¡¡Exijamos lo Imposible!!
Narcomensaje
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Segob: “no se tolerará intimidación”
“Espero justicia”
: Humberto Moreira
Se acumulan los crímenes de Estado
Macrooperativo por muerte de JEMR
“Urgente acabar con la guerra”
: Fox
PAN y PRD hacen alianza contra PRI
Venta de garaje de recursos del país
“Muy sentida es la muerte cuando el padre queda vivo”.- Lucio Anneo Séneca
El mensaje para el gobierno federal entrante fue claro y contundente. La
ejecución de José Eduardo Moreira Rodríguez fue un golpe planeado
pormenorizadamente para causar el mayor efecto mediático y obligar a la
administración que encabezará Enrique Peña Nieto a mantener y/o revisar
la estrategia contra el crimen organizado. No dio lugar a dudas el
artero asesinato del hijo del ex dirigente nacional del PRI y ex
gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, y dejó sumamente mal parado al
gobierno saliente de Felipe Calderón que de inmediato respondió que “no
tolerará intentos de intimidación” y ordenó un operativo conjunto entre
fuerzas federales, Marina, Sedena y Policía Federal con el gobierno
coahuilense, para esclarecer el crimen de “un joven limpio, promotor
social que se dedicaba a trabajar con la gente más humilde de Acuña”,
como lo definió, consternado, su padre. Justo el día en el que se reunió
el gabinete saliente y el equipo de transición para discutir sobre la
seguridad hicieron de este crimen, una señal.
Luego de estar en la misa de cuerpo presente en la iglesia de Guadalupe y
antes de salir hacia el panteón Jardines de la Luz, en Ciudad Acuña,
Humberto Moreira indicó que su hijo fue asesinado de dos balazos en la
cabeza y que su muerte es una más de la guerra que se vive en el país.
Manifestó que “he aguantado muchas cosas, he aguantado calumnias, he
aguantado engaños, he aguantado que la gente hable sin saber, he
aguantado muchas cosas, pero esto no se puede aguantar, me mataron a mi
hijo, le dieron dos balazos en la cabeza, unos desgraciados, espero
justicia”. El ex gobernador exigió a las autoridades dar con los
responsables y que les impongan un castigo severo.
La naturaleza del crimen hace revisar los mensajes que se le mandaron en
su momento a un envalentonado Felipe Calderón, promotor y ejecutor de
la sangrienta guerra contra algunos cárteles de la droga, apoyado por el
gobierno de los Estados Unidos, que ha dejado alrededor de 100 mil
ejecuciones, contando los “daños colaterales” de miles de inocentes y
sin tomar en cuenta los miles de desaparecidos en esta conflagración
irregular. En primer lugar, la muerte del español Juan Camilo Mouriño,
cuando se desempeñaba como el número 2 de la actual administración
calderonista y quien gozaba de todos los privilegios de ser el hombre de
las confianzas del inquilino de Los Pinos. Muy cuestionada fue la
hipótesis del “accidente”, el 4 de noviembre de 2008, cuando el avión
Learjet 45, matrícula XC-VM, en el que volvía a la Ciudad de México
después de una gira de trabajo en el estado de San Luis Potosí, “se
estrelló” en la intersección de Periférico y Paseo de la Reforma.
En estas mismas líneas, con toda oportunidad, dimos cuenta de los
traspiés de los investigadores quienes, un año después, determinaron que
una serie de errores cometidos por el controlador de vuelos y los
pilotos del avión, a quienes se intentó hacer pasar como responsables,
pudieron ser las causas del desplome. La conclusión no convenció a
nadie. Gran parte de la población también criticó que a un funcionario
extranjero, acusado de tráfico de influencias y uso indebido de
funciones para enriquecer su patrimonio personal y el de su familia, se
le rindiera homenaje como si se hubiera tratado de un héroe nacional,
sólo por la gran cercanía que tenía con Felipe Calderón, quien en su
momento no ocultó su consternación por la pérdida de su “amigo del
alma”. Desde esa fecha, el signo de la muerte también alcanzó al
inquilino de Los Pinos más cuestionado de la historia moderna del país.
Otro accidente o ejecución no aclarada y que pudo tratarse de otro
mensaje directo a Felipe Calderón, lo representó la muerte de Francisco
Blake Mora cuando también se desempeñaba como secretario de Gobernación
del gobierno calderonista. Su deceso ocurrió el 11 de noviembre del año
pasado, cuando el helicóptero en el que viajaba se estrelló en Chalco,
Estado de México, en las cercanías de Santa Catarina Ayotzingo y del
Distrito Federal. La hipótesis del accidente fue la que también se hizo
prevalecer. Y si recorremos el calendario unos años más atrás, hasta el
21 de septiembre de 2005, llegamos hasta otro accidente trágico, no
aclarado porque la información sobre él fue reservada por 12 años. Se
trata del percance en el que murió el secretario de Seguridad Pública
federal del gobierno de Vicente Fox, Ramón Martín Huerta, cuando el
helicóptero Bell 412-EP matrícula XC-PFI en el que se dirigía a
abanderar a los nuevos custodios del penal de máxima seguridad de La
Palma (antes Almoloya), se estrelló en el paraje montañoso Llano Largo,
La Cima o Cumbres Las Peras, cerca de San Miguel Mimiapan, en el
municipio mexiquense de Xonacatlán.
Mientras no sean aclaradas cabalmente esas muertes, siguen en la
hipótesis de crímenes de Estado y son consideradas como mensajes
directos al titular del Poder Ejecutivo de la Nación, por parte de
organizaciones criminales. Ahora, el mensaje fue más claro, directo y
contundente; la víctima fue cuidadosamente seleccionada. José Eduardo
Moreira Rodríguez era hijo del ex dirigente nacional de PRI, Humberto
Moreira, en su momento uno de los principales adversarios políticos de
Felipe Calderón. Era también funcionario del gobierno de su tío, Rubén
Moreira Valdés, y se desempeñaba como coordinador de Programas Sociales
de la Secretaría de Desarrollo Social Estatal. Al conocerse su
ejecución, presuntamente en una emboscada, de inmediato Enrique Peña
Nieto manifestó sus condolencias a la familia del ex líder nacional de
su partido y demandó que el crimen no quede impune.
Ante el artero crimen, Felipe Calderón informó en Colima que dio
“instrucciones precisas” a la Procuraduría General de la República, que
encabeza Marisela Morales, para que colabore con el gobierno de Coahuila
en las investigaciones de la ejecución del hijo del ex dirigente
nacional priísta. Señaló que “no hay palabras suficientes para calificar
la bajeza de la cobardía ocurrida el día de ayer en el Estado de
Coahuila, comprendo y respeto el profundo dolor que ello causa a
familiares y amigos”. También comentó que se comunicó con el gobernador
Rubén Moreira para manifestarle el apoyo del gobierno federal para
realizar una investigación “eficaz, objetiva y confiable” para dar y
castigar a los criminales de quien fuera su sobrino.
El gobierno federal, a través de la Secretaría de Gobernación, a cargo
de Alejandro Poiré, lamentó la ejecución de Moreira Rodríguez, reconoció
el “esfuerzo del gobernador Rubén Moreira para combatir el crimen”, y
advirtió que la administración federal “no tolerará intentos de
intimidación ni habrá impunidad para los responsables”. Añadió que
“hechos tan lamentables como estos, refuerzan la firme convicción del
gobierno de la República para enfrentar, de manera contundente, a los
miembros de grupos criminales”.
El ex presidente Vicente Fox criticó desde San Francisco del Rincón,
Guanajuato, que el homicidio de José Eduardo Moreira es parte de la
“guerra sin sentido” contra el narcotráfico que inició Felipe Calderón.
En un comunicado emitido desde el Centro Fox, lamentó “una muerte más de
un joven en esta guerra sin sentido; es urgente acabar con la guerra y
encontrar la paz”. Mandatarios estatales, especialmente de extracción
priísta, manifestaron también su pésame ante la muerte del hijo del ex
dirigente nacional de ese partido.
El dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, afirmó
que este asesinato demuestra que el crimen organizado está retando a la clase política. Señaló que “el crimen sigue creciendo y anda ya, ahora sí, tocando
linderos de las clases políticas, en este caso concreto del ex
gobernador”. El líder opositor dijo que “están peligrosamente ya retando
para seguir buscando tener más control de territorios y más control
sobre las decisiones, por eso también es necesario un Acuerdo Nacional
que ponga en el centro la necesidad de la vigencia plena del Estado
mexicano”.
Homero Ramos, procurador de Coahuila, anunció un operativo conjunto
entre fuerzas federales y estatales para esclarecer el crimen de Moreira
Rodríguez. La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) inició
la averiguación previa penal A51009/012 por el delito de homicidio de
quien o quienes resulten responsables. Ese funcionario informó sobre la
llegada de efectivos de las secretarías de Marina, de la Defensa
Nacional, de Gobernación, y de la Procuraduría General de la República
para coadyuvar en las investigaciones. La delegación de la PGR en
Coahuila inició, por su parte, la investigación AP/PGR/COAH/108/DD/2012.
Expertos de servicios periciales recabaron los indicios necesarios en
el lugar de los hechos, apoyados por especialistas en las áreas de
dactiloscopia, criminalística de campo, fotografía, genética, medicina y
química forense.
El resto del país está a la espera de respuestas ante éste y 100 mil
crímenes más. ¿O el mensaje viene de la delincuencia interna? ¿La acción
y la reacción serán la misma que ha acompañado los casos de Sicilia, de
Martí o de las muertas de Juárez? ¿Acaso es el llamado de las mafias
para encontrar por fin la forma de llegar a pactos? ¿Un cártel trata de
proteger su espacio o son todos los que luchan por seguir en
competencia? Cualquier cuestionamiento, así como las conjeturas, son
válidas en tanto este gobierno y el entrante carezcan de la credibilidad
suficiente para no dudar de su información oficial. En tanto, todo
estará en veremos y los lutos aumentan.
REFORMA LABORAL EN RUTA
La ruta para la aprobación de la reforma laboral ya fue trazada en el
Senado de la República. La Comisión del Trabajo y Previsión Social
determinó llevar hasta el fin de mes, la disputa que se tiene por la
minuta enviada por la Cámara de Diputados, que prevé modificaciones a la
Ley Federal del Trabajo que ha provocado movilizaciones de rechazo a la
cancelación de conquistas históricas de los trabajadores mexicanos en
aras de impulsar, presuntamente, la competitividad y las ganancias de
los empresarios e industriales al reducirles los costos de operación y
liquidación de sus empleados. La propia secretaria del Trabajo y
Previsión Social, Rosalinda Vélez, quien se reunió en privado con los
integrantes de la bancada del PAN en el Senado para explicarles la
reforma laboral, confirmó que la minuta aprobada por la Cámara de
Diputados “recoge el 80 por ciento de la propuesta del Ejecutivo”.
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