Pedro Matías / Jenaro Villamil
OAXACA, Oaxaca.-El aspirante presidencial
del PRI, Enrique Peña Nieto, afirmó que no caerá “en provocaciones y
menos de aquellos que se ocupan de hablar de un servidor”, al responder a
los recientes spots del PAN en los cuales se critican sus
“compromisos cumplidos” en el Estado de México, al tiempo que demandó
unidad a los grupos priistas confrontados en esta entidad cuyo gobierno
estatal perdió el tricolor en 2010.
El ex gobernador mexiquense afirmó que el
PRI recurrirá al IFE “cuando a juicio del partido no se cumplan con las
normas vigentes”, pero rechazó calificar como “guerra sucia” los nuevos
promocionales del PAN que critican sus obras de gobierno.
Peña Nieto defendió sus “compromisos
cumplidos” en el Estado de México ya que “están certificados ante la fe
de notarios”. Los adversarios, advirtió, “intentan confundir” y sus
críticas “no tienen ningún sustento en la realidad”.
Frente a las muestras claras de fracturas
y divisiones en el seno del priismo local, Peña Nieto les advirtió a
los dirigentes, candidatos a diputados federales y actuales alcaldes
priistas que “nuestras diferencias, por legítimas que sean, no pueden
distraernos” de la labor fundamental que es vencer en los comicios
presidenciales del 2012.
En la comida que sostuvo con los
liderazgos priistas, poco antes de su mitin en el centro de Oaxaca, Peña
Nieto insistió que deben trabajar con “una gran unidad” y una “gran
cohesión” para tener una “victoria contundente” en los comicios
federales.
“Vamos a ganar la presidencia, pero
también queremos y seremos mayoría en la Cámara de Diputados y en el
Senado”, advirtió Peña Nieto. “Que nadie tenga excusa ni pretexto para
estar al margen” de la actividad proselitista, insistió el candidato
presidencial priista.
En el mitin central, realizado en la
Alameda de León, en contraesquina de la catedral de Oaxaca, Peña Nieto
firmó uno más de sus compromisos para lograr “la consolidación de la red
hospitalaria” en esta entidad.
Las Sombras de la Gira
No le fue muy bien al candidato
presidencial priista en su primera gira por Oaxaca. Le faltaron
simpatizantes y le sobró equipo de seguridad en San Pablo Guelatao, cuna
del Benemérito de las Américas. Le llovió, le protestaron y hasta le
tembló en el mitin vespertino en el centro de Oaxaca. A las 17:50 horas,
al finalizar el acto masivo se registró un temblor de 6.4 grados, con
epicentro en Michoacán.
A un costado del templete del mitin
vespertino, treinta jóvenes, que pertenecen al grupo “Voces Oaxaqueñas
Construyendo Autonomía y Libertad” (VOCAL) le gritaban a un eufórico
Peña Nieto que saludaba a los presentes: “¡Fuera, fuera!” y corearon
consignas como “¡El pueblo consciente no vota por un copete!”. La música
a todo volumen y las tamboras acallaron las protestas.
Ante la asistencia de cerca de 20 mil
personas, la mayoría transportados en 350 autobuses –según agentes del
tránsito municipal-, Peña Nieto firmó uno de más de sus compromisos ante
notario. Se comprometió a “consolidar la red hospitalaria de Oaxaca”
para brindar mejores servicios de salud.
El compromiso remite a uno de los
principales escándalos que rodeó al ex gobierno priista. La
administración de Ulises Ruiz es investigada por dejar 102 obras de
hospitales inconclusos y por presunto desvío de recursos en obras
púbicas y de servicios de salud, que asciende a 4 mil millones de pesos.
La sombra y el descontento que persiste
en Oaxaca en contra de la administración de Ulises Ruiz se hicieron
presentes en varios momentos de la gira. “¡Ulises Ratero!”, “Ratón de
mala muerte” y “2006, Gobierno de Muerte” eran algunas de las frases
escritas en pancartas por unos 15 jóvenes, simpatizantes de los grupos
de la APPO, que protestaron a las afueras del restaurante Dos38 donde Peña Nieto comió con los dirigentes priistas.
“Somos ciudadanos inconformes, no estamos
a favor de ningún partido. No queremos al PRI”, insistía uno de los
inconformes que portaba una cartulina de color fluorescente.
-¿Qué le quieren pedir a Enrique Peña Nieto? –se le cuestionó.
-A Peña Nieto le pedimos que estudie –sentenció.
La Visita a Guelatao
El primer evento de Peña Nieto fue a las
11:30 de la mañana en la plaza central de San Pablo, Guelatao, cuna de
Benito Juárez. Al evento llegaron escasas 200 personas. La mayoría se
quejaba porque les avisaron “de última hora” y por el exceso de
vigilancia que impidió a varias mujeres ingresar a la explanada.
Peña Nieto llegó acompañado de su esposa, Angélica Rivera, y de decenas de guaruras y personal de staff. La
escasa asistencia le permitió saludar de mano a todos los asistentes,
incluyendo a los 35 representantes de la Gran Logia Juárez de Oaxaca.
Montó una ofrenda floral de menos de dos
minutos en la estatua gigantesca de Juárez. Se le observaba tenso.
Sonreía y pedía que le tomaran fotos, pero no estaba exultante, como en
otras visitas.
-¿Dónde está la gente? –le reclamó Peña Nieto a Heliodoro Díaz Escarraga, coordinador estatal de su campaña.
El ex gobernador priista José Murat
estuvo presente en el evento, pero no estuvo en la ceremonia de la firma
del libro de visitas. A Peña Nieto sólo lo acompañó el presidente
municipal de Guelatao, Antonio de Aguila García Ramírez.
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