Contralínea
Las 17 camionetas de marinos escoltando a una lady
Álvaro Cepeda Neri *
El señor Osorio Chong y el vocero del Gabinete de Seguridad, Eduardo Sánchez, insisten en engañar a la opinión pública con el sonsonete de que homicidios, secuestros, desapariciones, feminicidios y todos los delitos que atenazan a la población han ido a la baja. Las organizaciones privadas que están monitoreando esos hechos constantemente los desmienten. Y las informaciones por radio, televisión, prensa y los nuevos y eficaces medios tecnológicos asimismo nos ponen al tanto de que nos están mintiendo desde la cúpula peñista. Tanta es la inseguridad, que en varias entidades como Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Morelos, Chiapas, Veracruz ¡y hasta en la capital del país!, siguen multiplicándose las guardias comunitarias, grupos de vigilantes y otras medidas que los ciudadanos han organizado para protegerse ante la falta de vigilancia policiaca.
Lo que pasa es que funcionarios de los tres poderes, de los organismos descentralizados y los que gozan de autonomía tienen a sus guardaespaldas, y para ellos la seguridad es impecable. Sus hijos andan con marinos, soldados y policías para cuidarlos, pero los mexicanos comunes y corrientes sobreviven a la pavorosa inseguridad si bien les va, pero son objeto de las delincuencias.
Está el caso de la hija de un alto
(altísimo) funcionario, que en la pasada jornada futbolera asistió al
último partido acompañada por 17 camionetas blindadas ocupadas por
marinos armados hasta los dientes para acciones defensivas y
ofensivas, en una de las cuales iba este personaje. En el
estacionamiento del estadio la presencia de las 17 unidades de marineros
causó miles de molestias a quienes asistieron al evento. Fue un
despliegue excesivo. Escoltaron a esta lady a su palco para que,
con toda tranquilidad, presenciara el espectáculo. Al salir, este
séquito causó mayores problemas, ya que no era fácil movilizar tantas
unidades vehiculares para regresar a la adolescente a la residencia
oficial donde vive. No es la primera vez que la hija de este poderoso
funcionario hace alarde de su poder derivado del de su padre. Varios
hijos de funcionarios han sido protagonistas de parecidos actos de
prepotencia, al fin y al cabo que para eso es el poder de los
gobernantes, y sus juniors y ladys pueden hacer lo que se les pegue la gana.
La corrupción, impunidad, tráfico de
influencias y abuso del poder permite al presidencialismo y empleados de
alto nivel que familiares –con cargo al dinero que le quitan al pueblo–
tengan cuantiosos guardaespaldas que los ponen a salvo de la
inseguridad. Anduvo por acá el borrachín de Calderón y había que verlo con su escolta de militares. Mientras tanto los delincuentes no dejan al resto de los mexicanos ni a sol ni a sombra. En cambio a esta lady hija de un caca grande
(como dice la jerga popular) la escoltaron más de 50 marinos con armas
de alto poder para que fuera a ver el futbol. Estos abusos del poder,
con el resto de los problemas, están atizando la crisis de los encabronados mexicanos que saldrán a las calles. Es cuestión de tiempo y no mucho.
*Periodista
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