martes, 22 de septiembre de 2015

Un total fracaso las reformas de Peña

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Verdades petroleras
Lilia Arellano

Estado de los ESTADOS

Se derrumban telones de las reformas
Pierde México su soberanía energética
Priorizan funcionarios asignar campos
Mineras explotan millones de hectáreas
Con suceso en Egipto tapan rechazo papal

“En política, la coherencia ofende”.- Jorge Saldaña


La madre de todas las reformas de Enrique Peña Nieto, la reforma energética, es nociva para el país, toda vez que transfiere la riqueza del subsuelo mexicano al extranjero y desmantela la economía nacional, con lo que se pierden fuentes de empleo y aumenta la pobreza en territorio nacional. Entre las consecuencias se cuentan la pérdida de control gubernamental, el desmantelamiento de la industria, fuga de capitales, destrucción del patrimonio nacional (incluyendo el medio ambiente) e intervención extranjera. Además nos hace perder nuestra soberanía energética al agotar, con una acelerada explotación, nuestras reservas de petróleo. Como ejemplo de los desastrosos resultados micro y macroeconómicos de la aplicación de este tipo de reformas están los alcanzados en Nigeria, Kazajstyán, Ceylán, Egipto, Irán, Libia, India, Paquistán, Chad y Camerún, entre otros.

La administración federal actual encamina sus esfuerzos a que el país pierda su capacidad energética. Las recientes reducciones en el porcentaje de las utilidades operativas para el Estado en la segunda licitación de la “Ronda Uno” para explotar nueve campos con certeza geológica, aglutinados en cinco contratos de explotación compartida, de 40 por ciento a niveles promedio de 34 por ciento, exhibe la intención del gobierno federal de maximizar la asignación de campos, más que la renta petrolera.

Esta actitud y conducta de los funcionarios del sector energético de la gestión peñista tiene una clara explicación: “la prisa por asignar la ‘Ronda Uno’ es que no quieren, sobre todo en Estados Unidos, que se les revierta la reforma energética y por eso les urge entregar los bloques”, como lo advirtió la internacionalista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Rocío Vargas, quien realizó una amplia investigación sobre el sector energético de Estados Unidos y su implicación para México. En este trabajo, sostiene que los dos bloques que se asignaron de los 14 subastados en la primera licitación compromete una inversión de 2 mil 600 millones de dólares en un horizonte de cinco años, cuando Petróleos Mexicanos (Pemex) hubiera aportado en ese mismo quinquenio 54 mil millones de dólares.

Las erróneas y nocivas decisiones del gabinete energético de la actual administración federal fueron expuestas por la especialista, quien explicó que la reducción en el porcentaje para el Estado de la renta petrolera y las recientes flexibilizaciones a los contratos de la tercera licitación de la “Ronda Unono los hace ninguna Nación “y aquí los estamos ofertando al mejor postor cuando el petróleo es un bien estratégico y fundamental para cualquier país. México no está valorando lo que está entregando y esto no debería haber sido porque son áreas de certeza geológica con reservas probadas, probables y posibles. Eso se resume en que estamos aceptando corcholatas y espejitos”.

La aprobación de la reforma energética en un Congreso a modo, con legisladores de oposición “maiceados” con millones de pesos en asignaciones legislativas, se basó en una serie de mentiras que han ido poco a poco revelándose. Por ejemplo, como lo destaca Vargas, en la primera licitación el monto de inversión con los dos bloques asignados será de dos mil 600 millones de dólares, pero lo que no dicen es que esto es para cinco años. No dicen cuánto podría ganar Pemex en un año. Otra gran falacia se refiere a la competitividad. A Pemex lo sacan de la segunda licitación porque sus costos eran altamente competitivos, lo que confirma la acusación de que se trata de entregar el negocio a manos extranjeras.

Otra gran mentira se refirió a la falta de capacidad y tecnología en Pemex. Ahora en las licitaciones hay inscritas empresas petroleras, pero también hay otras que son nuevos petroleros, que no tienen experiencia, cuando presuntamente se pretendía introducir tecnología y capacidad gerencial. Otro gran truco de la reforma energética se observa en la ocultación del denominado “Government take, es decir, el indicador de carácter económico de evaluación que muestra la relación de beneficio entre lo percibido por el Estado y las empresas petroleras. Vargas señala que “es una cifra fundamental para saber cómo está la negociación del gobierno. Se observa que ya hay una baja en el acopio de los ingresos del Estado, al descender de 40 a 18 por ciento. Esto pone en evidencia que la renta que se va para el Estado bajó de manera brutal, pues la captación de ingresos petroleros ya disminuyó su participación en los ingresos presupuestarios, al representar sólo 18.6 por ciento.

A PEMEX, en esta administración se le ha arrinconado y obligado a bajar su productividad y se le ha obstaculizado a que reinvierta sus utilidades, al igual que en sexenios anteriores, con lo que se ha desaprovechado la oportunidad de usar el petróleo como palanca del desarrollo económico en nuestro país. Con la reforma energética la situación empeora. Primero porque se asume una agresiva estrategia de extracción de hidrocarburos que aumenta la producción petrolera, pero agota más rápido las reservas de petróleo. Las reservas probadas se calculan en alrededor de 14 mil millones de barriles, que presuntamente durarían 10 años más a la actual tasa de extracción y reposición, pero con la reforma durarán mucho menos.

Con la reforma energética, el petróleo no se utilizará para empujar la productividad de la economía. Entre las mentiras con las que se aprobó la reforma energética de Peña Nieto se mencionaba que Pemex iba a ser liberado de carga fiscal, pero ha sucedido lo contrario de acuerdo a lo establecido en la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo, en la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos; y en las modificaciones a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, porque ahora se exige que Pemex contribuya al menos con el 4.7% del Producto Interno Bruto, a fin de que continúe sostenido cerca de la tercera parte del presupuesto federal.

La reforma energética no genera empresas nacionales significativas, pues la mayor parte de éstas en el sector energético son extranjeras. Además, al no existir un sector bancario nacional con la capacidad financiera requerida para respaldar inversiones previstas, hay una influencia creciente de instituciones financieras extranjeras en el sector. El gobierno de Peña Nieto deja en manos de empresas multinacionales nuestras reservas petroleras. Tampoco se aumenta significativamente el nivel de actividad económica y de generación de empleos, pero se contribuye a la concentración del ingreso y la transferencia de riqueza al extranjero.

ENTREGAN PAÍS A MINERAS

La reforma energética de Peña Nieto se puede encuadrar dentro del mismo proceso de entrega de recursos del subsuelo a empresas extranjeras que llevaron a cabo los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón. En esas dos administraciones federales, se entregaron en concesión a empresas mineras nacionales y extranjeras 9 millones 615 mil 435.36 hectáreas, en los estados de Baja California, Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Oaxaca, Puebla y Michoacán. Y en este gobierno de Peña Nieto, se han concesionado, por medio de 69 convenios, 295 mil 281 hectáreas a empresas mineras.

De acuerdo con la información de la Dirección de Minas de la Secretaría de Energía, en ambos gobiernos panistas se otorgaron 4 mil 949 permisos. Tan sólo en el municipio de Ensenada, Baja California, que cuenta con un total de 5 millones 248 mil 240 hectáreas, se cedieron a la iniciativa privada el uso de 2 millones 288 mil 887 hectáreas para explotación minera. El “regalo” a empresas mineras canadienses incluyó el no cobro de impuestos. En la gestión de Calderón, se ratificó el convenio entre los gobierno de México y Canadá para evitar la doble tributación, que impide al fisco mexicano cobrar gravámenes a las empresas de aquel país que operan en suelo nacional.

Los gobiernos panistas concesionaron en Chiapas 1 millón 78 mil 131.12 hectáreas mediante 90 permisos; en Chihuahua, 2 millones 734 mil 127 hectáreas, con 2 mil 890 concesiones; en Guerrero, 1 millón 283 mil hectáreas, con 716 concesiones; en Oaxaca, 698 mil 191 hectáreas, con 267 permisos; en Michoacán, 278 mil 445 hectáreas; y en Puebla, 248 mil 323 hectáreas, con 278 permisos. Y así hasta llegar a la exigencia de pagar un tributo que es risible, ya que sólo marca un 10 por ciento y siguen sin respetarse los reglamentos de seguridad para los trabajadores. Eso, los porcentajes que conforman la corrupción siguieron en aumento.

DE LOS PASILLOS

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