¡¡Exijamos lo Imposible!!
Triunfo ante la doble moral que impera
2009-12-23
María Teresa Jardí
Semanas antes, les comentaba sobre una comida de amigas abogadas entre las que las hay jueces y también del ministerio público. Uno de los temas fue el de la reforma que en la Asamblea del Distrito Federal se apuntaba sobre los matrimonios gay y las adopciones por padres de un mismo sexo de niños.
Defendí, ese día, ambas cosas. Hoy debidamente aprobadas. Y escribí para ustedes, justamente, porque me llamó la atención el conservadurismo, incluso de aquellas con un pasado familiar libertario. No está el pecado en la elección sexual a lo diferente o a lo igual. Está en la doble moral que es lo que en México impera dictando las reglas ordenadas por el dios decretado por la derecha fascista como su dios único: Televisa. Lo mismo por el PRI, que por el PAN, de rodillas ambos partidos ante la telecracia mexicana tan corrupta y corruptiva.
Un triunfo ante la doble moral es la resolución perredista de la Asamblea del Distrito Federal, contenida en una reforma que, hasta la fecha, las relaciones de parejas del mismo sexo regula. Eso es lo que da forma a los Estados de Derecho. No la prohibición. La regulación de los cambios que en las sociedades se van dando conforme el mundo avanza.
Un triunfo, sí, frente a la doble moral de la derecha fascista de ir a presentar a la mujer, como novia al Papa, de cara al show televisivo, que una Catedral demanda para celebrar la boda telenovelesca.
Con el agravante de que, a Peña Nieto, quiere Televisa imponer en México como el próximo usurpador mexicano, en substitución del usurpador que, también, ese monopolio contribuyera a imponer como cabeza del desgobierno ahogado hoy en ríos de sangre. Usurpación que carga con la destrucción del tejido social que es muy probable que ya no pueda ser zurcido ni reparado, de manera que una vida en paz los mexicanos podamos volver a tener. Un triunfo contra la doble moral convertida en regla desde que la derecha fascista tecnócrata y neoliberal se adueñara del poder.
Un triunfo contra la doble moral con la que se asesina a un capo y se revienta a un detenido, y luego se ordena al Ejército nacional, antes desacreditado por la misma derecha fascista que la doble moral impone como regla, que asista al sepelio a rendirle honores al capo amigo, aliado, para limpiar la plaza de pobres y de enemigos.
Un triunfo contra la doble moral, con la que el PAN viene haciendo una limpia avalada por el PRI que hasta cree que así él va a regresar a gobernar. ¡Ja! La decisión de reventar al país no favorece tampoco al PRI, aliado del PAN. No favorece a nadie. Al país adentra en el horror de la represión y lo que sigue nadie puede predecir en qué va a convertirse.
Un triunfo contra la doble moral, convertida en la regla destructora de todo lo que al pueblo de alguna manera favorezca. Vean ustedes. En los hospitales de especialidades, que en Tlalpan en la ciudad de México se ubican, como el G. A. González, se realizaban operaciones espectaculares que infinidad de vidas salvaban. Pero sustituida, por la corrupción, la estructura ética de todas las instituciones, hoy a los buenos médicos se les arrincona y ni gasas se les da para atender a los pacientes pobres que al lugar ingresan con graves problemas cardiovasculares. Mientras, el nosocomio se va convirtiendo en un hospital para operar a obesos ricos, con volúmenes similares a los que Carstens exhibe, de ciento cincuenta kilos y más, pues. Es decir, obesos bien comidos y con dinero para pagar por la operación, mientras a los pobres con problemas cardiovasculares se deja morir como parte de la limpia que, de manera diáfana y tolerada por el PRI, el fascismo panista viene haciendo de mexicanos pobres en México. Y lo mismo sucede con Nutrición, por poner otro ejemplo, donde hoy ya sólo a ricos, que pueden pagar, se atiende bien.
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