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EDITORIAL
De lo que no se habló.
Con un discurso verdaderamente patético que bien podría ser calificado como “rollo infumable” que incluyó frases prefabricadas y obsoletas como: “la importancia de establecer para la vida social, económica y política de México, las plataformas que permitan el desarrollo y crecimiento que se necesita con urgencia”.
Los diputados electos del PRI comienzan a cumplir con sus proyectos de campaña y dejando ver su verdadero yo, proponen la reelección, no solo de sus cargos, sino también de los senadores y presidentes municipales.
Cuando hablar de reelección donde no hay Democracia; como simple y sencillamente no puede haberla cuando los ciudadanos sin Partido Político no pueden ser electos y cuando la mayoría de la población no vota, es una locura; o mejor dicho, un suicidio.
Sí de por sí ya no los aguantamos (como quedó demostrado en las pasadas elecciones) pues andan como saltimbanquis de un lado para otro y finalmente siguen siendo los mismos (o los hijos o los nietos, o los parientes).
Si aprueban la reelección (que seguramente la aprobarán a cambio de quitar a los plurinominales y la instauración de las figuras como el referéndum y el plebiscito) los vamos a tener para siempre.
Porque si en algo son especialistas, es en el fraude y la manipulación; como quedó más que demostrado en Oaxaca y en Puebla, donde el PRI no perdió un solo Distrito.
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