La Jornada
¿Quién o quiénes están atrás?
El GDF, el único pagano
Las autoridades pretenden saber con precisión quiénes dispararon contra los dos manifestantes para esclarecer los hechos. Esto, desde luego, deberá poner las cosas en su lugar, porque, por lo pronto, toda la carga de esos hechos la ha tenido que llevar el Gobierno del Distrito Federal, aunque hubo, y eso está perfectamente documentado, disparos de elementos de la Policía Federal que resguardaban la Cámara de Diputados, donde Enrique Peña Nieto asumía el cargo de presidente de la República.
Las pesquisas de las autoridades de la ciudad servirán, desde luego, para explicar el origen de la violencia que se suscitó en el Centro Histórico, que no se había visto en las calles de la ciudad de México, y que dio como resultado destrozos y detenidos, pero principalmente esos dos heridos que nunca podrán volver a llevar la vida como antes del primero de diciembre.
Para quienes han estado analizando los hechos desde el gobierno de la ciudad, la noticia de que un hombre había sido herido en la cabeza, y que había muerto, como se dijo en las calles, e incluso en la tribuna de la misma Cámara de Diputados, exacerbó los ánimos de quienes protestaban por la llegada al poder de Peña Nieto, y la violencia se desbordó en grados no contemplados por las autoridades del gobierno de la ciudad.
De la misma forma, las investigaciones pretenden conocer quiénes eran los sujetos vestidos de manera similar a los que protestaban, pero que se hallaban del lado de los policías federales e iban y venían dentro de las filas de quienes se manifestaban afuera de la Cámara de Diputados.
Las formas de actuar de esos sujetos fueron captadas por las cámaras de seguridad de la policía capitalina, y hasta el momento no existe alguna explicación de su presencia en el lugar. La policía del DF no los reconoce como personal a su servicio; por parte de los federales tampoco se ha reconocido su participación.
El gobierno de Miguel Ángel Mancera, que ha tenido que enfrentar las consecuencias del problema que suscitó la toma de protesta como presidente de México de Enrique Peña Nieto, y con ello los costos políticos, ha levantado una serie de encuestas que determinan la opinión de la gente respecto de lo ocurrido el primero de diciembre, y según se nos ha dicho, la mayor parte de la población culpa al gobierno federal de la violencia.
Es muy probable que pasados los festejos navideños se den a conocer los pormenores de las investigaciones que efectúa la autoridad de la capital de la República. Esperemos que eso suceda.
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