LAS ANCHAS ESPALDAS DE HUGO CHAVEZ

¡¡Exijamos lo Imposible!!

DE ADRIANA VEGA

LAS ANCHAS ESPALDAS DE CHÁVEZ.

El tratamiento de La XVII Cumbre Iberoamericana dejó algunas cosas abiertas: Latinoamérica ya no es la provincia sumisa dominable y aún servil a la que estaban habituados los USA americanos o la “cándida” Europa utilizando la sanata de hacerse amiga porque compartimos idioma.

En algunos países, el mío por ejemplo, las dictaduras adiestradas en la Escuela de las Américas se encargaron muy bien de borrar de las cabezas héroes como San Martín, Belgrano y Güemes, gestores de la Independencia y cuyas campañas libertadoras fueron ejemplo de dignidad, amor de patria, internacionalismo solidario, integración y logro de soberanía política.

Nuestros HÉROES hoy, ayudados por el revisionismo histórico, son unos desparecidos más de Argentina y engrosan la cifra del Nunca Más.

Disipaciones ocurridas no por arte de magia sino auspiciadas y vendidas mercantilmente con el logo del imperio y que sin embargo afirman hoy en nuestra población una pertenencia patriótica no sólo futbolera y la esperanza de justicia que suelen demandar los pueblos sin tener poco que ver con quien gobierna.

Impedir que la historia sea falsificada y desvalijada por la usura de los opresores es una decisión que cuenta con el apoyo de nuestras masas populares. Arengas sentenciosas con referencias, ofertas e ilusiones futuras que jamás lograron tampoco las democracias burguesas, no se aplauden más y sólo son útiles para los titulares de la prensa servil y la derecha vernácula.

Hace poco hemos comprobado que exigir callar en la Cumbre a un presidente investido de auténtica dignidad, no fue tarea viable ni aún para ese Rey que se expresó como si se dirigiera a un plebeyo. Su enunciado rimbombante fue fuerte y dio oportunidad para que salieran a la luz tramas de la política exterior española de la que es responsable.

Hoy las brisas de Latinoamérica son diferentes y los pueblos ya no creen a quienes impusieron estrategias portadoras de indigencia, inmoralidades y cruel terrorismo, aunque debemos admitir que los latinoamericanos acostumbramos cargar las espaldas de líderes determinados como es el caso de Fidel Castro o Hugo Chávez que para las izquierdas de estas latitudes funcionan: – Cómo no nos tocó a nosotros algo igual, o:- Existe carencia de líderes en estos momentos. No se puede creer en nadie.

Es claro, atenuado el heroísmo por la desaparición de los próceres y su historia independentista, algunos se resignan y a otros los buscamos por las afinidades.

Dispuestos a sostener la idea Bolivariana, San Martiniana y Martiana de una Nuestra América Unida, visualizaremos que los problemas más acuciantes de Latinoamérica los está viviendo el pueblo Colombiano, sumados a la falta de voluntad del gobierno urribista por conseguir el acuerdo que solucione el tremendo y complicado dilema.

Colombia acuciada, agredida y vilipendiada por la narcoparapolitica se mueve en un entorno de narcotraficantes, guerras entre grupos, para militares y fuerzas de choque cuyos crímenes son mendazmente atribuidos a la guerrilla, condiciones terribles que convalidan el continuismo y perpetúan negocios que benefician al imperio.

Recordemos la actuación del presidente Uribe en la Cumbre. Fue la más calladita. ¿Tal vez por ser amigo de Aznar, felpudo de EEUU, o comediante con Chávez?

Con respecto al contacto con el presidente Bolivariano es evidente que el gobierno del primer actor se muestra reacio a permitir un convenio bienhechor que busque para Colombia paz, justicia social y estabilización del país asolado.

Tal vez con una gran presión esta “película” catástrofe que nos concierne a todos podría ser arrastrada hacia ese atajo, si mayorías colombianas actuaran junto a fuerzas internacionales progresistas convergiendo en el pedido de un acuerdo humanitario que aporte paz, sobrepasando los inmensos obstáculos propuestos por el propio gobierno y las derechas pro imperialistas, funcionales a Estados Unidos y artífices de frenar lo poco que se ha construido.

Toco dependería de la movilización de masas y las puntuales presiones internacionales surgidas en acciones de consenso y unidad.

No olvidemos que las espaldas de Chávez , aún desarrolladas y crecidas, no pueden ser tan amplias por más que se esfuerce.

ADRIANA VEGA
ACUJOMA adrianam267@gmail.com