debido proceso legal, un indicador que muestra en países civilizados el respeto a la ley y la exclusión de pruebas ilegales en un proceso penal? Es la otra cara de la llamada certidumbre jurídica: el saber a qué atenerse. ¿Ganó Sarkozy o perdió Calderón? El primero defendiendo a la francesa Florence Cassez, novia de un supuesto secuestrador mexicano, alegando que le habían violado sus derechos fundamentales, y el segundo encarnado en defensor de la soberanía nacional. Para hablar en términos de la farándula, García Luna realizó un deleznable montaje televisivo y Calderón pretendió hacer un remake de la batalla del 5 de mayo.
Nadie en México puede burlar la ley, declaró cuando rehusó repatriar a Cassez para que purgara su sentencia en Francia. Hoy podría comerse esas palabras si la Suprema Corte libera a la acusada por violaciones graves al proceso penal.
presidente de los ricospara relegirse en 2012.
En su más importante mitin de campaña se presentó como candidato que
protegea todos los franceses (lo cual explica la vehemencia con la que tomó el caso de Cassez) y, siendo un político marcadamente ultraderechista, se ostenta en la campaña como un estadista
sin ideología(bit.ly/zHer51): ¿comparte acaso asesor con Josefina Vázquez Mota? Vive obsesionado por las encuestas y las ventas de sus libros, y tiene un ego napoleónico que se mide desde donde termina su corta estatura hasta lo más alto de la Torre Eiffel (lo mejor de él es Carla Bruni, que hoy lo defiende calificando a los medios de
pinochos).
Alegando que era su deber presidencial, Sarkozy se lanzó a defender en todos los foros, incluyendo en forma inopinada el Senado mexicano, el caso de Florence, la guapa francesa de pelo rojizo y malas compañías, caracterizándola como una joven francesa que
se enamoró de alguien que no era buena persona… ¡un mexicano! Y ahora purga una sentencia de 60 años víctima de un error judicial. El 21 de marzo la Suprema Corte podría darle la razón. Hoy el Ejecutivo cabildea para que se rechace el proyecto Zaldívar y se envíe el caso al pleno de la Corte, que podría detener la liberación inmediata de Cassez (bit.ly/w1vcrT).
Hoy, siete años después del montaje de García Luna, de la intransigencia de la cancillería y del exabrupto nacionalista de Calderón, el proyecto publicado por el ministro Arturo Zaldívar confirma la existencia de una
escenificación ajena a la realidad, que generó un efecto corruptor en el proceso penal y vició la evidencia incriminatoria.
En julio de 2011 el periodista Héctor de Mauleón publicó en Nexos una excelente síntesis de los 13 volúmenes y miles de hojas que contiene el expediente. Para muestra del montaje que vició el procedimiento basta un botón: Pablo Reinah, reportero de Televisa que esperaba afuera del rancho Las Chinitas junto a la
fuerza policiaca de tareaencargada de rescatar a las víctimas
en vivo, recibió órdenes de detener el operativo hasta que Carlos Loret terminara un comercial (bit.ly/lkhHX1).
El ministro ponente concluyó que
la policía violó de forma clara y contundente los derechos fundamentales de (Cassez), y continuó con una conducta contraria a la Constitución. Los derechos fundamentales violados fueron graves: la falta de asistencia consular, no presentarla de inmediato al Ministerio Público y condenarla en los medios desechando la presunción de inocencia. Las autoridades
procedieron a montar un escenario a través del cual se pudiese imputar a Florence la responsabilidad de los tres secuestros.
Al final de una historia inverosímil de inconsistencias, policías corruptos, errores judiciales, arrogancia y testigos a modo, Nexos presentó así el artículo de De Mauleón: “los únicos hechos comprobables son la manipulación sistemática, la impunidad de origen en el trato de acusados y testigos, y el manejo de los medios para construir versiones ad hoc”.
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