¡¡Exijamos lo Imposible!!
Hundidos y asaltados Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Desaparecen ingresos gasolineras
Subsidio de medio billón de pesos
Jaloneos exhiben al IFE y al TRIFE
Cierran filas panistas contra Calderón
Dauahare y Dawe rumbo al Altiplano
“La vida es breve; el arte, largo; la ocasión, fugaz; la experiencia, engañosa; el juicio, difícil”.- Hipócrates
En la danza de los números oficiales nada cuadra y mucho menos si se trata de todo lo que tiene que ver con los grandes negocios, los fuertes, los que dejan mucho dinero, aun cuando el oficio de “coyotes” los obligue a bajar sus comisiones a un solo dígito. Cada mes sufrimos del consabido y aprobado por nuestros queridos y nunca mejor pagados diputados aumento a los combustibles, a la gasolina, a la magna, a la premium, al diesel y por supuesto al gas LP. Según se informó esos centavos que ya se convirtieron en pesos se irían directo a las arcas estatales, aun cuando los gobiernos locales no hubiesen presentado un listado para señalar el destino directo de esos ingresos y, mucho menos, elaborado proyectos de obras que se financiarían con tales recursos. Pero no ha sucedido ni lo uno ni lo otro.
Enfrentamos también las declaraciones que advertían que era necesario incrementar esos precios porque cada día era mayor el volumen de importación de las gasolinas ya que, como sabemos, producimos petróleo por miles de millones de barriles, vendemos esa materia prima para después comprar el producto terminado a precios que van superándose permanentemente, al mismo ritmo que el peso va devaluándose. No conformes con todo lo anterior, en donde habrá que puntualizar que se ha llegado al extremo de que el diesel que es principalmente para uso industrial, para el campo, para actividades productivas, no sólo llegó a tener el mismo precio que la gasolina magna sino que ya la superó con las consecuencias en los precios de muchos productos que sufrimos diariamente, ahora resulta que el subsidio es de horror.
Según el reporte de la Secretaría de Hacienda, en los últimos cuatro años el subsidio a la gasolina alcanzó más de medio billón de pesos y dicen que este sólo beneficia a la población de mayor ingreso en el país. Señalan que directo a la gasolina se fueron 654 mil 61 millones de pesos; el energético alcanzó los 173 mil millones y eso sólo son dos renglones. ¿Cuántas refinerías ya se hubiesen construido? Sería la pregunta después de conocer semejantes cifras. Y en el interrogatorio, nos parece que también debería cuestionarse cómo es que hablan de beneficios a la población de mayor ingreso si es con ese combustible como se transportan todos los víveres que se consumen en el país, de frontera a frontera, de litoral a litoral. Cómo es que no contemplan el transporte público, el que lleva y trae a toda la clase trabajadora. Esa declaración solamente fomenta odio y rencor para quienes no cuentan con un auto propio y ven a los que sí lo tienen como sus enemigos, como los causantes de que hasta el papel sanitario tenga precio mayor.
¿A dónde, a qué bolsillos, a qué cuentas van a parar los aumentos que nos recetan mensualmente? ¿Acaso a las mismas donde han venido depositando los excedentes tanto en la venta como en los precios del petróleo? ¿Se trata de meter en un solo costal lo que están costando esos contratos de generación de energía eólica que tienen tasas y precios, así como volúmenes de compra fijos bajo una producción base que bien puede no alcanzarse? Las cuentas al gobierno nunca le salen porque los desvíos y la rapacería no tienen límite. Dicen en esa misma dependencia que pese a lo fuerte del subsidio, no se ha presentado ningún “boquete” fiscal, lo cual es para morirse de risa porque sólo falta que consideren que ignoramos que de cada litro de gasolina lo que más pagamos son impuestos y lo demás nos lo presentan como argumentos de justificación para esa permanente recaudación que supera el presupuesto de Ingresos aprobado y del cual no se exigen las cuentas claras… Tampoco.
Por lo pronto y para que no vayamos a perder la costumbre, el nuevo aumento del precio al gas LP lo lleva a un costo de 11 pesos con 60 centavos por litro, por lo que una familia de cinco miembros que consume, siendo muy ahorrativa, dos tanques de 20 litros por mes ya pagará 464 pesos mensuales; les subieron el kilo de huevo hasta en 20 pesos; las tortillas alcanzan los 12 pesos por kilo; ¿y todavía niegan que cada día que pasa es mayor el número de mexicanos a los que con salarios mínimos de poco más de 50 pesos ingresan a la estadística de los pobres entre pobres? Se llegó al momento en el que, además, con la escasez de empleo los trabajadores aceptan cualquier labor por casi cualquier paga, por lo que va cobrando vigencia lo dicho por Mario Moreno “Cantinflas”: “punto grave no es que un huevo cueste un peso… sino que un peso ya cueste un huevo”.
Es por esto y por mucho más que México ya ocupa un sitio como la cuarta inflación más alta según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la OCDE, y es que los precios al consumidor subieron en junio un 4.3 por ciento; los alimentos un 8.5 por ciento y los renglones energéticos un 7.9 por ciento. Así que esos reportes que nos hablan de una inflación controlada, de buenas cuentas, de una economía estable, de llegar a solamente 4 por ciento de inflación en el 2012, habrá que ponerla en la misma tela de duda en la que está colocado el país de las mil maravillas que nos narró cientos de veces don Vicente Fox y no menos el ya a punto de escuchar las golondrinas Felipe Calderón.
NI POLITICA NI DEMOCRACIA, SOLO GRILLA BARATA
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