Un 18 de marzo en México auguraba, lo que fue a lo largo de muchos años, la esperanza de construcción de otro mundo posible en Latinoamérica.
“El Tata”, Lázaro Cárdenas del Río, expropiaba para los mexicanos el petróleo, con ayuda de los propios mexicanos y de las mexicanas que entregaban sus joyas, a la par que otros de sus enseres, incluso de labranza, para recuperar de manos extranjeras los bienes de su Patria.
La Nación toda se alzaba majestuosa y soberana el 19 de marzo. Libre de cadenas y llena de ese orgullo necesario para forjar la identidad que todavía estamos lejos de tener forjada. Con ese orgullo que también estamos lejos de sentir hoy por México, los mexicanos, dado el estado bananero en que han convertido, gobernantes apátridas y usurpadores, a la patria mexicana.
Sin minimizar la responsabilidad criminal del conjunto de familias mafiosas que controlan el país a su antojo, como si de un rancho propio se tratara. Tendríamos que empezar a reconocer también nosotros: los gobernados, los ciudadanos, la sociedad, cada persona que aquí habitamos…, que hemos tenido parte de culpa en lo que a México, de manera tan brutal y al parecer sin retorno, aqueja. Tendríamos que hacerlo de cara a este 18 de marzo de 2008 en que nuevamente ha surgido con fuerza otro movimiento ciudadano en defensa del petróleo, de la electricidad, de los hidrocarburos, de los bienes de la nación mexicana, que reconocer nuestros propios errores y tomar el control de la cosa pública exigiendo la puesta de candados legales para los servidores públicos llegados de cualquier partido y sin importar las ideologías diversas.
Qué bueno que ganó Encinas la elección perredista. Pero otras veces he comentado que en las caricaturas mexicanas, que en algunas de las caricaturas que la prensa no vendida publica en México, se escribe la historia y qué tantas no habrán sido las “irregularidades” que ya quedaron así documentadas para la historia.
Estoy convencida de que el triunfo de Encinas, a pesar del fraude avalado desde Los Pinos que daba como seguro ganador a Ortega, puede ser para bien en la hora tan oscura por la que México atraviesa.
Pero… ni “Los Chuchos” están fuera ni Encinas ha demostrado todavía que va a llevar al PRD a dar el salto a convertirse en el partido realmente de izquierda que el país pide a gritos en esta hora de remate de México.
Hora de sometimiento a la intervención extranjera que literalmente desde la Secretaría de Gobernación usurpa el poder que los mexicanos no le entregamos en las urnas.
Hora en la que retrocede más de uno, incluido el hijo de “El Tata”, que acepta el colonialismo queriéndole hacer creer al pueblo que eso es lo moderno.
Qué bueno que ganó Encinas, a pesar de los pronósticos que daban como seguro ganador a Ortega. Pero el salto que Encinas debe propiciar es muy grande y tendría que empezar por fijar una posición partidaria con relación a la masacre del campamento guerrillero dormido llevada a cabo por las fuerzas militares gringas y colombianas y en especial tendría que condenar drásticamente el asesinato brutal de los estudiantes mexicanos asesinados mientras dormían en Ecuador.
De no hacerlo así entenderemos que el PRD, también con él, sigue eligiendo ser “el buen partido a modo de izquierda” que conviene a la usurpación y que la telecrática telebasura promueve que sea.
Cuando las cosas no son diáfanas, y más aún entre gente de izquierda, se corre el riesgo de no generar el arrebato que los mexicanos necesitamos para volver a tener esperanza en la vía partidaria.
Perdón, ayer olvidé mandar mi colaboración que era la misma de hoy pero con fecha 18 de marzo. ¡¡Exijamos lo Imposible!!
http://www.prensaescrita.com/diarios.php?codigo=MEX&pagina=http://www.poresto.net
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