FOBAPROA: rostro “legal” del crimen organizado en México
Ricardo Andrade Jardí
Afirma el espurio usurpador que es falso que su gobierno cubra a “El Chapo” o a grupo criminal alguno. He ahí otra de las sistémicas mentiras que caracterizan al caballerito de Los Pinos. El y su desgobierno, al igual que su partido, desde hace rato que vienen encubriendo a grupos criminales, baste de ejemplo el FOBAPROA, que no es otra cosa que la careta legaloide para cubrir un atraco de dimensiones inimaginables en contra de una nación cometido por una peligrosa pandilla de criminales bien organizados y cobijados por la IMPUNIDAD corrupta, promovida no sólo por los 72 años de gobiernos priístas, sino también por el ex-gerente de la Coca-cola y segundo marido de Martita, así como por el usurpador FeCal.
Y, ahí, en la protección de los banqueros y ex banqueros que saquearon, y saquean aún, este país y que se les sigue pagando su inmoral deuda privada, convertida en pública, con la aprobación del PRI y el PAN, es donde se escuda la peor red del crimen organizado no sólo de nuestro país, del mundo entero. Primero que nada porque gracias a la IMPUNIDAD, que FeCal consintió, para esa pandilla de corruptos y privados banqueros, cuando era presidente de Acción Nacional, es que se fincaron las primeras normas que darían origen a la violencia de los otros grupos criminales. No peores que los protegidos en el FOBAPROA.
No se le puede pedir a nadie que no aspire a vivir de la delincuencia en un país donde los delincuentes convierten en privadas sus ganancias y en públicas sus millonaria pérdidas. En realidad no hay gran diferencia entre los cárteles del narcotráfico y los cárteles del FOBAPROA. Es más, es casi imposible distinguir en dónde inician unos y dónde terminan los otros. No olvidemos que son los empresarios del FOBAPROA, los que, presumiblemente, blanquean el dinero que proviene de la venta ilegal de la droga o de la pornografía infantil y la pederastia, que son grandes y católicos, por cierto, empresarios los que utilizan la “legalidad” de sus empresas o bancos para lavar el “dinero cochino”. Y católicos también son los lugares desde donde se arman las redes de pederastas que ponen en riesgo a la infancia mexicana, aunque los jueces pretendan otorgar IMPUNIDAD, a sus presumibles socios, en el mercado del abuso sexual de infantes.
Por eso son aún más inmorales las mentirosas declaraciones del usurpador cuando dice que su desgobierno no protege criminales. La lista de los protegidos es extensa y por todos conocida. Basten de ejemplo los Molinar Horcasitas, funcionario, que se siente presidenciable y posible sucesor del prófugo del barco anclado en Bucareli, pero funcionario del IMSS en los tiempos en que se subrogaron las guarderías como la ABC, donde fueron asesinados 45 niños. O baste también la reunión sostenida con el asesino de G. W. Bush, en la casa de conocido ex banquero, en la que FeCal sirvió de testigo lacayo, mientras medio centenar de jóvenes eran detenidos por defender su derecho, y el de todos los mexicanos, al libre tránsito en la ciudad donde habitan. La renuncia de FeCal es urgente. 56 ejecutados en 24 horas son algo más que una mera advertencia del país en que nos han convertido los FOBAPROAS del neoliberalismo.
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