Alvaro Cepeda Neri
Refreír y refrito significan: freír una cosa por segunda vez; y en el periodismo, algo que se presenta de nuevo, igual o levemente modificado. Es el caso de un escrito de Enrique Krauze, creyente del liberalismo económico o neoliberalismo que pusieron de moda las ideologías privatizadoras: poner a la venta y en remate, como hicieron De la Madrid, Salinas y Zedillo, todo cuanto quieran comprar los empresarios del patrimonio nacional… hasta sin pagar impuestos por ello, como hizo Roberto Hernández con Banamex; y que luego remató al mejor postor para la desnacionalización de la banca. Ideologías puestas en circulación por Reagan y la Thatcher, como puntales del más absoluto libre mercado a través de la desregulación, para medio siglo después, tener a la población mundial ante la alternativa de una (la primera) Revolución Mundial o el renacimiento de los golpismos militares para aplastar las rebeliones por hambre, desempleo y empobrecimiento que están estallando en el seno de los capitalismos de gran parte del mundo.
Un digno presidente, es el refrito de Krauze que apareció, primero en el periódico Reforma (18/III/12) y hace unos días en el diario El País (27/III/12). Obviamente para un doble cobro, y donde practica el elogio como le gusta (ahora ya sin estar detrás de Paz, Cosío Villegas, etc.), para poner por las nubes la gestión presidencial de Zedillo, quien tiene una demanda por genocidio en la Corte Federal de Distrito de Connecticut, Estados Unidos de América, de la cual conoce judicialmente el C. Juez Alvian W. Thompson y en la que le exigen 50 millones de dólares como sanción al abuso del poder. Ya que el militarismo de Calderón se origina en el militarismo de Zedillo, que tiene al país al borde del golpe militar que acaricia Calderón para suspender las elecciones y como Pilatos lavarse las manos y no entregar el Poder Ejecutivo ni al PRD ni al PRI.
Dice Krauze como conclusión de su texto “biográfico”: “A diferencia de algunos de sus antecesores, Ernesto Zedillo puede caminar tranquilamente por las calles de México. No robó, no abusó, no mató. Honró, como pocos, la presidencia de México”. Pero Zedillo permitió la impunidad en las matanzas de El Charco, Aguas Blancas y Acteal y no fue un “demócrata liberal”. No se fue al exilio (Krauze dice exilio voluntario) así nada más: las privatizaciones a favor de empresarios estadounidenses se lo llevaron de asesor, le dieron una plaza universitaria para impulsar las represiones antiglobalizadoras y un cargo efímero en la ONU para darle protección. ¿Camina por las calles tranquilamente? No es verdad. Anda escoltado por soldados y un coronel vestidos de civiles. Politiquillos de derecha, Krauze se vuelca meloso por Zedillo porque lo admira; pero, fue un presidente que abusó del poder y favoreció a los empresarios y a los ricos. Y como ya son amigos, el intelectual orgánico sale en defensa no gratuita del ex presidente y la hace de su abogadete sin admitir que sea llevado a juicio, para escucharlo y/o vencerlo conforme a las pruebas de la demanda y las que Zedillo tenga para su descargo.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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