viernes, 18 de julio de 2008

¿MEDIOS DE COMUNICACION?... ¿CUALES?

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Borrado
Javier Corral Jurado

Las escenas televisivas que ayer se dieron a conocer, en las que digitalmente se difumina la imagen de Santiago Creel, hasta borrar su apreciación específica, transmitidas en el noticiero primero noticias de Carlos Loret de Mola en Televisa, se convierte en uno de los actos más vergonzosos de censura mediática. Y en los de su especie, una mutilación auténticamente grotesca.

En estos días, los dueños de la televisión comercial y sus operadores de plastilina que se disfrazan de periodistas, dan muestra no sólo de su poca creatividad y sofisticación para perseguir e intimidar, a partir de su poder de penetración pública, sino del deterioro ético y moral en el que se encuentran, atrapados en el rencor, arrojados en el cinismo, envalentonados y dispuestos a cobrarle de cualquier forma a los que, primero impulsaron la reforma electoral que le mermó ganancias millonarias, y de nueva cuenta contra los Ministros de la SCJN que no se dejan apantallar y reiteran una ejemplar defensa de la Constitución.

TV Azteca compara a la SCJN con la dictadura de Augusto Pinochet, y entremezcla escenas del pleno de nuestro máximo tribunal con las tanquetas desfilando por Santiago de Chile rumbo al asalto de La Moneda, y el gobierno federal como si nada, solazado en que mientras no le peguen al Presidente y al Secretario de Gobernación, las demás instituciones les valen sombrilla. Ya hasta les van a perdonar el caso UNEFON, el pago indebido de 552 millones de pesos que les hizo la administración anterior.

Televisa saca de la pantalla de la televisión concesionada por el Estado durante un año a Santiago Creel, más que líder de la bancada senatorial panista, Presidente del Senado de la República, y el gobierno y el partido lo destituyen en uno de los actos más humillantes, le justifican la remoción por su "pleito irremontable con las televisoras", entre otras cosas por ser "culpable" de la reforma electoral en el que ambas instancias concurrieron, y después de todo eso, lo denuestan y lo calumnian para salir al paso del error.

Entonces, ¿por qué Televisa no se iba a aventar un acto tan descarado, tan ostensible de prepotencia, como el hecho de borrarlo con borrador digital en la nota informativa que se transmitió a las 6:54 de la mañana, del 7 de julio pasado? Por supuesto que en cualquier país, medianamente democrático, esto sería escándalo de repercusión internacional.

Aquí no va a pasar nada. Las ínfulas que se carga la televisión tienen que ver con la debilidad estructural en la que se ha colocado el gobierno con las televisoras; la connivencia y la complicidad con la censura a muchos –no sólo a Creel-, sólo se explican en el intercambio de favores. Qué dolor me causa decirlo, pero al ritmo que vamos, en el manejo de los medios electrónicos y en el ejercicio de la libertad de expresión, vamos a extrañar a Fox.

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