La pista de hielo de… Gabino, Diódoro, Ebrard y Camacho
Conjeturas
Alvaro Cepeda Neri
cepedaneri@prodigy.net.mx
El de las conspiraciones-complicidades llamadas alianzas, en el cochinero del chuchismo semiperredista es el expriísta Manuel Camacho Solís (ex salinista y ex integrante del extinto grupo “Los Toficos”, que fueron unos dulces con la publicidad de: “¡Hum… qué ricos!”, porque sus miembros eran juniors con dinero, hijos de politiquillos). Camacho presume de haberse embebido del historiador Tucídides y aprendido de éste las “alianzas” (hace más de dos siglos, de moda entre los de la democracia de Atenas y sus aliados, para vencer a Esparta que, sin embargo, se llevó finalmente la victoria). Ese Camacho, después con un ensayo sobre “los nudos históricos”, se alzó como ideólogo y arrepentido de su priísmo, se volcó a la oposición desde la cual ha tejido, más que alianzas y coaliciones, complicidades como los tamales (de chile, de dulce y de rajas) entre los protagonistas del poder panista y del PRD que controlan Los Chuchos.
Pues bien. Camacho logró colarse a Los Pinos y convencer a Calderón para que éste le ordenara al anterior presidente del PAN, el tontito Cesarín Nava que, aceitosos como son los panistas se mezclaran con el chuchismo (a éstos los financia Ebrard, para traicionar a López Obrador y autopostularse candidato presidencial de esa facción perredista). Y se hicieron las alianzas, con las que postulando a ex priístas (aquí está la ironía) obtuvieron triunfos en las gubernaturas de Oaxaca, Sinaloa y Puebla… y esperan así, pero con la modalidad de coaliciones, derrotar a Peña Nieto. Así vencieron al tenebroso Ulises Ruiz, madracista de corazón en franca huída por aquello de que lo quieran (aunque Gabino Cué ya transó, por medio de su creador: Diódoro Carrasco) investigar.
El padrino de Cué es Ebrard, el populista Frankenstein de López Obrador, quien otra vez puso pistas de hielo en el Zócalo de la capital del país, para que sus asistentes hagan como que patinan. Y siguiendo el ejemplo, Gabino ya gobernador de Oaxaca, mandó instalar, con asesoría y consejo de Ebrard, su pista de hielo en la capital oaxaqueña… gastando millones de pesos en una entidad necesitada de ellos para inversiones sociales que atiendan la miseria de oaxaqueños que no irán a patinar y sobreviven muriéndose de hambre.
Dos “pistas” tendrá o ya tiene Oaxaca, para engatusar a los oaxaqueños con la carnada del populismo. La aconsejada por Camacho-Ebrard, la mancuerna del chuchismo que muerde a López Obrador. La otra “pista” es Gabino Cué, el “góber” que ya dijo que nada de venganzas (o sea nada contra el sanguinario Ulises Ruiz, depredador de los dineros públicos, ni contra su pandilla). Sobre él patinarán su padre putativo: Diódoro (hay que soplarse el rollo de alabanzas de Diódoro Carrasco, en su dizque columna titulada: El arranque de Gabino, en el diario Milenio: 9/XII/10), donde lo retaca de elogios. Diódoro es el real poder tras el trono gabinista. Ebrard y Camacho los que sacarán raja. Y López Obrador que bendijo la alianza, se quedará silbando en la loma. Es el único perdedor. Así que a patinar en dos pistas.
Alvaro Cepeda Neri
cepedaneri@prodigy.net.mx
El de las conspiraciones-complicidades llamadas alianzas, en el cochinero del chuchismo semiperredista es el expriísta Manuel Camacho Solís (ex salinista y ex integrante del extinto grupo “Los Toficos”, que fueron unos dulces con la publicidad de: “¡Hum… qué ricos!”, porque sus miembros eran juniors con dinero, hijos de politiquillos). Camacho presume de haberse embebido del historiador Tucídides y aprendido de éste las “alianzas” (hace más de dos siglos, de moda entre los de la democracia de Atenas y sus aliados, para vencer a Esparta que, sin embargo, se llevó finalmente la victoria). Ese Camacho, después con un ensayo sobre “los nudos históricos”, se alzó como ideólogo y arrepentido de su priísmo, se volcó a la oposición desde la cual ha tejido, más que alianzas y coaliciones, complicidades como los tamales (de chile, de dulce y de rajas) entre los protagonistas del poder panista y del PRD que controlan Los Chuchos.
Pues bien. Camacho logró colarse a Los Pinos y convencer a Calderón para que éste le ordenara al anterior presidente del PAN, el tontito Cesarín Nava que, aceitosos como son los panistas se mezclaran con el chuchismo (a éstos los financia Ebrard, para traicionar a López Obrador y autopostularse candidato presidencial de esa facción perredista). Y se hicieron las alianzas, con las que postulando a ex priístas (aquí está la ironía) obtuvieron triunfos en las gubernaturas de Oaxaca, Sinaloa y Puebla… y esperan así, pero con la modalidad de coaliciones, derrotar a Peña Nieto. Así vencieron al tenebroso Ulises Ruiz, madracista de corazón en franca huída por aquello de que lo quieran (aunque Gabino Cué ya transó, por medio de su creador: Diódoro Carrasco) investigar.
El padrino de Cué es Ebrard, el populista Frankenstein de López Obrador, quien otra vez puso pistas de hielo en el Zócalo de la capital del país, para que sus asistentes hagan como que patinan. Y siguiendo el ejemplo, Gabino ya gobernador de Oaxaca, mandó instalar, con asesoría y consejo de Ebrard, su pista de hielo en la capital oaxaqueña… gastando millones de pesos en una entidad necesitada de ellos para inversiones sociales que atiendan la miseria de oaxaqueños que no irán a patinar y sobreviven muriéndose de hambre.
Dos “pistas” tendrá o ya tiene Oaxaca, para engatusar a los oaxaqueños con la carnada del populismo. La aconsejada por Camacho-Ebrard, la mancuerna del chuchismo que muerde a López Obrador. La otra “pista” es Gabino Cué, el “góber” que ya dijo que nada de venganzas (o sea nada contra el sanguinario Ulises Ruiz, depredador de los dineros públicos, ni contra su pandilla). Sobre él patinarán su padre putativo: Diódoro (hay que soplarse el rollo de alabanzas de Diódoro Carrasco, en su dizque columna titulada: El arranque de Gabino, en el diario Milenio: 9/XII/10), donde lo retaca de elogios. Diódoro es el real poder tras el trono gabinista. Ebrard y Camacho los que sacarán raja. Y López Obrador que bendijo la alianza, se quedará silbando en la loma. Es el único perdedor. Así que a patinar en dos pistas.
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