OTRO MILAGRO EN AMERICA

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Lugo: El cura que hizo un milagro


Por Max Lesnik
Así, de milagro político pudiera calificarse el triunfo electoral en Paraguay del Obispo en retiro forzoso, Fernando Lugo al lograr la Presidencia de su país después de 60 años de gobierno ininterrumpido del Partido Colorado, la vieja y tradicional fuerza política de ese país sudamericano que sirvió de base de poder del desaparecido dictador Alfredo Stroessner.

Todas las encuestas realizadas antes de los comicios del pasado domingo auguraban una victoria en las urnas para el sacerdote paraguayo suspendido de sus funciones eclesiásticas por Juan Pablo II en el año 2005, decisión ratificada por el nuevo Papa, su Santidad Benedicto XVI en el año 2007, suspendiendo al obispo Lugo en “Divinis” lo que significa que si bien sigue siendo sacerdote católico, no puede administrar algunos sacramentos ni enseñar la doctrina de la Iglesia.

Grave situación para el ex Obispo Lugo. Porque si bien, a pesar de lo que decían las encuestas, el ex Obispo tendría que lograr que los católicos de Paraguay votaran el día de las elecciones por un candidato que no era del agrado de El Vaticano, un obstáculo a todas luces más difícil de saltar que lo que representaban las fuerzas políticas que apoyaban a la candidata oficial del gobierno y los otros dos rivales aspirantes presidenciales procedentes de las filas de la oposición , que igualmente representaban el tradicional pasado político que Lugo pretendía barrer con su movimiento renovador patriótico de izquierda.

Sin embargo, a pesar de tan graves obstáculos, Lugo logró vencer a todos sus adversarios y es hoy el nuevo Presidente de Paraguay, un país de nuestro continente que por años venía quedando rezagado en el escenario latinoamericano, como si los aires de renovación política que se respiran en América no soplaran lo suficientemente fuerte como para llevar a Lugo a la Presidencia de su país.

Los vientos cruzaron las fronteras y ahí está en Asunción, en la presidencia de Paraguay el ex Obispo Fernando Lugo, un hombre sencillo defensor de los pobres de la tierra dispuesto a llevar a cabo en su país lo que desde hace mucho los paraguayos, desean, una patria libre y soberana que forme filas al lado de las naciones del continente americano que decidieron ya romper las cadenas que impiden la realización del sueño martiano-bolivariano.

En una entrevista reciente con un periodista europeo se definió Lugo a sí mismo diciendo: “Vengo de una familia que lleva la política en la sangre”. A lo que agrega el periodista, que Lugo cambió el púlpito por la tribuna cuando el 29 de marzo de 2006 encabezó una marcha de miles de personas contra el presidente Nicanor Duarte. La paradoja es que Lugo, nacido en 1951 en San Pedro, viene de una familia tradicional del Partido Colorado, el mismo con cuya hegemonía terminó el pasado domingo. Es sobrino de Epifanio Méndez Fleitas, un histórico líder colorado opositor al dictador Alfredo Stroessner, del mismo partido. “Mis padres estuvieron más de 20 años en la cárcel y tengo hermanos que sufrieron torturas y exilio”, señaló Lugo al periodista.

Esa es la historia del ex Obispo Fernando Lugo. El hombre que hizo el milagro de romper 60 años de mala política en su patria y que ahora tiene por delante la tarea de hacer otro milagro. El de llevar adelante su sueño por un Paraguay más justo, integrado al movimiento renovador que sopla con vientos de cambio en todo el continente americano.
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