Es motivo de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. No sólo porque tenemos autoridad moral, sino porque las mujeres y los hombres que participamos en esta lucha, profesamos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria
Es motivo de orgullo que, a pesar de que han querido destruirnos, no lo han logrado ni lo lograrán. No sólo porque tenemos autoridad moral, sino porque las mujeres y los hombres que participamos en esta lucha, profesamos un profundo amor por nuestros semejantes y, más allá de alevosías y frente a todo tipo de adversidades, mantenemos la firme convicción de construir una sociedad más justa, más humana y más igualitaria
miércoles, 4 de septiembre de 2013
Costosa y amañada publicidad d EsPurioII
Por Esto!
Pemex: verdades y mentiras
Juan José Morales
Escrutinio
Muchas mentiras se han venido manejando en la avasalladora publicidad del gobierno de Peña Nieto para convencer a los mexicanos de la necesidad de entregar Pemex al capital extranjero bajo el disfraz de la reforma energética. Una de ellas es que la empresa se encuentra al borde de la bancarrota, que funciona con números rojos porque es ineficiente, carece de tecnología, es obsoleta y se halla rezagada más de diez años respecto a las demás empresas petroleras.
Pero, como señala Federico Piña Arce en un número reciente del boletín del Movimiento Comunista Mexicano, todo esto es falso. Pemex —que es la empresa petrolera número 36 a nivel mundial entre 132— está muy lejos de la quiebra, sino, al contrario, ha visto crecer sostenidamente sus ingresos económicos en los últimos tiempos, que tan sólo entre 2011 y 2012 se incrementaron en más de 34%, y el año pasado dejó una derrama económica de 69,600 millones de dólares. “¿Son estás cifras de bancarrota y crisis?”, pregunta el autor.
El problema, como ya hemos señalado en esta columna, no es que Pemex no obtenga ingresos, sino que no obtiene ganancias, porque el dinero que recibe por su producción se lo quita el gobierno en forma de exagerados impuestos y derechos. En tales condiciones —empobrecida artificial y deliberadamente—, continúa el documento, “difícilmente podrá acceder a tecnología, investigación e inversión en plantas de refinación y pozos de exploración y extracción de crudo en aguas profundas, ya que casi el 70% de sus ingresos son prácticamente decomisados por la SHCP, dejando a la empresa con tan sólo 20 mil millones, de los cuales más del 80% son destinados a gasto administrativo. Así, el presupuesto anual para gasto de inversión, investigación, exploración, etc., de la paraestatal es de tan sólo 4 mil millones de dólares, cifra absurda comparada con los enormes ingresos que genera Pemex.”
Otra gran mentira que desmiente Peña Arce en el boletín del MCM, “es la supuesta ausencia de tecnología para perforar y extraer petróleo y gas tanto de las aguas profundas como del subsuelo. Acaba de anunciar el director de Pemex —prosigue el documento— que la paraestatal creará una empresa para extraer gas shale (de esquistos, nota de JJM) y petróleo de aguas profundas en EUA. ¿Entonces Pemex sí tiene la tecnología o no?”
Respecto al gas de los yacimientos de esquistos, en otra ocasión nos ocuparemos del asunto, que tiene serias implicaciones ecológicas. Pero por lo pronto, basta señalar el punto medular de la cuestión. Esto es, que Pemex sí tiene la capacidad tecnológica para explotar diversos tipos de yacimientos de petróleo y gas.
Finalmente, vamos a referirnos a la mayor de las mentiras que se han venido manejando: la de que no se privatizará el petróleo, sino que éste seguirá siendo de los mexicanos. Pero, se pregunta el boletín del MCM, “¿si no se quiere privatizar, entonces por qué se quiere modificar la Constitución?, han preguntado opositores y el gobierno sólo responde con su perorata sin sentido: no se privatizará Pemex. Los contratos de ‘utilidad compartida’ en áreas como la perforación y extracción del crudo, no sólo perfilan una privatización, sino la creación de concesiones y, quizá hasta la venta de la paraestatal.”
Esa es la realidad que se encubre tras la costosa y amañada publicidad con que el grupo de Peña Nieto quiere convencernos de la necesidad de entregar nuestro petróleo a las transnacionales.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
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