viernes, 8 de agosto de 2008

QUE EL GOBIERNO INVIERTA

¡¡Exijamos lo Imposible!!
La crisis

Pablo Gómez
08 agosto 2008
dcarrasco@milenio.com

Mientras Felipe Calderón manifiesta dos obsesiones, su imposible reforma petrolera y su guerra contra los narcos, imposible de ganar y también de perder, el país se encuentra ya sumido en una crisis. No son los grandes conglomerados empresariales, holdings, corporativos, etcétera, quienes van a sufrir mayormente. Será la gente que vive de su propio trabajo.

Este año, el incremento del Producto Interno Bruto llegará si bien le va a México a un poquito más del dos por ciento. Sin embargo, la inflación va a registrar al menos un 5.5 por ciento de incremento pero podría ser algo más. En saldo, no tendremos ningún incremento económico en términos reales. Como los salarios no van a ir aumentando durante lo que resta del año al parejo del incremento de los precios, quienes viven de su trabajo va a ver disminuidos sus ingresos reales, es decir, sus consumos. A su vez, la llamada planta productiva va a vender menos a más gente con menor capacidad de compra. Por otro lado, quienes pueden aguantar los incrementos de precios seguirán comprando igual pero se trata principalmente de mercancías importadas.

Y aquí surge el otro problema. Con el súper peso, la economía mexicana está subsidiando las compras en el exterior. Nadie puede probar que la paridad establecida, se dice, por el mercado es la que corresponde a la relación de precios reales entre México y Estados Unidos. Las mercancías mexicanas de exportación se han encarecido y los productos importados de Estados Unidos se han abaratado. ¡Qué cosa más absurda!

Entre Hacienda y el Banco de México hubo hace poco una divergencia que se expresó en público. La primera no quería el aumento de la tasa de interés, pero el Banco, guardián de la capacidad de compra del peso, se lanzó a incrementar el rédito con lo cual llegaron muchos miles de millones de dólares golondrinos a ganar lo que no es posible en otras partes del mundo. El súper peso nos está matando y los capitales golondrinos nos están expoliando.

Y, ¿el gobierno? Muy bien, gracias. No habla del problema, no hace nada, está espantado y aguarda a que algún milagro se produzca. El Banco de México ya dijo que la inflación de este año no se repetirá en 2009, pero ¿podemos creer en eso si no se hace nada de nada?

Cualquiera entendería que la medicina consiste en la inversión productiva. Pero la llamada iniciativa privada no puede dar más porque generaría una disminución en su tasa de ganancia y debido, sencillamente, a que no hay quien le compre, ni dentro ni fuera del país. Así que no queda, como suele ocurrir, más que el Estado. ¿Cómo? Llevando a cabo todos los proyectos que están en los escritorios de los burócratas. Podemos emprender hoy muchas inversiones en todo aquello que es indispensable y que no se ha hecho durante los años del panismo en el gobierno y que tampoco hizo el último tramo del priismo. Hay mucho. En materia petrolera están las refinerías, los ductos, la exploración, la petroquímica. El gobierno, por su parte, nomás propone privatizar pero no dinamizar la inversión pública que sirve mucho pero, cuando hay recesión, es indispensable.

pgomez@milenio.com

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