La Jornada
controlarel espionaje a países aliados
David Brooks
amigosy
aliadosen el mundo.
Reconocemos que se necesitan más limitaciones sobre cómo recaudamos y utilizamos la inteligenciaen un mundo cada vez más interconectado con enormes flujos de información, declaró hoy el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney. Reiteró:
necesitamos asegurar que recabamos información a medida que avanzan nuestras necesidades de seguridad y que no sólo lo hacemos porque podemos.
Ante las casi diarias revelaciones del espionaje masivo de Estados Unidos a países
aliados–se agrega España a la lista–, la Casa Blanca continúa formulando explicaciones que por un lado justifican sus actividades y por otro aceptan que algo está mal, pero al mismo tiempo intenta proteger al presidente ante las crecientes denuncias.
Carney reiteró que el presidente Barack Obama ordenó una evaluación de estas operaciones –sobre todo las que tienen que ver con
nuestros socios y aliados más cercanos– para buscar equilibrar las necesidades de seguridad nacional con los derechos y libertades civiles, e informó que ese proceso se completará antes de que termine este año.
Esta crisis daña la imagen de una presidencia que prometía una nueva etapa de relaciones internacionales basadas en la cooperación y la transparencia para abordar los grandes problemas del mundo, pues cada vez más gobiernos denuncian públicamente las actividades de vigilancia divulgadas día tras día con base en los documentos secretos de la NSA filtrados por Edward Snowden. Hasta ahora, la lista incluye a México, Brasil, Alemania, Francia, Italia y ahora España.
Todo indica que esta lista se ampliará próximamente, dado que The Guardian había reportado hace unos días que la NSA había vigilado a por lo menos 35 mandatarios. La noche del domingo el Wall Street Journal reportó que el programa del NSA empleado para espiar a varios gobernantes fue suspendido en el verano, o sea, hace unos meses.
En tanto, los gobiernos de Alemania y Francia han informado que enviarán a altos funcionarios encargados de inteligencia a Washington esta semana para tratar de elaborar un acuerdo sobre límites o normas de todo tipo de espionaje entre estos aliados.
A la vez, los gobiernos de Alemania y Brasil elaboran una resolución para la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas que, si prospera, culminará en una condena literalmente mundial del espionaje estadunidense.
Frente a la creciente reacción nacional e internacional, otros políticos aquí también empiezan a cambiar su retórica. Esta tarde, la senadora demócrata Dianne Feinstein, quien preside el comité de inteligencia de la cámara alta y una de las defensoras más férreas de la comunidad de inteligencia, declaró estar
totalmente opuestaa la vigilancia secreta a aliados estadunidenses como Francia, España, México y Alemania. Afirmó que se requiere una amplia evaluación de todo esto.
A menos de que Estados Unidos enfrente hostilidades contra un país o haya una necesidad de emergencia para este tipo de vigilancia, no creo que deba estar recaudando llamadas telefónicas o correos electrónicos de presidentes y primeros ministros amigos, dijo Feinstein.
Por ahora nadie acepta responsabilidad directa por ordenar este tipo de operaciones de inteligencia contra países aliados. Se sabe que muchos iniciaron en el gobierno de George W. Bush según nuevas medidas establecidas en respuesta al 11-S. Por ejemplo, Der Spiegel reportó que el espionaje a la ahora mandataria alemana Ángela Merkel inició en 2002 y siguió hasta estos días.
Durante los últimos días se ha repetido que
el presidente Obama no estaba enteradode las operaciones que tenían que ver con el monitoreo de las comunicaciones personales de Merkel.
El domingo la NSA rechazó que su director, el general Keith Alexander, informó a Obama del espionaje a Merkel en 2010, como se reportó en medios alemanes este fin de semana. Pero el desmentido sólo generó más preguntas sobre cómo Alexander, o el jefe de Inteligencia Nacional, James Clapper, no informaron a su jefe de una operación de este nivel, sobre todo después de las primeras filtraciones de Snowden.
Feinstein indicó:
es mi entendimiento que el presidente Obama no sabía que las comunicaciones de Merkel eran vigiladas desde 2002. Eso es un gran problema.
Mientras tanto, se espera el próximo capítulo de revelaciones sobre quién espió a quién.
Enlaces:
Los cables sobre México en WikiLeaks
Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks
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