¿Habrá algo que festejar el 15?

¡¡Exijamos lo Imposible!!
No como ni PAN ni circo
Por Manú Dornbierer

Satiricosas

I
Para festejar el Bicentenario…

El país de América que más derecho tiene de festejar el bicentenario de su independencia de España es Bolivia. Como México con Benito Juárez en el siglo XIX, ha logrado en el XXI tener de presidente legítimo a un hombre inteligente y de bien, perteneciente a la raza autóctona, la aymara, que los invasores no lograron desaparecer. Ningún otro mandatario americano está rescatando a su patria de las innumerables y destructivas garras de ese atroz colonialismo actual que es el neoliberalismo globalizador como Evo Morales.

México está en el caso opuesto. Los españoles que masacraron a 7 millones de indígenas (hay que leer a Fernando Benítez, para “festejar” nuestro bicentenario con conocimiento de causa) han vuelto por sus fueros gracias al panismo y a un presidente mestizo ilegtítimo. En sólo 10 años de este siglo, el panismo ha devuelto a los españoles, para que lo sigan saqueando, buena parte de los activos del país, bancos, empresas, hotelería, entre mucho más, y quería regalarle Pemex a la petrolera española Repsol porque Felipe Calderón se atrevió a imponerle a México como secretario de Gobernación a su favorito, Juan Camilo Mouriño, un español nacido en Vigo, al que inútilmente intentó disfrazar de mexicano nato.

Nada que ver estos españoles neoliberales voraces con aquellos exiliados de la Guerra Civil Española a los que Lázaro Cárdenas abrió los brazos y que aportaron a México una nueva y gran cultura.

¿Cuál independencia podriamos festejar hoy?

Ni de España ni de otros países ha podido México independizarse.

Carlos Salinas de Gortari lo alineó al capitalismo a ultranza al pactar abiertamente pero no en términos de igualdad, el TLC en 1993-94, tras haber pactado en lo oscurito con George Bush, padre, la entrega paulatina del país, el petróleo por delante, a través de diversas estrategias. Lo siguieron en tan “noble” empresa sus sucesores en Los Pinos, tanto del PRI, como del PAN, es decir del PRIAN. México, como nunca, obedece hoy al imperio. Es parte del tripié, con Colombia y Perú, que se opone a una Latinoamérica verdaderamente latinoamericana.

Hoy por órdenes imperiales México está en guerra contra sí mismo desde 2007, para sorpresa del mundo, igualmente plagado de drogas, pero que no abre tan torpe e irresponsablemente en su propio seno su caja de Pandora. Felipe Calderón acudió a Yucatán a la firmar la Iniciativa Mérida, el Plan México sin ningún consenso ni legislativo ni cívico. Fue obvio que con la militarización para la lucha contra el narcotráfico Felipe Calderón quería asumir un liderazgo y una legitimidad que no obtuvo en las urnas. En Mérida pidió y obtuvo (después) 400 millones de dólares para desatar la guerra antinarco que hoy padecemos y ha causado en cuatro años 29,121 ejecuciones hasta al 1º de septiembre 2010, como reseñan los periódicos de la OEM que llevan minuciosamente la cuenta. Al presidente de Estados Unidos Barack Obama le preguntaron en la BBC al cumplir su promesa electoral de terminar la guerra de Irak esta semana, cuántos civiles iraquíes habían muerto en los últimos siete años y contestó: “Yo diría que unos 30,000… y 3,889 soldados nuestros”.

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