Otra cosa sería si fueramos a votar todos

¡¡Exijamos lo Imposible!!

Prostitución y droga es lo único que ofrecen los panistas
María Teresa Jardí

El PAN lo tiene claro. A la derecha le interesa por sobre todas las cosas el dinero. Y lo que ofrece el PAN es prostitución y droga. No hay panista bueno. Algunos quieren vender la idea de que Calderón es menos malo que otros compañeros suyos de partido que se inclinan aún más a los postulados extremos de la ultraderecha. Compañeros de ideología los tiene también en los otros partidos como salta a la vista. Pero aún siendo esto cierto. Es falso el análisis que no tiene ya nada que ver con la ideología y en cambio todo lo tiene que ver con la corrupción y la impunidad convertidas en reglas incontrovertibles del sistema político que a la mexicana imponen unas cuantas familias mafiosas. Varias de ellas denunciadas por AMLO recién hace unos días. Y, además, Calderón, no lo olvidemos, es un usurpador por decisión propia. Pudo y debió exigir el recuento de votos y si a AMLO hubiera favorecido lo expresado por una inmensa mayoría ciudadana en las casillas, esperar su turno, el que como quien dice, ya se encuentra a la vuelta de la esquina. No habría pasado entonces, como ya pasó a la historia, incluso vinculado a la quema de niños dejados en guarderías convertidas en negocio de su familia.

Y, sí, Calderón, a lo mejor quiere dejar el país en manos del PRI. De Peña Nieto en concreto. Pero en todo caso es así porque es el acuerdo que a él y a su impresentable familia mejor le garantiza la protección de las espaldas. Son delincuentes, tienen alma de delincuentes, se han ido aliando a delincuentes y el sistema completo, en manos del PAN, hace agua. Y Yucatán es un ejemplo al respecto incluso porque de Yucatán han salido delincuentes de ligas mayores que se desempeñan como funcionarios del fecalismo.

La naturaleza va enviando mensajes de su enojo. Pero empresarios impresentables, de derecha y con alma de asesinos, masacran tiburones, previamente elegidos como transporte de la droga con la que se envenena a los niños. Un empresario que se sabe protegido por el aparato que Calderón maneja con el que se aplica el sistema que, desde Yucatán, traslada cocaína a Jalisco, otro Estado bastión de PAN, característico incluso de la tontería a la que los gobernantes alcohólicos del PAN son tan afectos.

Se podría estar de acuerdo con Mauricio Fernández, el candidato panista a edil de San Pedro Garza García en Nuevo León, si no fuera por un pequeño detalle que exhibe de cuerpo completo la doble moral de los panistas.

Está bien lo de despenalizar la droga y efectivamente si un adulto se quiere suicidar, drogándose, tiene el perfecto derecho de hacerlo. E incluso si un joven quiere fumar un porro también es su decisión. Y por lo que toca a jóvenes y a infantes la solución es la educación al respecto acompañada de condiciones de vida digna.

Pero es gravísimo que un candidato a gobernar negocie con los narcos “el que vendan la droga en lo oscurito, sin que se vea, no tan a la vista…”.

Esa es la doble moral de los panistas. Mientras sus hijas abortan en caros hospitales exigen que se castigue a las mujeres pobres que se vean obligadas a recurrir al aborto incluso del hijo concebido mientras son violadas. Y lo mismo puede decirse de la prostitución de jóvenes y de niños y de niñas.

Con la derecha los empresarios aliados a otros pervertidos funcionarios se fueron aficionando a este crimen que hoy exhibe lo podrido incluso que está el Instituto de Migración desde donde se maneja y solapa la trata de blancas. Y en el mismo rubro se pueden ubicar las muchísimas mujeres pobres y de características similares secuestradas, desaparecidas algunas y otras encontradas asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua, y en otros lugares de la república. Estoy de acuerdo, absolutamente de acuerdo, en que la vía electoral, convertida en meramente electorera, no es la solución que el país demanda. Pero como el anular permite, si somos muchísimos, cancelar el registro de los partiduchos a modo, con los que reparten los mafiosos la limosna que les queda para repartir luego de robar a manos llenas, pienso que dado que la ciudadanía no entiende, de manera mayoritaria, lo que significa la abstención como condena, en aras de construir la ciudadanía comprometida con la cosa pública que como país necesitamos, un inicio puede ser el acudir, muchísimos, a anular el voto, dentro de unos días.