No claudican
Los mineros de Cananea advierten que sólo muertos los desalojarán de su lugar de trabajo
CANANEA, Sonora, 16 de abril (EL UNIVERSAL).- Aquí, la gente no sale a la calle... Un millar de policías federales esperan órdenes y los mineros, que mantienen firme una huelga de 21 meses, advierten apostados a las puertas de su mina: “Sólo muertos nos sacarán”. Se prepara una batalla en la planta Mexicana de Cananea, operada por el Grupo México.
Unos con balines de acero, palos y tubos y otros con cascos, caretas, escudos y toletes. Cualquier chispa detonará este enclave sonorense. El pueblo está en silencio... Los 850 oficiales de las Fuerzas Federales de Apoyo se han instalado al otro lado de la cabecera de este municipio de apenas 32 mil habitantes.
Esperan órdenes los mineros que se concentraron en su sede sindical. Ambos velan amas. Tras casi dos años de paro laboral, según el Sindicato Minero, la empresa adeuda más de 636 millones de pesos en salarios caídos así como cerca de 424 millones de pesos de bonos de productividad a los mil 60 mineros sindicalizados.
“No tenemos armas, no somos delincuentes”, dice el líder sindical minero Sergio Tolano Lizárraga, entrevistado en sus oficinas de la Sen 65: “Si movilizaron a las fuerzas federales es para agredirnos, pero nos mantendremos firmes, no nos robarán la dignidad”. Alrededor del dirigente sindical hay unos 15 mineros, y uno de ellos reclama las preguntas del reportero: “Aquí no tenemos armas, no vamos a decir cómo nos vamos a defender, pero eso sí vamos a defendernos con todo lo que tenemos”.
Este jueves los mineros -incondicionales al depuesto dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, Napoleón Gómez Urrutia- reforzaron las barricadas en los tres accesos a la mina de cobre.
Han colocado mantas sobre uno de los accesos con fotografía de Gómez Urrutia y el presidente estadounidense Barack Obama. Trascabos y camiones de carga han sido llevados a las rejas para impedir cualquier incursión.
Mientras, la ciudad está al borde de la parálisis. La huelga ha dividido a los cananeos. Un sector, el de servicios, está harto de que no circule el dinero y el otro apoya de manera incondicional la lucha de los mineros.
La víspera el alcalde de Cananea, Luis Carlos Cha Flores (PAN), demandó a Felipe Calderón Hinojosa, ordene el retiro de las Fuerzas Federales desplegadas en la zona. Los mineros insisten en que se reconozca a la dirigencia de Gómez Urrutia, que haya garantías e seguridad en la planta, acusan accidentes de personal, el cierre de su hospital por órdenes de Grupo México, el incumplimiento de prestaciones salariales y la contratación de personal externo para cubrir diversas actividades de la planta.
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