¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Televisa, “por supuesto, nada que ver”
Ricardo V. Santes Alvarez*
El cinismo y la arrogancia son tan grandes en las cúpulas del poder en
México que parece inútil argüir que el sistema político y social está en
crisis, y que urge un cambio de rumbo. Las alarmas que se han encendido
en los últimos meses han sido recibidas en las alturas por oídos
sordos; demasiado sordos. Incluso cuando por alguna rendija se cuela la
voz las respuestas son desalentadoras, insulsas y reprobables; cito
algunas y dejo al lector la tarea de hallar autorías:
Ausencia de Estado en varias regiones del país: “Totalmente falso, el país está bajo control”.
Miles de muertes por causa de la “guerra” contra el narco: “Los enemigos
de México quisieran que nos retiráramos de esta misión. Lo que no
quieren ver es que todo es por la seguridad de los mexicanos”.
Periodistas asesinados: “Son gajes del oficio; lamentables. Pero algo
francamente indignante es la agresión a esa admirable conductora”. “El
respeto y la tolerancia son esenciales en una sociedad madura. Nada
justifica la agresión a @Adela_Micha. Recibe un abrazo solidario”. “Son
reprobables la intolerancia y el odio que han sido sembrados desde hace
tiempo en política. Mi solidaridad con @Adela_Micha”.
Compra de votos: “Claro que no, es un insulto al pueblo de México ese tipo de afirmaciones”.
Miles de pruebas del fraude: “Por supuesto que lo presentado en todos
esos paquetes no constituye prueba alguna; la resolución tiene una
impecable solidez jurídica”.
Personas y vehículos de Televisa detenidos en Nicaragua (I): “No, esas
personas no trabajan para la empresa, y sí, los vehículos están a nombre
de Televisa, pero en realidad no son de Televisa. Hubo falsificación”.
Personas y vehículos de Televisa detenidos en Nicaragua (II): “El uso de
nombres de empresas es un mecanismo de operación de las organizaciones
delictivas”; “incluso hacen operaciones financieras a nombre de terceras
personas que ni siquiera están enteradas y en este caso hasta lo que
tenemos de avanzada la investigación todo indica que así fue, aquí se
utilizó el nombre de una empresa en México para tener mayor facilidad en
el desarrollo de actividades criminales [...] No está acreditado que
sea realmente la empresa quien tenga la propiedad de los vehículos ni
tampoco que las personas trabajen ahí”.
Involucramiento del vicepresidente de Información Nacional de Televisa,
con el asunto en Nicaragua: “Una falsedad más”; “por supuesto, nada que
ver con el tema de las camionetas de Nicaragua...”.
Frente a los acuciantes problemas y situaciones que desacreditan cada
vez más las instituciones, la falta de decoro para ofrecer respuestas
mínimamente sensatas solamente es comprensible cuando proviene de una
mafia descarada y soberbia, la que presupone dirigirse a una masa
acrítica.
Adela Micha mostrando el impacto del “huevazo” que le lanzaron Foto: imagen de video
Pero en gran medida la mafia tiene razón.
Desde hace muchas décadas asistimos a un fenómeno de construcción de
conciencias sumisas y a modo, las que se muestran a través de la endeble
“opinión pública”. La mediatización de la opinión que imponen los
poderosos no puede entenderse sin la consideración de un número de
factores. Entre ellos:
La monopolización de los recursos de la comunicación, los que se
convierten de esta manera en simples difusores de “absolutos” a
conveniencia de las elites.
La pasiva recepción de “la información” por parte de la base social;
actitud lograda a través del consumo de los embrutecedores programas que
los medios presentan.
La exigua capacidad de reflexión de la base social respecto de los
asuntos públicos, resultante de una deplorable política de Estado en
materia educativa, que opta por la perpetuación de la ignorancia.
La existencia del acuerdo original entre los grupos de influencia y el
poder formal. Ambos saben que, a mayor ineptitud, menor capacidad de
respuesta, organización y acción política; por tanto, feliz permanencia
del statu quo.
La vanidad en el sentido weberiano (esa “necesidad de aparecer siempre
que sea posible en primer plano”), que mueve al político a buscar la
cumbre del éxito personal; sea a través de entrevistas cortesanas,
discursos fatuos, o por vía de imágenes de novelesco embeleso. En fin,
todo aquello que enaltece su ego. Y ¿quién para llevar esa vanidad a su
expresión sublime sino los medios, sobre todo la televisión?
En contubernio con las esferas del poder formal, los monopolios de la
comunicación se imponen a cualquier intento de democratización y
desarrollo humano, y han llevado a México a la actual situación de
crisis. El cogobierno de los intereses privados con el poder político es
un obstáculo para una mejora de la vida nacional.
Frente a ese monstruo que aplasta y aniquila, el cambio de rumbo debe
surgir desde la base. Es urgente la conformación de una sociedad civil
plena. En consecuencia, empecemos por promover actitudes que permitan
alcanzar acuerdos. Apunto tres:
1) Reflexión y crítica para con los asuntos públicos.
2) Tolerancia y comprensión frente a quienes piensan distinto; y
3) Deliberación constante en el espacio público.
Las circunstancias lo demandan. (Los Angeles Press)
Twitter: @RicSantes
*El autor es investigador del Colegio de la Frontera Norte en México
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