A mí ni me miren, yo no voté por Fox
Por Polimnia Romana
14 de Abril, 2009
Por Polimnia Romana
14 de Abril, 2009
Las trampas y la falsa democracia han dominado a nuestro país desde que dictadores le dejaron sus puestos a los dinosaurios. Pocos fueron los hombres buenos, valientes y honestos que nos salvaron de la ruina total o de una invasión completa.
En una expresión de repudio total al régimen priísta en el año 2000, la mayoría de los mexicanos votó por el pan, o mejor dicho, en contra de los dinosaurios. Gravísimo error.
Un clavo no saca a otro clavo, deshacerse de los rateros, asesinos, opresores y desvergonzados no es cosa de cambiar de color las banquetas y las fuentes. Cambiar la situación social y económica de México no es cosa fácil. No podemos borrar en un día con un crayón años y años de injusticias.
Hoy todos sabemos que votar por Vicentito fue una pésima decisión. No es mi caso, pero he oído de boca de personas muy importantes, para mí en lo personal y para la sociedad en general, que se arrepienten de su mala elección aquel 2 de julio. Como muchos ingenuos se fueron con la finta. Una campaña mediática aunada al descontento general lograron colocar en Los Pinos al peor huésped que había tenido. La familia Fox-Sahagún alcanzó el poder democráticamente y fue lo único que hizo.
A partir de diciembre del 2000 se dedicaron a hacerse patos con sus obligaciones y a concentrarse en sus viajes y promociones personales. Dejaron al pueblo que votó por un cambio con las ganas de ver siquiera la más mínima mejora. Seis años de estupideces remataron con el fraude electoral más terrible que ha presenciado nuestro país. Fox no sé quiso despedir de la tierra que lo hizo multimillonario sin antes darle el tiro de gracia.
Nada de esto es información exclusiva, al contrario, es de dominio popular. Que no vengan ahora los legisladores del PRI, y algunos del PRD, con golpes de pecho cuando el botudo ya se fue a su ranchito a disfrutar de nuestro dinero, si cuando tuvieron la oportunidad de hacer algo para frenar tanto robo se hicieron ojo de hormiga, que no vengan hoy a culpar al ex presidente cuando tienen en sus narices al espurio actual. Sería un acto de justicia que al pueblo de México le regresaran cada peso que los hijastros de Vicente le arrebataron, sin embargo, considero más urgente parar el saqueo actual. Si perseguimos únicamente a los rateros del pasado, no acabaríamos jamás.
Con las pruebas del fraude y los cientos de irregularidades que mantienen a su gabinete y socios empresarios en la revista Forbes, el pelele está en charolita de plata para que los diputados y senadores libres de culpa avienten la primera piedra, si se atreven, claro está.
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