Por Esto!
La dignidad no se negocia...
María Teresa Jardí
Hay una avalancha de comentarios sobre lo bien que van las cosas a partir de la firma de un pacto que excluye a la sociedad, de una “reforma” educativa que continúa en manos de la Gordillo y de Televisa y en particular de la publicación de la foto de Peña con Sicilia, en aras de la promulgación -algún día, porque falta que la acepten los Estados, para aplicarla, quién sabe cuándo- de la Ley de víctimas...
Víctimas cuyo número no va a parar aunque cada vez se informe menos sobre los ejecutados del día.
Víctimas que van a aumentar porque la Gendarmería (integrada por militares y paramilitares) anuncia la represión a toda protesta social. Gendarmería que garantiza, además, que cada día se rasgue más el tejido social de una sociedad que ha renunciado a la capacidad de asombro y que no atina a indignarse porque ya se sabe que el hambre es también asesina de neuronas.
Entre tanta desolación y desesperanza... no recuerdo si en una publicación de facebook o enviado por correo —hace unos días que la tengo guardada para compartirla con ustedes— encuentro una enseñanza, dada por un maestro a sus alumnos estudiantes de la carrera de Derecho, de no sé qué país, porque no se especifica, pero que aquí no se da, por supuesto, convertidas las facultades y escuelas de Derecho en formadoras desde siempre, y no se diga ahora, de seudo abogados de derecha, a los que la impunidad, por su corrupto actuar cuando como funcionarios se desempeñan, se les garantiza con la patente de corso que se conoce como fuero de un Legislativo al servicio también del sistema. Cancelada que ha sido la división aquí también de poderes.
Fuero otorgado a abogaduchos, como Gil Zuahrt, metidos hasta las chanclas, entre otras cosas, en la expansión del neoliberali —aunque criminal por las graves consecuencias sociales que propicia— negocio que para las mafias que controlan el poder son los casinos.
Abogadillos de derecha, como Calderón, al servicio del sistema, convertido México en uno de los pilares de la expansión del capitalismo. Convertido México en laboratorio del imperio yanqui que acumula en su haber también ya tanto desprestigio. Pero imperio al que siguen admirando los que reciben cobijo, como despreciables llegados a dar clases de cinismo, luego de haber ensangrentado a su país a cambio de impunidad para la inconcebible corrupción que se permite aquí a la clase política, vasalla de las mafias adueñadas del poder mediante el desarme ético de las instituciones.
Y como también se ha enterrado la vergüenza ahora la Corte se prepara para dejar libre a la Cassez y a los generales que se encuentran presos, porque el Secretario de la Defensa se plegó al mandato de encarcelarlos por cuestiones de relevo sexenal, dadas, como es evidente, por el criminal Felipe Calderón Hinojosa que como jefe de las fuerzas armadas se alzara, a pesar de haber llegado “haiga sido como haiga sido y usurpando, a lo largo del anterior sexenio.
General, exsecretario, que hasta busca ahora enviar el mensaje de que él obedecía a Calderón sólo por lo de la lealtad al mando civil. “Pero..., que quedé claro, no estando de acuerdo en mucho de lo que obedecía”. La bipolaridad como regla de funcionamiento en un México convertido en país irredento.
Y como me alargué demasiado, la enseñanza ofrecida en un relato, que da buena cuenta de la diferencia entre la intención de preparar coyotes o impulsar a los jóvenes a decantarse por la elección de convertirse en juristas, tendrá que esperar a mañana para ser compartida con ustedes, lo prometo...
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