¡¡Exijamos lo Imposible!!
El traidor a la democracia anda suelto
jueves, 07 de febrero de 2008
Alvaro Cepeda Neri
Chivo en almacén de cristalería, Vicente Fox Quesada, anda suelto por su patria, precisamente en la capital de España, arropado por Ignacio Polanco (con negocios en México, favorecido por Fox) y Juan Luis Cebrián, "respectivamente –dice la nota sin firma– presidente y consejero delegado de PRISA, grupo editor de El País", aparecida en ese periódico español y que juntos mucho tuvieron que ver en la cancelación del espacio en la W donde Carmen Aristegui fue condicionada a la censura previa para renovarle el contrato al frente de un noticiero. Ese grupo, socio de Televisa, le ha dado alas a Fox y su Centro.
El Centro es una asociación civil para, con sus 18 millones de dólares invertidos, alimentar el ego de Fox y Mart(h)a, impulsando la implantación de estatuas foxistas (como la levantada en Boca del Río, Veracruz, donde el alcalde es un panista-foxista millonario a la sombra del foxismo) y para, algún día, "empezar a poner en marcha sus actividades (centro de estudios, instituto de análisis, centro cultural y centro de documentación)". Al parecer abrirá en febrero, apoyado en nuestro país por algunos empresarios a los que el foxismo ayudó, cuando su divisa de que el gobierno "era un gobierno empresarial".
Lo curioso del caso es que El País siga derechizándose (pero en España es izquierdizante), apoyando a Fox, mientras quiere seguir quedando bien con Calderón (a través de Mouriño, cuyo nombramiento El País festejó como un triunfo español). Todo ello en el contexto de que Fox, durante su sexenio y en la sucesión se comportó como un autoritario antidemocrático. Tan es enemigo de la democracia que nunca la practicó; corrompió las reglas democráticas, gobernó antidemocráticamente, al favorecer a los integrantes de la oligarquía, a los ricos, mientras aparentó resolver problemas del empobrecimiento generalizado de la nación.
Cuando se fue de gira a Oaxaca, mientras embestía al aspirante de la oposición López Obrador, y maniobraba para favorecer a su esposa, después apoyar a Creel y, finalmente, rendirse ante Calderón para que, en última instancia, a cualquier precio (y así fue: a cualquier precio) ganara el PAN, un estudiante portó una cartulina que decía: Fox traidor a la democracia. Fox montó en cólera, se avalanzó contra el oaxaqueño y lo increpó hasta atemorizarlo con su guardia pretoriana. "¿Por qué dices que soy traidor a la democracia?". La pancarta había calado profundo dando en el blanco. Tocando en la llaga autocrática de Fox.
Anda muy preocupado Fox por la democracia, molesto por el populismo, enemistado contra el mesianismo y queriendo crear bibliotecas y centros. Pero la megabiblioteca, con una inversión de más de mil 200 millones de pesos, es un fraude, en el que participaron el panista Larrazábal Bretón, de Nuevo León y Sari Bermúdez protegida de Mart(h)a. Así que Fox es un traidor a la democracia y sus hijastros están metidos hasta el cuello en una investigación de corrupción. Fox ingresó a los presidentes del montón, un bribón "y los bribones son igual en todas partes".
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