lunes, 7 de julio de 2008

PA'TRAIDORES ....LOS PRIYISTAS

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Entrevista: Mariano Palacios Alcocer • Presidente nacional del PRI de 2005 a 2007

Calderón y Fox nos
presionaron el 3 de julio

Palacios Alcocer recuerda que algunos gobernadores de su partido buscaron, 24 horas después de la elección, levantarle la mano a Calderón.

A dos años de los comicios federales de 2006, en los que el PRI sufrió su segunda derrota presidencial, Mariano Palacios Alcocer, quien fungía entonces como presidente nacional de ese partido, reconoce que en la campaña hubo dos gobernadores con los que tuvo “diferencias radicales por su comportamiento político”, tanto en relación con la campaña electoral, como por su indiferencia en apoyo de los programas nacionales.

Palacios Alcocer recuerda las presiones que se vivieron en la sede nacional priista cuando la noche del 3 de julio las voces de algunos gobernadores exigían en distintos tonos que se reconociera el triunfo de Felipe Calderón, voces que fueron acalladas con el argumento de que esa era una decisión del CEN y del candidato Roberto Madrazo, y que en una elección tan cerrada el PRI debía ser factor de gobernabilidad y “cuidar al país”.

“No podíamos, de ninguna manera, obsequiar ese deseo, que desde las oficinas de campaña de Calderón, de su partido y del gobierno, fraguaron con llamadas telefónicas a gobernadores, dirigentes y legisladores”, comenta.

El ex líder del tricolor apela a su experiencia de 35 años en campañas políticas para explicar que en la pasada elección presidencial él no competía por estar en los foros, ni en las mesas del entonces candidato Roberto Madrazo; lo que le interesaba, asegura, era cuidar la vida institucional del partido.

¿Qué pasó en aquella reunión de la noche del 3 de julio cuando Roberto Madrazo reconoce su derrota?

El día 3, en la reunión con los gobernadores, el Comité Ejecutivo Nacional y dirigentes sectoriales con Roberto Madrazo, él advirtió que de la información disponible los resultados no le eran favorables, pero tampoco obsequió el deseo de algunos gobernadores de hacer un planteamiento de reconocimiento a la legalidad o a la validez del proceso, como unos pretendían, darle reconocimiento y levantarle la mano al señor Calderón.

Madrazo con firmeza se opuso, y el CEN por supuesto que si la víspera se había remitido a los tiempos legales y a los organismos formales, no podría de ninguna manera obsequiar el deseo, que desde las oficinas de campaña de Calderón, de su partido, del gobierno y de sus colaboradores, fraguaron con llamadas telefónicas a gobernadores, dirigentes y legisladores.

¿A usted lo presionaron?

A mí, no se atrevió nadie. Mi posición había quedado clara en público desde la víspera, y en ese sentido mi posición es de absoluta claridad y transparencia.

¿Madrazo le dijo que lo habían llamado?
Roberto Madrazo estudió, analizó, revisó e hizo un análisis crítico; advirtió puntual “las tendencias no me favorecen, pero tampoco soy yo quien va a declarar presidente electo, para eso hay instituciones en este país”, y el CEN reiteró esa noche del lunes 3 de julio lo que había dicho la víspera: “Serán los tiempos de ley y serán los organismos responsables los que tengan que declarar al presidente electo”.

¿Esa noche fue muy importante, se notaba mucha tensión, cuántos gobernadores presionaron para que se reconociera el triunfo de Felipe Calderón?

Hubo varias voces de gobernadores en distintos tonos, los escuchamos, y con firmeza a los que se atrevieron a plantearlo les dijimos que era una imprudencia legal y política, porque era una alteración a los tiempos legales y a la confianza de nuestro votantes.

Muchas versiones aseguran que algunos gobernadores priistas apoyaron a Felipe Calderón,

¿Usted advirtió esta situación, tuvo roces con ellos?

Yo platiqué en lo personal con todos varias veces y advertía un genuino deseo de que el PRI ganara. Conforme pasaban los días y las encuestas nos ubicaban donde quedamos, —nunca pensamos estar tan abajo, ni ellos ni nosotros— con dos de ellos tuve diferencias por su comportamiento político en relación con la campaña y por su indiferencia en el apoyo de los programas nacionales, sólo con dos, con los otros 15 siempre pude mantener una relación clara. Sólo con dos tuve diferencias radicales en su comportamiento político

¿Quiénes fueron?

No lo voy a decir.

¿Cuáles fueron lo errores del PRI en la campaña?

No hay campaña que en los términos de la competencia vigente en 2006 pueda ser exitosa sin disponer de recursos económicos holgados. Recursos económicos holgados que sí tuvieron el PAN y el PRD, este es un elemento objetivo que limita la competencia del partido.

Los empresarios que tenían compromisos con el gobierno del DF le ayudaron al PRD aquí y los demás le ayudaron al PAN. Además, hubo una autoridad electoral facciosa y omisa; ese es otro elemento importante, porque no fue un autoridad imparcial.

Ustedes gobernaban 17 estados, ¿por qué no los apoyaron los empresarios?

No tuvimos apoyo económico más allá de los subsidios y las prerrogativas públicas, es decir, el factor económico en los términos de la competencia anterior, ser competitivo era tener recursos. Amén de la autoridad electoral facciosa, omisa, timorata y cómplice.

¿No fue un error estratégico tener un candidato con tanto voto en contra?

En las condiciones en las que llega a dirigir el partido, la alianza que construye con Elba Esther, los buenos resultados de la elección intermedia y su deseo de ser candidato, también fueron acompañados de actitudes polarizantes hacia dentro

¿Usted no se sintió rebasado y maltratado por la gente durante la campaña?

Si mi primera aproximación a la política hubiera sido esta campaña le podría decir que fue bastante atractiva y novedosa, pero yo tenía 35 años en campañas políticas nacionales y locales; fue una campaña en la que había antecedentes en 1994 y 1934 en las que el presidente del partido fue candidato. Los anteriores fueron Lázaro Cárdenas y Luis Donaldo Colosio, después Madrazo. Si uno no conoce la historia del partido no sabe lo que sucede. Los cuadros que estaban eran los que él había autorizado desde la dirigencia. Además, el principal responsable de la campaña es el candidato, el partido se encarga de la representación. Pero el jolgorio, los recorridos le corresponden al candidato, de tal manera que yo nunca entré en la riña de posicionamientos, lo importante era cuidar la vida institucional.

Lo mismo los que se juntaron en el Sport City que los que se querían hacer omnipresentes en todo tipo de acciones sin que los llamaran, contra esos no competía la dirigencia del partido. Nunca regatee un espacio en los presídiums, ni me interesaba volar con el candidato ni convivir en lo personal con él.

¿Cómo se siente Mariano Palacios a dos años de una gran derrota?

Yo entiendo que en política el que participa lo hace con un mínimo de cálculo y de riesgos.
Georgina Morett

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