¡¡Exijamos lo Imposible!!
ENTRE FARSAS Y MONTAJES
Lilia Arellano
Si bien no puede negarse que es sano que se atrape a narcotraficantes “de grueso calibre”, resulta por demás reprochable que todas estas acciones se realizan para, como puede verse claramente, proteger al cártel del sexenio. Ahora resulta que para tapar todo lo que se ha dicho sobre la “captura” de “La Barbie” y el sospechosísmo con el que se trata la detención de “el grande”, vuelven a sacar a la escena al “pobre” “jefe Diego”, que quien sabe si en la gloria del Señor ya está. Para darle el toque simpático, el comunicado fechado lunes 13 de Septiembre del 2010, está firmado por los “misteriosos desaparecedores”.
Al que sitúan como boletín 3 lo rodean de una serie de expresiones que denotan un gran odio y desprecio por el panista. Señalan que parecía virrey de la Nueva España y que por ello “querían verlo preso o peor aún muerto”. Son puntilludos al señalar que “fungió” como vicepresidente de México y, tras aquella noche en que su pasado lo alcanzó, no faltó quien quiso que se pudriera en los infiernos y quienes lo alabaron por la doble hazaña, según, “de ser un viejo huesudo y un cabrón bien hecho”. Acaso la noche a la que se refieren ¿fué cuando lo secuestraron? Y si su pasado alcanzó es en clara referencia ¿a su función como vicepresidente de México?
Para desviar la atención lo mismo mezclan en este comunicado a algún grupo de poder o de particulares defraudados o ardidos que hablan de la posibilidad de un secuestro con fines económicos, sin pasar por alto la eventualidad de que se trate de un intento de trueque del narcotráfico. Más brutal aún es el señalamiento sobre el abandono de su familia y de sus amigos de quienes los “misteriosos desaparecedores” dicen “no les importó su suerte”.
Pero aquí también habrá que señalar el abandono del Estado y de los propios panistas. Otro punto que revela la utilización que de la desaparición de Fernández de Cevallos se viene haciendo desde quién sabe cuál cúpula de poder, se representa en la fotografía que exhiben y que data del 26 de mayo cuando ya estamos en septiembre.
A manera de burla citan datos y señas particulares que aparecen en el banco nacional de personas extraviadas en donde se define a Diego Fernández de Cevallos con: “Edad: 69 años. Estatura: 1.70 metros. Peso: 65 kilos. Complexión: muy delgada. Tez: morena clara. Seña particular: cicatriz en la columna vertebral”.
Aunque parezca mentira todos estos montajes van rumbo al 2012 ya que la fotografía de don Diego mostrando una revista proceso de fecha 26 de mayo, en donde el panista aparece con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, principal promotor de Enrique Peña Nieto y protector de por lo menos seis de los gobernadores priistas electos, no es una casualidad. El escándalo de una forma o de otra, va a reventar. Habrá que puntualizar en que el lenguaje, lo escrito en ese comunicado 3 será muy cruel, pero también muy real; tanto como el caos político que se avecina.
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