Es motivo de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. No sólo porque tenemos autoridad moral, sino porque las mujeres y los hombres que participamos en esta lucha, profesamos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria
Es motivo de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. No sólo porque tenemos autoridad moral, sino porque las mujeres y los hombres que participamos en esta lucha, profesamos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria
domingo, 3 de noviembre de 2013
Protegido de EsPurioN, Fecal y el Perberto
Por Esto!
Shantal, Asesinato en el Salesiano
Gilberto Balam Pereira
Respuestas diferentes de dos gobiernos
La denuncia del perito en criminalística Julio Ceballos sobre la violación y crimen de la adolescente Shantal González ha causado enorme indignación y condena de la sociedad potosina. Pero con el escalofriante agravante de que el hecho tuvo lugar en el Instituto Salesiano de SLP a manos de un cura “tutor” de la joven.
El mantener en vivo el acontecimiento por Julio Ceballos ha tenido un escandaloso impacto por el efecto de denuncia, de justicia y de clamor de legalidad para la aplicación de la ley contra el responsable del abominable acto. La valiente y honesta actuación de este profesional ha sido objeto de amenazas de muerte, intentos de asesinato y hasta de complot contra sus derechos humanos, reacción promovida por el gobernador anterior potosino, el panista Marcelo de los Santos en contubernio con El Vaticano y el gobierno de Felipe Calderón, que ante las evidencias de sobra probatorias fracasaron en darle un tinte de defensa político-religiosa, en virtud de que el acusado por Ceballos es nada menos que un sacerdote salesiano de nombre José Carlos Contreras. El perito criminalista Ceballos, al igual que la sociedad potosina insisten en que el cura es culpable del abominable hecho, de acuerdo con las indiscutibles circunstancias evidentes de responsabilidad en que se produjo el atentado.
Un thriller real que supera la ficción. Ceballos va narrando algunos argumentos y pruebas logísticas que apuntan al verdadero asesino: J.C. Contreras.
El experto criminalista narra en su libro “Shantal, Asesinato en el Salesiano”:
“El día del asesinato, el sábado 29 de octubre de 2007, Shantal, de 16 años, llegó a las 9.30 hrs. al Instituto Salesiano, reportando con su madre inmediatamente su llegada por teléfono celular. La chica tenía entrenamiento con el grupo de porristas. A las 11.30 hrs. le envió a su mamá otro aviso: “ma, ya stoy akin la escuela”. El cura Contreras que la vio llegar comentó en voz alta frente a un grupo de religiosos: “esta es la niña de mejores caderas que he visto”. Esta fue la última señal que dio en vida la jovencita a su familia. Al paso de las horas y cuando Shantal no volvió a su casa, su madre intentó comunicarse con ella por celular sin recibir ninguna respuesta. La joven estaba desaparecida.
Hasta el 22 de octubre se encontró su cadáver en el salón de usos múltiples en la planta de la escuela. El cuerpo estaba bajo un colchón de prácticas de tae kwon do. El cuerpo desnudo, violado sexualmente y ahorcado con una cuerda común. El brasier desagarrado y la blusa abierta. La cara traumatizada, La ahorcaron con un cordel de su mochila y todavía la tenía atada al cuello cuando la encontraron. La necropsia fue indicativa de que había sido violada sexualmente.
A Shantal la violan y la matan entre las 14.00 y las 14.45 hrs. bajo el ojo escudriñador de una guardia de seguridad, Galdin, valiosísima testigo quien declaró haber visto a Shantal a eso de las 2 de la tarde a las puertas de la casa salesiana. Galdin dijo que recibió amenazas del cura José Carlos para que no dijera nada, pero su conciencia no le permitió callar lo que había observado. Por aplicación de luminol para detectar los rastros de sangre, se encontró que 73 de estos rastros iban de la recámara del religioso, presuntamente culpable, al salón de usos múltiples donde finalmente se encontró el cadáver. A estas alturas la culpabilidad del cura salesiano José Carlos Contreras era incontrovertible y sus abogados defensores carecían de argumentos defensivos.
Se le pregunta al perito Contreras si ya tenía elaborado el perfil del asesino.
Contesta aquél de inmediato: “hace tiempo que ha sido descrito por un cuerpo colegiado de especialistas”.
La Revista Expresión de San Luis estuvo publicando amplia información del perfil del criminal acusado. Con todas las de la ley, el perfil correspondía a un sociópata tremendamente peligroso. No obstante las acusaciones hechas por peritos criminalistas, el gobernador anterior panista Marcelo de los Santos y su Procurador General Francisco Martín Camberos desplegaron una campaña de desprestigio contra el perito Ceballos que no le daban vida, que se dedicaron a prácticas dilatorias y a chicanas del proceso para favorecer al acusado. A Ceballos se le vinculó con los Zetas, con los masones y con todos los enemigos de la Iglesia.
En 2010 fue detenido por fuerzas de la Marina y se le privó de la libertad en ese mismo año y que en complicidad con la Subprocuraduría de Investigación Especializada del DF lo trasladaron al penal tamaulipeco de Santa Adelaida, donde permaneció cautivo en una celda subterránea por varios meses.
A continuación, a la llegada del nuevo gobernador de San Luis, Fernando Toranzo, priísta, no se anduvo éste por las ramas y ordenó ipso facto el encarcelamiento del cura salesiano asesino.
El Vaticano se mueve entonces de nuevo, los persignados Calderón y Peña Nieto, así como Norberto Rivera se alían en complot para rescatar el “prestigio” del Instituto Salesiano de SLP y… consiguieron hace dos meses la liberación del cura asesino José Carlos Contreras Rodríguez a través de la SCJN, después de una corta privación de libertad, por cierto una Suprema bola de mochos religiosos, y por cuyo escalofriante delito el cura salesiano había sido sentenciado con una condena de 33 años por violación y crimen de una menor de edad en el seno del célebre Instituto Salesiano de SLP. Peña y sus amigos salesianos se están luciendo en todas las facetas de la vida social del país.
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