¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
México se deshace
Edgardo Buscaglia advierte: pedazos de Estado han caído en manos de
delincuentes, gobernadores, empresarios, policías / La solución está en
que los organismos internacionales presionen, la sociedad civil se
organice, los hombres del capital salgan de su “burbuja” y el mismo
Presidente explique de dónde viene su fortuna, dice el investigador
(segunda parte)
MEXICO, D.F., 4 de noviembre (Sin Embargo).- A continuación presentamos la segunda parte de la entrevista iniciada ayer.
Pregunta: –Sobre los consultores que tienen que ver con este nuevo sistema el oral que ellos recomiendan, ¿cómo ve esto?
Son consultores que están haciendo mucho dinero, esas consultorías les
van a ayudar. Los consultores mexicanos que se dedican a la oralidad
ganan mucho dinero dando cursitos o seminarios, en realidad la oralidad
procesal es una condición necesaria entre otras más de 30 medidas que
tiene que tomar el Poder Judicial que las menciono acá.
–¿Es parte del show?
Claro, pero lo establezco como para que el sistema judicial mejore en su
desempeño. Fíjate que Nigeria, un país con violencia y descontrol muy
fuerte tiene su sistema oral. La oralidad no es una panacea. Hay países
africanos con sistemas orales que se están cayendo a pedazos, entonces
no hay que tratar de caricaturizar. Las políticas tienen que ser
integrales, tiene que haber una orquesta sinfónica de medidas que se
implementen más o menos al mismo tiempo a través de los poderes
Judicial, Ejecutivo y Legislativo, y esas medidas son dolorosas. Los
políticos tienen que darse cuenta que se acabó la barra libre porque si
no se termina la barra libre van a ser asesinados, encarcelados y esa
convicción del político que antes robaba y ahora se da cuenta que si no
aplica medidas de autocontrol parece ciencia ficción, pero sucede en
algunos países. Se tienen que dar tres condiciones para que se
implementen estas 25 medidas.
–¿Cuáles?
Una es una presión internacional muy fuerte de organismos internacionales que hoy forman parte del problema y no de la solución.
–¿A qué se refiere?
A que oficinas como la que es contra las Drogas y el Delito viven del
presupuesto federal, viven del beneplácito de los gobiernos de turno,
entonces no están dispuestas a presionar para que se apliquen medidas
duras que puedan atentar contra los mismos intereses patrimoniales de
los políticos que financian su oficina, en el caso de la oficina de
UNOCD, es un ejemplo. La ONU tiene una excelente oficina en México que
es la del Alto Comisionado en derechos humanos pero en realidad muchas
oficinas están cooptadas por el presupuesto federal. No hay presión
internacional por un lado desde los organismos y tampoco hay presión
internacional bilateral desde Alemania, Estados Unidos o Canadá. ¿Por
qué? No es la misma que se la aplicaba a Colombia en la década del
noventa cuando Estados Unidos declaraba al presidente Ernesto Samper
persona non grata o cuando veías que había mucha presión internacional
para que cambiaran las reglas. Es la primera condición y no la vemos en
México, porque la mexicana es una gran economía, de las primeras 15 en
el mundo que atrae a toda clase de capitales.
–¿Sigue siendo atractivo México?
Sigue disminuyendo su importancia, la importancia relativa de México
disminuye y sigue disminuyendo, pero dentro de esa decadencia sigue
atrayendo capitales a través de inversión directa o especulativa a
México que financia flujos en sectores económicos políticamente
protegidos, disfrazados de economía de mercado como por ejemplo sector
energético, el bancario, el minero, que son políticamente protegidos,
vienen firmas canadienses, españolas, alemanas, se les promete trato
preferencial a esas firmas. También financian campañas políticas en sus
países, y bloquean la presión internacional hacia México porque dicen ‘a
nosotros nos está yendo muy bien en México’, están viendo hoy, no para
mañana porque si el proceso de violencia que ves en Michoacán, que veías
en Ciudad Juárez, se multiplica esas multinacionales también pierden,
es muy miope esa actitud. Pero esa presión internacional no se produce
como ocurrió en Colombia, Italia e Indonesia para que se implementen
estas 25 medidas que yo digo en esta obra. Esa presión no se produce
porque hay un conflicto de interés de las grandes corporaciones
multinacionales que llegan a México bajo pactos de protección política
en sectores de mercado políticamente protegidos. Ahí tienes un problema
de que el factor de presión internacional que debería existir para que
México ponga su casa en orden respete derechos humanos de extranjeros,
pero principalmente de mexicanos. La segunda condición que yo siempre
trato de resaltar es la de un movimiento de sociedad civil enorme.
–¿Dice usted que en México la sociedad civil sí marcha pero debe organizarse para enfocarse a causas?
Más que marchas tú ves el ejemplo de “Libera” en Italia, tienes más de
mil 500 organizaciones coordinadas para monitorear al Estado italiano
para actuar coordinadamente cuando se viola en una causa penal los
derechos de una niña, cuando personas víctimas de trata de personas
nigerianas se les violan los derechos. Hay una actitud operativa en la
sociedad civil y no es capturada por el gobierno de turno. Lejos de ser
perfecta la sociedad italiana se moviliza no sólo en marchas sino para
monitorear diaria y operativamente a su Estado a través de sus
diferentes niveles, eso acá no ocurre. La sociedad civil mexicana
todavía está muy subdesarrollada por corrupción, se les compra
directamente por el gobierno de turno que les asigna fondos a dedo, está
muy bien que le asigne fondos a la sociedad civil para que haga su
chamba, pero no a dedo.
LAS ELITES Y SUS CLOACAS
–¿Discrecionalmente?
Así es, eso es corrupción, la sociedad civil está comprada, fragmentada o
amenazada en muchos casos, como redes de periodistas amenazados con
miembros asesinados, lo que impide que esta segunda condición de presión
permita la implementación de estas 25 medidas. La tercera es que la
élite propiamente está pasándola muy bien. Los veo muy bien en Europa
comprándose palacios, centros comerciales, haciendo alianzas
estratégicas con firmas europeas, no sienten, están en una burbuja
mandando a sus embajadores, básicamente los embajadores mexicanos más
que nada son representantes de empresas privadas, muchos de ellos, no
todos, van al exterior a decir que las cosas van muy bien, que la
inversión sigue fluyendo. La élite no ha sufrido todavía las
consecuencias de sus propias cloacas y por lo tanto la cloaca política
de la corrupción todavía no ha generado estos grupos criminales como en
Colombia, Indonesia e Italia que comienza a asesinarlos a ellos mismos.
Estamos viendo a nivel local y estatal en algunos casos, políticos de
Sinaloa (se refiere al cártel) asesinados por “Zetas”, políticos de
estos asesinados por Sinaloa, pero en la cúspide del poder político
todavía no vemos eso y no queremos verlo. Uno no quiere ver muertes pero
esa es una tercera condición que nos guste o no, siempre hace también
que estas 25 medidas dolorosas para la elite se comiencen a implementar.
Porque ellos sí pueden presionar al Estado.
Claro, claro ellos sí especialmente la élite política empresarial la que
está en la telebancada, en el Senado, toda esa élite tiene que sentir
su familia, sus patrimonios, ellos mismos, pueden ser víctima de un
coche bomba. Esperemos que no suceda pero es un factor que en otros
países dio lugar a que se pusieran las pilas y comenzaran a tomar
medidas que les duele en el corto plazo pero los beneficia en el largo
plazo.
–Menciona un dato de que sólo estamos por detrás de Rusia en flujos ilícitos. ¿Cómo es esto?
Hay un estudio que hizo una organización que se llama Financial
Integrity Report, ahí verá cómo este estudio que han hecho, es una
organización formada por profesionales de todas las naciones, vienen a
México y van estimando los flujos patrimoniales que derivan de ilícitos,
ahí está todo, no sólo drogas,
contrabando.
–¿Las élites empresariales se benefician de eso?
Claro que sí. Porque no todo es droga, o trata de personas, hay mucha
piratería, contrabando, hay mucha ilegalidad ligada a estos flujos
patrimoniales donde ves que la delincuencia organizada interactúa con
empresas legalmente constituidas y eso no se está atacando en México
tampoco.
De eso habla en su libro, de que es necesario atacar el patrimonio de la
delincuencia organizada, porque se detiene a la gente, se les quita el
dinero que llevan pero ignoramos quien lava el dinero de sus actividades
ilícitas.
Sí, sí, el Presidente habló mucho al comienzo antes de ganar la elección
de implementar un programa anticorrupción con dientes, no vimos una
sola acción todavía en ese sentido.
Leí en su libro que la comisión anticorrupción propuesta por el Presidente Peña Nieto no le gustó.
No, es que simplemente no ha tomado medidas, no ves ningún aparato
institucional que haya comenzado a tomar acciones preventivas para
disminuir la corrupción. En el área política, administrativa, en el
sector privado no vemos una política integrada anticorrupción ni sobre
papel ni implementándose. Vemos espasmódicas acusaciones contra
enemigas, enemigos del gobierno de turno, cosa que también hace Vladimir
Putin en Rusia, acusaciones penales contra Elba Esther Gordillo, pero
no vemos un programa de combate integral a la corrupción en todos los
niveles del Estado, ni siquiera sobre papel y es un problema grave. No
podemos simplemente combatir la delincuencia organizada como
argumentamos en esta obra a través de militares y de represión.
–¿El enfoque de Felipe Calderón?
Claro. Tienes que atacarlo a través del desmantelamiento masivo de sus
bases patrimoniales en el sector público y privado. Alguien me tiene que
explicar todavía de dónde salió el aumento exponencial de la deuda
pública de Moreira en Coahuila o por qué aumentó la deuda pública a
niveles exorbitantes en Chiapas. No veo todavía mecanismos preventivos
que ayuden al sector público a prevenir y a combatir el delito
patrimonial y dado que toda empresa criminal, ya sea de Estado o externa
al Estado compra deuda pública, se meten a financiar obra pública, los
ves metidos en licitaciones. No veo que haya ningún tipo de aparato
preventivo que prevenga eso. Está el Auditor Superior de la Federación
que normalmente después de que ocurrió algo da un relato histórico de lo
que sucedió, pero no es un mecanismo que lo prevenga y es un tema que
me preocupa mucho.
–En el libro habla varias veces de los medios de comunicación y en especial de las televisoras, ¿las ve muy poderosas?
Estas dos televisoras poderosas quizá con la mejor de las intenciones
cercenan la capacidad de México de transformarse en una democracia. Son
instrumentos del sector privado en el autoritarismo vigente. México es
un país donde las élites simulan mejor que cualquier otra élite en el
mundo, el maquillaje mediático de México con la cual mantuvo un
autoritarismo blando desde los años cuarenta, sigue imperando esa
mentalidad y por lo tanto estas televisoras se terminan transformando
por acción u omisión en instrumentos del autoritarismo vigente y
cercenan el desarrollo de la democracia y no permiten que el ciudadano
tenga acceso a información contrastante donde podemos o no estar de
acuerdo con mis opiniones, pero lo cierto es que no hay este tipo de
situación. Veo con tristeza que México, un país que posee más recursos
que cualquier otro país latinoamericano y recursos humanos de primer
nivel succiona esos recursos humanos, doctores de universidades
americanas y europeas los succionan en un sistema que trata de mantener
las reglas actuales aunque estén agonizantes, desea mantener el sistema
actual político empresarial que ha llevado a este país a la postración.
Contratar firmas de imagen europeo o norteamericanas para proyectar
imagen esquizofrénica de México que no tropiece con la realidad no va a
cambiarle el futuro a este país. Al presidente Peña Nieto se lo va a
llevar por delante la realidad.
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