domingo, 28 de junio de 2009

Ahora veamos las cosas con más detalle

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Voto en blanco: la dictadura mediática.
27 de Junio de 2009


La oligarquía dominante en México pretende una vez más manipular a los ciudadanos menos informados y poco reflexivos para que terminen haciendo lo más conveniente a sus objetivos dictatoriales. Ha desplegado una campaña subrepticia en la que quiere hacer creer que los ciudadanos podrán “castigar” a las organizaciones y partidos políticos con un voto en blanco. Hace creer que esos partidos políticos están “preocupados” por el poder social que implica el abstencionismo, voto nulo o voto en blanco, e incluso se ha fundamentado la diferencia sutil de esos tres procedimientos.
Pero los individuos a quienes ha impactado esa manipulación no han reflexionado en las consecuencias ulteriores ni han contextualizado la realidad de los organismos electorales y de impartición de justicia del país.

Personajes del mundo político e “intelectuales” han argumentado también a favor de emitir un voto hacia personajes inexistentestal es el caso de Sergio Aguayo, con su candidata independiente Esperanza Marchita para que, después de las elecciones, soliciten al Tribunal Federal Electoral (TRIFE) una revisión que documente el volumen de votos nulos. Saben que la autoridad electoral tratará de desestimar el volumen de votantes hastiados por la podredumbre y deshonor de la “clase política”. En otros casos, se hace creer que con un 20% de votos nulos en una casilla será suficiente para anularla.

Se quiere partir de la falsa creencia de que los políticos tienen escrúpulos y que les afectará saber que no cuentan con la suficiente legitimidad social.

Pero veamos las cosas con más detalle. En estas elecciones intermedias se votarán a los diputados federales, acreedores a una curul en el Palacio Legislativo de San Lázaro. Dentro de las iniciativas que serán votadas por la legislatura se encuentran las “Reformas estructurales” y el IVA a alimentos y medicinas, así como la Ley del Infonavit. Y si por alianzas o “concertaciones” logran una mayoría coincidente superior al 75% del quórum cameral, podrán incluso hacer reformas constitucionales, como la pretendida al artículo 27 para facilitar la entrega de los recursos petroleros a los inversionistas privados (léase extranjeros).

Si anulas tu voto escribiendo en la boleta altisonancias que describan de cuerpo entero las nulas virtudes morales de la caterva gobernante, nadie, excepto los ciudadanos que fungen como funcionarios electorales de casilla, leerán tus exabruptos. Y después, acto seguido, serán guardados en un sobre cerrado rotulado como “Votos Nulos”, para finalmente terminar quemándose. Parafraseando a Diego Fernández de Cevallos, serán “papeles que nada dicen y mucho menos significan”.

En el caso más extremola anulación de un distrito electoral—, permitirá que el
diputado saliente
siga ocupando la misma curul, en una suerte de “reelección” hasta que se convoque a nuevos comicios. Si por el contrario, el número de votos no llega a ser suficiente para anular el distrito electoral o la casilla, será el voto duro de cada partido (los militantes de ese partido y todos aquellos ciudadanos a quienes se les compra su voto a cambio de despensas, láminas de cartón, bultos de cemento o tarjetas de leche Liconsa) el que defina al ganador. No quiero considerar aquí la perspectiva de un fraude electoral como el del año 2006, porque esto deterioraría aún más la muy enclenque credibilidad institucional.

Si a los políticos les afectara reconocer que no poseen legitimidad social, Felipe
Calderón
ya hubiera renunciado. No debe ser fácil para él acudir a todos los actos de gobierno rodeado de vallas y escuchar silbatinas y frases de repudio por no haber permitido la apertura de los paquetes electorales de 2006, aún cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos instruyó al gobierno mexicano para permitir abrir las boletas electorales. Calderón debería estar avergonzado por haber prometido durante su campaña la disminución de las tarifas eléctricas a los habitantes del norte del país (y de todo México) e incluso haber firmado su cumplimiento ante Notario. Mouriño debió haber renunciado cuando se descubrió su falsedad al declararse ciudadano español o cuando se hicieron públicos sus contratos petroleros al amparo de su cargo político.

¿Acaso entonces sirve de algo documentar el número de abstencionistas? ¿En algo cambiarán las cosas si en lugar del 43% de abstencionismo éste crece hasta el 70%? No me puedo imaginar a Manlio Fabio Beltrones, a Germán Martínez o Chucho Ortega llorando por el rechazo social. Gente como esa, que cínicamente confesó la validación del fraude electoral de 2006 por motivos patrióticos…
http://www.jornada.unam.mx/2008/07/14/index.phpsection=politica&article=010n1pol
¿A quién beneficia entonces el voto en blanco? Pues por supuesto a quienes detentan el poder actualmente.

Pero además de cualquier consideración, resulta fundamental abrir los ojos a una realidad innegable: al no votar, estamos abriendo la puerta a una dictadura, porque daremos argumentos a los cínicos que nos gobiernan para eventualmente abolir las elecciones por ser altamente costosas y poco eficaces. ¿Realmente eso queremos?

Nuestros deberes políticos no terminan al emitir un sufragio, sino que apenas
comienzan
. El hartazgo de la sociedad fue gestándose por nuestro desinterés ante los asuntos políticos, en el que los medios de comunicación han jugado un papel
fundamental en la desinformación
y el contubernio por intereses creados. ¿Cuándo has salido a las calles a reclamarle al político su cinismo o el incumplimiento de su palabra de honor? ¿Solo la sociedad francesa se atreve a tanto?

El gobierno quiere tener todo bajo su control, de manera dictatorial. Aunque los medios de comunicación usufructúan un espectro radioeléctrico que es propiedad de la Nación, a nosotros nunca se nos permite el uso de ellos para que nuestras inconformidades sean manifestadas; se nos mantiene vigilados a través de una credencial de elector cuyos datos se han atrevido a vender a compañías estadounidenses; los legisladores han autorizado enmiendas constitucionales para criminalizar la protesta social; se nos amedrenta con una supuesta guerra contra el narcotráfico, para ir introduciendo métodos de vigilancia ciudadana, como las cámaras en las calles. ¿En qué momento nos daremos cuenta de que el gobierno ha ido aplicando poco a poco un “estado policiaco”?

Si deseas amedrentar a los partidos de siempre”, emite tu voto de castigo a favor de cualquier otro a quien consideres menos malo. Pero no hagas tuyo el discurso vacío de un “voto nulo” porque será sinónimo de una sociedad democrática nula con ejercicio nulo de sus prerrogativas políticas.

Luis Martín Ángeles L.
luiz21_eng@hotmail.com

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