¡¡Exijamos lo Imposible!!
Calderón, Cordero y Madero los padrinos de Larrazábal
| Álvaro Cepeda Neri |
Los que pensaron que el Partido Acción Nacional (PAN) era un partido que en lo general haría honor a la moral democrática (y cristiana-católica… el escritor y filósofo español Miguel de Unamuno decía que había que descatolizar al cristianismo), de sus padres fundadores, entre ellos Manuel Gómez Morín, ya están enterados que no es así. Y sobre todo desde que Felipe Calderón, perversamente autoritario, desbordado antidemócrata y de golpe de pecho con todo y que comulgue, tras confesarse con el cardenal Norberto Rivera, decidió hacerse de la candidatura hace seis años y al traicionar hasta a sus correligionarios apropiarse del cargo presidencial con arreglo a su cínica divisa “haiga sido como haiga sido”, para tener el control absoluto del partido de derechas que traerá al papa Benedicto XVI, para ver si provocan una reacción política-electoral a su favor. Calderón expulsó a Manuel Espino, a Manuel Clouthier… y marginó a los que no se sometieron servilmente a su despotismo. Pero ha premiado al todavía alcalde de Monterrey, Fernando Larrazábal, encubridor de su hermano Jonás metido hasta sus “quesillos, tlayudas y chocolate”, en el control, vía sobornos, de los casinos en Nuevo León.
Protegido primero de Santiago Creel, Fernando ocupó varios cargos en el sexenio de Vicente Fox: el Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas, la construcción de la fallida Biblioteca de México José Vasconcelos y candidato a presidente municipal de Monterrey (asesorado por su hermano priísta Jaime ), y ahora enlistado como candidato a diputado federal para con el resto de los corderistas y la hermana de Felipe (María Luisa), reunir a senadores y diputados bajo el mando del fallido precandidato presidencial Ernesto Cordero, quien con Alejandro Poiré y Gerardo Cajigas, han ido enganchándose a las nóminas de la burocracia.
El arquitecto (no de su propio destino político y quien debería ser candidato a presentarse en un tribunal penal) Fernando Larrazábal Bretón, de familia oaxaqueña y donde su hermano Jaime Arturo está ingresado a la administración del desgobernador Gabino Cué, fue apadrinado por Calderón, por el aparente presidente del PAN, Gustavo Madero, y por Cordero para, a pesar de las protestas panistas de Nuevo León, ser aspirante a una curul federal. Sin la propuesta de Calderón el presidente municipal de la capital de Nuevo León (donde la criminalidad ha sentado sus reales y hacen del desgobernador Rodrigo Medina un inservible), nunca hubiera aparecido; todo porque Cordero quiere pagarle a Larrazábal su lealtad en la precampaña donde los calderonistas no pudieron tumbar a Vázquez Mota.
Calderón quiere seguir teniendo poder cuando se vaya (si se va y no sigue poniendo las condiciones para cancelar las elecciones e imponer un golpe de Estado con un militar y dice que le gusta Mariano Francisco Saynez) y por eso ha maniobrado al designar a los candidatos al Congreso federal. Esto porque Calderón teme que perredistas y priístas le quieran fincar responsabilidades por la vía del juicio político y que las comisiones de derechos humanos (la Nacional y estatales) emitan recomendaciones sobre su “guerra” que ha cosechado casi 60 mil homicidios. Y que haya acusaciones por desvíos de dinero público.
*Periodista
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