Contralínea
La oportuna (de oportunismo) propuesta del Jefe Diego
Álvaro Cepeda Neri *
En el noticiero de José Cárdenas, el siempre oportunista Fernández de Cevallos, alias el Jefe Diego, panista-salinista-zedillista, queriendo ganar terreno electoral, para a sus 73 años hacerle al Berlusconi queretano y ser senador por 18 años –es decir, vitalicio–, estuvo justificando y medio explicando su propuesta (aunque se la hicieron sus cuates jurisconsultos de la Universidad Nacional Autónoma de México), para la reforma (contrarreforma) de Peña-Partido Revolucionario Institucional-Partido Verde Ecologista de México y los desertores del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que se han ido por la libre desmarcándose del PRD-Cárdenas y del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de López Obrador (a quien los peñistas daban y quieren muerto, aunque digan lo contrario, mientras los del Partido Acción Nacional hasta le rezan a San Judas para que se muera, al menos, políticamente). Fernández de Cevallos, dueño de haciendas, hacedor de carreteras por donde vive o vivía en Jalisco su entonces prometida, para como matrimonio ir y venir, quiere conciliar a los tres partidos principales, aunque el PAN ya se deslindó de él, según nos informan Angélica Mercado y Omar Brito en su nota de Milenio del 4 de diciembre pasado.
Diego, con su engolada y dizque contundente voz, quiere que se agregue al Artículo 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que el petróleo “es y seguirá siendo propiedad de la nación” y que en las leyes reglamentarias se permita que la voracidad de los negociantes privados, sobre todo estadunidenses y uno que otro más, entre a explotar pozos-yacimientos, comercialice la extracción y con esa privatización se consume la Contraexpropiación petrolera. En esto coincide con los peñistas y los verdes, que ya sin el PRD y debilitado el movimiento lópezobradorista, parece que tienen el campo libre para privatizar Petróleos Mexicanos (Pemex). Y no obstante la democracia del pueblo que se opone en las calles, es un riesgo que correrán el peñismo y sus aliados. El Jefe Diego quiere figurar como el intermediario con su propuesta salomónica, muy a su estilo oportunista para sacar raja, pues no da paso sin huarache. Y ha salido de su marginación con el proyecto que senadores panistas antidiego (Cordero y Roberto Gil) ya calificaron de “a título personal”.
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