miércoles, 1 de agosto de 2012

Ya lo hicimos podemos hacerlo de nuevo

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
En el bolsillo, donde les duele 
Juan José Morales

Escrutinio 

Si varios miles de personas se reúnen para protestar ante las estaciones de Televisa y Televisión Azteca, a esas empresas les importa muy poco. Sencillamente lo ignoran, y como controlan la información, se lo ocultan a la casi totalidad de los mexicanos. Pero si varios millones de personas se deciden a no ver sus transmisiones, entonces comenzarán realmente a preocuparse. O, para ser precisos, caerán en el pánico.
Porque el negocio de las televisoras estriba en vender espacios publicitarios, incluidos los quecomo en el caso de la campaña en favor de Peña Nieto o los inefables “consejos de salud” de Lolita Ayala—, se presentan bajo el ropaje de noticias o comentarios pero en realidad son informaciones y anuncios pagados. Y la venta de publicidad depende de lo que en la jerga del negocio radiofónico y televisivo se denomina “el rating”. Es decir, la cantidad de personas que sintonizan la estación. Si el “rating” se desplomaes decir, si poca gente ve o escucha la publicidad—, los anunciantes dejarán en consecuencia de comprar tiempo en esos medios de comunicación, o no estarán dispuestos a pagar las desmesuradas tarifas que imponen.

De modo, pues, que a las televisoras hay que pegarles donde realmente les duele: en el bolsillo. Esto es, lograr que sus ganancias disminuyan. Y la mejor y más sencilla manera de hacerlo consiste simplemente en no sintonizar sus canales, para que al perder público pierdan anunciantes. Y no se crea que para el público aquello será un gran sacrificio. Quien deje de ver los canales de esas empresas no se perderá gran cosa, salvo que sea un adicto a las telenovelas y los programas basura y ya no pueda vivir sin ellos.

Haga usted la prueba y sin duda se sorprenderá al ver que en efecto uno puede pasársela muy bien sin Televisa ni Televisión Azteca. Sobre todo si se tiene acceso a servicios de televisión por cable, en los queaún los de menor coberturase encuentran muchas otras opciones recreativas, educativas, de deportes, musicales, etc., incluso muchos bastante mejores y más interesantes que los del duopolio televisivo. En mi caso particular, desde hace más de dos meses dejé de ver totalmente las estaciones de ese par de empresas, y ni falta que me han hecho.

En cuanto a Soriana, la de las tarjetas de compra de votos, también puede recetársele la misma medicina. Es decir, pegarle en el bolsillo, donde en verdad le dolerá, dejando de comprar en sus establecimientos. Hay otras muchas tiendas, grandes, medianas y pequeñasincluso de otras importantes cadenas comerciales—, a las cuales acudir y obtener precios y calidad iguales o mejores. Y ciertamente, Soriana merece que los consumidores tomemos una medida así, en reciprocidad por lo que ella nos ha hecho. Como señalamos hace poco, no es esta la primera vez que participa en una maniobra contra la democracia en general y contra la candidatura de López Obrador en particular. Hace seis años fue, junto con Coppel, Bimbo, Sabritas y otras poderosas empresas, patrocinadora de la guerra sucia contra AMLO.

De modo, pues, que si es usted uno de los muchos mexicanosdecenas de millonesindignados por las maniobras de las grandes empresas televisoras y comerciales que conspiraron contra la voluntad popular y desea darles un escarmiento, ya sabe cómo hacerlo y asestarles un buen golpe donde más les dolerá: en el bolsillo. Para ello, no necesita participar en mítines, manifestaciones ni clausuras simbólicas. Basta cambiar de canal y de sitio de compra.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx

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