¡¡Exijamos lo Imposible!!
Mouriño está fuera
Mouriño mintió al firmar los contratos con Pemex.
Bajo protesta de decir verdad declaró que no se encontraba bajo los impedimentos señalados por el artículo 50 , fracción II, de la Ley de Adquisiciones, es decir, ser un servidor público. Lo feo y, ahora, grave fue la mentira, el engaño, el disimulo de una persona que tenía un cargo oficial. Y lo peor fue que Pemex dio por buena la mentira de tal manera que se violó la mencionada ley de adquisiciones. Alguna influencia tendría Mouriño en Pemex para que tan flagrante violación fuera pasada por alto. Total: los contratos que firmó Mouriño eran nulos, pero nadie se dio cuenta… hasta ahora. Los pagos hechos por Pemex a la empresa de Mouriño deberían ser reembolsados a la paraestatal, pero ¡uf!
Mouriño quiere que la PGR atienda el caso porque sabe que no es un asunto penal. Así, presenta copia de los contratos al procurador, quien no tenía abierta una averiguación pero que ahora la puede resolver en un dos por tres y sin que nadie se lo pida. Esta es la increíble historia de alguien que se denuncia a sí mismo.
Mouriño se encara ante los medios pero, antes, había mentido cuando afirmó que él no había firmado nada. Ahora, niega todo, pero admite todo: ahí están los contratos. Al final, Mouriño reconoció que todo era verdad y entregó copia de los documentos pero sólo cuando los contratos firmados ya se encontraban dando vueltas en internet.
Mouriño dice que las acusaciones en su contra tienen propósitos políticos, lo cual es muy evidente, pero se equivoca al decir que la publicación de los contratos es un asunto, en sí mismo, político, ya que tal cosa equivaldría a decir que no hay tales. Lo firmado fue firmado; lo de hoy es una consecuencia. ¿Cuántos contratos de suyo nulos se firman en las sombras de Pemex? El escándalo mediático no se debe a la publicidad de los contratos sino al signante de los mismos.
Mouriño se encara con su propio partido, dentro del cual se discuten temas que van desde la inaceptable “perfidia” perredista hasta la vergüenza de tener líderes que violan la ley con la complacencia a posteriori de la dirección nacional del PAN. ¿Les encanta a los panistas que los servidores públicos firmen contratos con Pemex por encima de la ley?
Mouriño está siendo protegido por Calderón, quien de seguro ya sabía todo lo de los contratos y le pareció una buena conducta de un funcionario público legalmente inelegible para ser contratista de Pemex. El respaldo de Calderón convierte a éste en parte del asunto. Todo el gobierno y su partido están siendo arrastrados por un escándalo cuyo origen es la firma indebida de contratos con Pemex y cuya actualidad es la defensa del amigo y discípulo.
Mouriño niega que haya más contratos firmados por él como apoderado de una empresa contratista, pero no niega que haya más con esa misma empresa y otras en las cuales él aparezca como socio accionista, en igual violación del artículo 50.
Mouriño es hoy la divisa del gobierno de Calderón y lo seguirá siendo mientras permanezca en el cargo.
Mouriño está fuera.
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