¡¡Exijamos lo Imposible!!
Delirio colectivo
lunes, 04 febrero 2008
Por Juan R. Menéndez Rodríguez
En lugar de honrar esta sagrada obligación, Estados Unidos ha dado a los negros un cheque sin fondos; un cheque que ha sido devuelto con el sello de “fondos insuficientes”. Pero nos rehusamos a creer que el Banco de la Justicia haya quebrado. Rehusamos creer que no haya suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad de este país. Por eso hemos venido a cobrar este cheque; el cheque que nos colmará de las riquezas de la libertad y de la seguridad de justicia.
- Martin Luther King, Jr.
(Tengo un sueño, agosto 28 de 1963)
Algunos de los discursos y declaraciones hechos por políticos norteamericanos en torno a las figuras de los futuros presidenciables revelan grandes dosis de sueños y mitos, de irracionalidad sustentada en los sentimientos, en las emociones y los acuerdos, que poco a poco son aceptadas por los estadounidenses.
El análisis de las elecciones primarias en la Unión Americana invita a revisar temas aparentemente antiguos y repetitivos, pero que, a la luz de las circunstancias contemporáneas, adquieren nuevos significados e interpretaciones en los que los imaginarios sociales juegan un papel determinante.
La realidad social se construye de acuerdo con sentimientos, razones, culturas, sueños y pasiones indispensables para vivir en comunidad. Por lo general se trata de escenarios en pugna, en ocasiones contradictorios, donde unos imaginarios aparecen como dominantes y otros dominados. Son estas construcciones sociales las que permiten proyectar la experiencia, los conocimientos y la percepción mediante teorías, mitos, cuentos y creencias, necesarias para sobrevivir dentro de la colectividad humana.
La política forma parte de estas prácticas y no está exenta de mostrar anhelos y utopías, aunque también intereses propios de las clases privilegiadas, con el fin de manipular a las masas y convencerlas de las bondades de ciertas luchas e ideologías.
El discurso de Edward M. Kennedy en torno a Barack Obama, a quien llamó “la voz del sueño americano”, nos revela estas configuraciones sociales que van transmitiéndose a través de las prácticas discursivas. Kennedy, al pronunciarse en la Universidad Americana de Washington, expresó: “Nosotros también queremos un Presidente que atraiga las esperanzas de quienes todavía creen en el sueño americano. Y siento aires de cambio (…). Apoyaré al candidato que me inspire, que nos inspire a todos, que sea capaz de ofrecernos una visión optimista. Creo que hay un aspirante con las dotes de líder y el carácter necesario para responder a las extraordinarias exigencias de este momento histórico”.
En otra parte de su exposición, además de ponderar y destacar las cualidades de Obama como político, habló de su apoyo al momento de negociar la reforma de inmigración, la legislación para asegurar la presencia de buenos maestros en las aulas y las formas mediante las cuales proteger la seguridad nacional y la dignidad de los excluidos.
Hubo referencias a la vieja política de las pugnas entre razas, sexo contra sexo, heterosexual contra homosexual, así como a la mala economía que ha cerrado las puertas a los pobres. No faltaron la alusión a la guerra en Irak y el compromiso de oponerse a ella, y la necesidad de situar a Estados Unidos como el gran líder contra el calentamiento global.
El Senador fue manifestando los compromisos que contraía Obama al recibir el apoyo del Clan Kennedy, asegurando así los temas de la campaña del candidato y futuro trabajo en la Presidencia, y dejar clara su postura mediante una cita de su hermano John: “El mundo está cambiando; las viejas fórmulas ya no sirven”.
¿Por qué rompieron los Kennedy con los Clinton? Tal vez agendas, ideologías, desencuentros, no sabemos. Hillary cuenta con el apoyo del equipo de Bill Clinton y de sus partidarios, aunque también con la violencia de sus detractores o con figuras del Partido Demócrata que hubieran estado a su favor, pero a quienes el tono y agresividad de la pareja han inclinado hacia Obama. De acuerdo con las encuestas, se le considera la mejor preparada respecto a la situación económica o a los problemas del Sector Salud, pero no se considera que es suficiente cuando existen pronunciamientos emocionales y corrientes políticas a favor del cambio.
Tampoco ha convencido el tono de campaña de Clinton contra Obama. Al ganar John McCain en Florida, es posible que ya no sea determinante la experiencia de Hillary y se requiera de otra estrategia.
Mañana martes, 5 de febrero, amable y estimado lector, comprobaremos cómo operan los mecanismos de control social sobre los individuos, transformados en ilusiones y en procesos de asimilación o de aprendizaje.
¿Llegará una mujer a la Presidencia de uno de los países más poderosos del planeta? Se cree que frente a las restricciones de sexo o raza sean más profundas las primeras. Antes que a las mujeres, primero se dio el voto a los hombres negros así como ascensos más rápidos en la escala de poder. Sin embargo, ambas posiciones resultan difíciles y se requiere de los electores para ganar.
Sea Hillary Clinton o bien Barack Obama el candidato demócrata, la sociedad estadounidense se habrá transformado y, con ello, sus sueños, cultura y creencias.
jrmenrod@hotmail.com
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