La Jornada
Aquí nos enfrentamos al primer obstáculo: los jueces están negando de inmediato, sin revisar en detalle el contenido de los escritos de demanda y en franca violación a los tratados internacionales, las suspensiones provisionales solicitadas, informó el abogado Manuel Fuentes Muñiz, especialista en derecho laboral y asesor jurídico de miles de profesores.
El siguiente paso, explicó el litigante, es impugnar esa negativa ante un tribunal colegiado correspondiente y presentar las quejas administrativas en el CJF contra los jueces que actúan por consigna, pues
se están negando a suspender la legislación secundaria sin respetar la normativa de los tratados internacionales en materia de derechos humanos.
están notificando la negativa de la suspensión, como si ya tuvieran un machote en sus escritorios para emitir las notificaciones a los maestros quejosos. Esto será materia de una queja administrativa, porque los jueces federales están violando el principio de convencionalidad.
Indicó que el asunto de los amparos de los maestros puede llegar hasta la jurisdicción de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en caso de que los tribunales mexicanos nieguen la protección de la justicia a los profesores quejosos.
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