martes, 22 de septiembre de 2015

El crío verde tuvo varios hijos de horror

¡¡Exijamos lo Imposible!!
La Jornada
¿Algún mensaje?
José Blanco

Cómo debe entenderse el matrimonio PRI-PVEM? Es claro el proyecto no político, sino de negocio familiar en el origen, y de empresa corrupta del Verde a lo largo de su existencia. El poder político ha sido el medio para el enriquecimiento de una pandilla sin escrúpulos. El Niño Verde, desde días juveniles, poseía ya un estilo gang bastante desarrollado (hablo de gang en su vínculo nórdico con el inglés gangster). En 2004 lo vincularon con actos de corrupción, luego de que se publicó una videograbación entre él y un intermediario de un grupo de inversionistas en la que aceptaba una oferta por dos millones de dólares para la creación de hoteles dentro del corredor turístico de Cancún: actuaba con entera desenvoltura gang. El negocio se llevaría a cabo presuntamente con el gobernador priísta Joaquín Hendricks. Fue absuelto por falta de pruebas. El matrimonio funcionaba para los objetivos personales de priístas y verdes, usando las instituciones de gobierno hundidas en la corrupción.

En abril de 2011 una mujer búlgara murió al caer del piso 19 de la Torre Emerald, en Cancún. El incidente ocurrió durante una fiesta en el departamento 19B, valuado en 1.5 millones de dólares, cuya propiedad se adjudicó al entonces infantil legislador verde. La PGJ de Quintana Roo determinó no ejercer acción penal porque, dijo, no existía una responsabilidad directa. El matrimonio, firme.

Sus escándalos por sus borracheras públicas, caídas al Torito y mucho más no le impidieron seguir al cuasi impúber, llevar adelante, exitosamente, su propósitos políticos de poder y enriquecimiento corrupto. Esa vida libérrima es otro indicador de la continuidad del matrimonio bien avenido.

En febrero de 2009, el Partido Verde Europeo, un conglomerado de 36 partidos políticos pertenecientes a 32 naciones de Europa, que tienen como principal ideología la conservación del medio ambiente y el respeto por la vida de los seres vivos, rompió relaciones con el impostor Verde, debido a que éste se negó a abandonar su demagógica campaña en favor de castigar con la pena de muerte a los secuestradores. Después agregó que a los secuestradores que mataran a sus víctimas. La empresa Verde quería matar a quienes mataran. En un oxímoron que el Verde hizo posible, combinó mentes obtusas con diestrísimas cabezas para los negocios corruptos e, hiceran lo que hicieran, contaron siempre con el matrimonio fidelísimo.

El crío verde tuvo varios hijos de horror, pero sobresale uno por su maestría en el arte de la desfachatez inconmensurable: Arturo Escobar.

Incrédulos, gran cantidad de mexicanos asistimos a uno de los nombramientos presidenciales más insólitos de que se tenga memoria: Escobar ¡subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación! Escobar y el Verde son unos de los mayores delincuentes electorales que hayamos conocido desde que tenemos elecciones más o menos libres. La tendencia a delinquir la lleva el abogado Escobar en su ADN, como si eso fuera lo que le enseñaron en una institución respetable como la Universidad Iberoamericana.

Con seguridad la lista de sus fechorías nadie la conoce, pero algunas se colaron. En julio de 2009 el periódico Crónica publicó: El senador del PVEM Arturo Escobar cayó en contradicciones al tratar de explicar el incidente en el que fue detenido en el aeropuerto internacional de Chiapas, con una maleta en la que había un millón 100 mil pesos en efectivo. El legislador fue detenido (...) junto con un par de colaboradores en el aeropuerto internacional de Chiapas en posesión de una maleta marca Louis Vuitton, en la que iba el dinero (...) el senador se enredó en los intentos de justificar el hecho. Este señor va a prevenir el delito.

¡Los cineminutos! El INE le impuso al PVEM una multa de más de 35 millones de pesos sólo por ese delito y le ordenó retirar esos anuncios durante la reciente campaña. Escobar hizo caso omiso de la autoridad competente y continuó violando la ley con sus anuncios electorales. El señor que va a prevenir el delito.

Pronto se supo que la empresa que contrató la emisión de los cineminutos del Verde en las cadenas Cinépolis y Cinemex es propiedad de un hermano de Arturo Escobar, entonces coordinador de campaña. Y Escobar va a prevenir el delito.

Más de 12 organizaciones civiles mostraron su preocupación por la designación de Escobar. No tengo acceso al documento que fue entregado al secretario Miguel Ángel Osorio, que refiere el historial de los delitos. Pero este señor va a prevenir el delito.

En reciente entrevista de ADN Político dijo que el Verde se asume como partido en el gobierno. Nunca el matrimonio mostró mayor firmeza y solidez. Para que no quede duda, en la entrevista el abogado que abomina de la ley (la electoral y algunas otras) dijo: ¡Me atrevo a decir que habrá un México antes y después de Enrique Peña Nieto! Believe it or not!

Terminó diciendo que la historia de México es su pasión, que sigue fervientemente a Francisco Martín Moreno (hoy es al que más leo). Escobar ignora que su clásico no es un historiador, sino una especie de Corín Tellado de las novelas históricas de México, un gran número de ellas referidas a los avatares de la Iglesia mexicana.

¿Qué mensaje quiere enviarnos Peña Nieto a los mexicanos, testigos de las fechorías de Escobar, al otorgarle un premio inconcebible?

Ciertamente, al presidente Peña le importa el intercambio político, pagar favores de quién sabe qué tamaño, y la sociedad, azorada por tamaña decisión, sigue muy lejos de sus intereses.

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