invadía las filas del clero, atacando a lo más preciado que la humanidad tiene, sus niños, pero, cobarde e inhumanamente... callaron. Y callaron para proteger lo único que realmente les importa, la perpetuación de esa organización que lideraban y lideran.”

Así es en efecto. Desgraciadamente, para la Iglesia lo único realmente importante son sus propios intereses. Por ello antepone la fe al conocimiento y el dogma a la ciencia. Para hacerlos prevalecer, no duda en destruir libroscomo los códices mayas que arrojó a la hoguera en el famoso auto de fe de Maní el fraile Diego de Landa, también por considerarlos obra del demonio—, encarcelar a filósofos y hombres de ciencia como Galileo, e incluso asesinarlos, como a Miguel Servet, descubridor de la circulación de la sangre, ejecutado en un auto de fe.

Comentarios:
kixpachoch@yahoo.com.mx

2 comentarios:

lerolico dijo...

No toda la Jerarquía Católica está en pudrición. De buena fuente me enteré, que hace un tiempo, en una reunión con el obispo Arturo Lona Reyes, este les decía a sus sacerdotes: " De una vez les advierto, a aquel que quiera hacerme santo y beatificarme... ¡Que vaya y chingue a su madre !.
Tan cierto como respiro...
Saludos.

asmodeo dijo...

Lo siento mucho compañero LEROLICO ... pero ya no tienen salvación ... porque no está en sus manos el ser beatificados o no ... porque ya está bien muertos ... y ya ni como hacerse a un lado ... saludos fraternales amigo lerolico