¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Estado de los ESTADOS
Lilia Arellano
Otro “gasolinazo”
Deteriora el poder adquisitivo
Suben los alimentos e inflación
Cancelarán subsidios a gasolinas
Buscan otras fuentes de ingresos
Más quejas vs policías federales
Desapariciones: impunidad total
“Acepto el fraude en el precio, pero nunca en la calidad”: Thomas Fuller.
La Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros confirmó que este
sábado las gasolinas en el país subirán 11 centavos su precio por litro:
la Magna pasará a 11.58 pesos, la Premium a 12.14 y el diesel a 11.94,
con lo que el incremento en lo que va del año es de 7 por ciento.
Desde que se comenzaron a aplicar los incrementos controlados en
diciembre de 2009, el precio de los combustibles ha aumentado 48.2 por
ciento, pues en esa fecha el precio de un litro de Magna era de 6.78
pesos; de diesel, $8.16, y de Premium, $9.57.
Los aumentos de estos energéticos han tenido un severo impacto tanto en
la inflación, sobre todo en productos de primera necesidad como
alimentos -el pollo, que acumuló un encarecimiento de 53 por ciento y el
huevo de 63 por ciento-, así como en el deterioro del poder adquisitivo
de los trabajadores, que ha perdido el 76 por ciento en las últimas
tres décadas, según datos oficiales.
La política de las últimas administraciones federales ha sido aumentar
los precios de las gasolinas para reducir el subsidio que destina el
gobierno, el cual alcanzó los 22 mil millones en 2012. En el primer
bimestre de este año, el subsidio a las gasolinas y al diesel fue de 12
mil 735.2 millones de pesos, 66.3 por ciento menor a los 37 mil 815.3
millones registrados en el mismo periodo de 2012, según datos de la
Secretaría de Hacienda.
Cabe resalta que México importa combustibles a precios más elevados que
los que paga el consumidor mexicano, por lo que el subsidio es la
diferencia entre ambos precios y se expresa como ingresos negativos por
el Impuesto Especial a Producción y Servicios (IEPS).
Hacienda sostiene que el subsidio a la gasolina es altamente regresivo,
pues apoya a las personas de más ingresos, que poseen uno o más
automóviles y que los usan con mayor frecuencia.
Por lo que toca al impacto en la inflación, en la primera quincena de
junio de 2013 se situó en 4.24%, según datos oficiales del INEGI
(Instituto Nacional de Estadística y Geografía), muy por encima —por
séptima vez consecutiva- de la meta del Banco de México de 3 +- un punto
porcentual.
Los precios de los energéticos aumentaron 0.65 por ciento tan sólo en
ese periodo para alcanzar una tasa anual de 8.03 por ciento. La
inflación se ubicó en ese rango por el incremento en el precio de
productos como el aguacate, que aumentó 13.88 por ciento, el pescado que
avanzó 1.31%, y la gasolina de bajo octanaje que subió 1.15%, así como
el pollo y huevo ya mencionados. Cabe recordar que el Banco de México
había indicado que el alza en la inflación se debe a factores
transitorios y había asegurado que los precios comenzarían a disminuir a
partir de junio, para ubicarse al final del año dentro del rango 3% +-
un punto porcentual. Sus previsiones no se cumplieron.
Por lo que toca al rubro del empleo, en los primeros cinco meses del
año, la generación de plazas formales cayó, puesto que en junio de 2013
se crearon 80 mil 621 puestos menos que en el último año. A eso hay que
agregar que entre enero y mayo de 2013, el salario base de cotización
perdió poder adquisitivo en un nivel de 0.63 por ciento, mientras que el
Indice de Confianza del Consumidor tuvo una caída anual de 1.1 por
ciento, es decir que los consumidores no contemplan la posibilidad de
adquirir bienes de consumo duraderos, lo que afecta la demanda interna
del país.
A pesar del optimismo de las autoridades financieras, todo parece
indicar que las condiciones del país se mantendrán en los próximos
meses, como consecuencia de un escenario negativo en los mercados
financieros internacionales, que ha generado el deterioro de la economía
mexicana.
El panorama para las familias de los trabajadores mexicanos se agrava
porque la actividad productiva del país se encuentra en fase de
desaceleración por noveno mes consecutivo, con deterioro en la confianza
del consumidor y caídas en el poder adquisitivo del salario, lo que en
suma, resta fortaleza a la demanda interna, y el gobierno federal no
está haciendo bien su parte para detonar la actividad económica.
En lo que sí están pensando los tecnócratas hardvarianos de esta
administración es en buscar fuentes adicionales de ingresos para
compensar el factor de los precios estables del crudo a nivel
internacional, puesto que de manera más o menos consistente, las
finanzas públicas se habían visto beneficiadas por incrementos también
regulares en esos precios.
En la próxima reforma hacendaria la búsqueda de recursos fiscales
alternos a los ingresos petroleros tendrá, sin duda, que considerarse.
Los ingresos petroleros cayeron 8.6 por ciento a tasa anual, pero hubo
un incremento de 6.7% real en los ingresos tributarios y otras fuentes
de ingresos.
La caída de los precios petroleros respecto del período enero-mayo de
2012 se debió a tres factores: a que si bien el precio del petróleo está
por encima del presupuesto, en lo general, y respecto del precio
internacional, ha estado ligeramente debajo de lo observado en el mismo
periodo del año pasado; el segundo factor es la apreciación del tipo de
cambio —en ciudades fronterizas y centros turísticos del país, el dólar
libre se vendió hasta en 13.30 pesos, 15 centavos más respecto al cierre
del jueves- en tanto que el menor precio a la compra es de 13.50
pesos-, lo que llevó a que los ingresos petroleros expresados en pesos
también resultaran más bajos que los de los primeros cinco meses del año
anterior; y el hecho de que la producción ha estado relativamente
estable.
SUBEN QUEJAS CONTRA POLICIA FEDERAL
A partir del inicio del nuevo gobierno, aumentaron en la Comisión
Nacional de Derechos Humanos (CNDJ) las quejas interpuestas contra la
Policía Federal, mientras que las interpuestas contra el Ejército
registraron una disminución de 50 por ciento. De acuerdo con el
presidente de ese organismo, Raúl Plascencia, las denuncias contra
policías federales son en su mayoría por abusos o casos de extorsión,
particularmente en los aeropuertos o puntos de retención.
El Ombudsman dijo que es importante que los policías cumplan con la
función de cuidar, de proteger a la sociedad y de ninguna manera lleven a
cabo actos de intimidación o de extorsión o bien involucramiento con la
delincuencia.
Raúl Plascencia detalló que se observó una disminución de quejas en
contra del Ejército en alrededor de 50 por ciento. “Teníamos unas 3 mil
quejas en contra del Ejército por año y con la tendencia de los últimos
seis meses, andamos alrededor de la mitad, cerca de 500 ó 600 en lo que
va del primer semestre, lo cual indicaría que a final de año tendríamos
la mitad o menos de lo que tenemos”.
La CNDH también destacó que están realizando una evaluación sobre el
avance de las desapariciones forzadas, “lamentablemente no se le atendió
en su momento de manera adecuada, no se hicieron las averiguaciones
previas y eso ha propiciado que prevalezca la impunidad”.
De acuerdo con los registros del organismo, hay 24 mil 800 casos de
desaparecidos, y alrededor de 2 mil 443 expedientes donde hay una
aparente vinculación de servidores públicos al caso de la desaparición
forzada. Plascencia dijo que hay una tendencia a la baja en este
sexenio.
ESCANDALO NTERNACIONAL
Sin embargo, esa opinión no la comparte Amnistía Internacional, que
considera que la cantidad de desapariciones de personas sin resolver en
México constituye un escándalo y una crisis de los derechos humanos.
También denunció que hay una falla sistemática de la policía y los
fiscales para investigar cientos de casos que se han acumulado desde
2006, lo que ha llevado a los parientes a buscar ellos mismos a sus
familiares, en ocasiones bajo un riesgo considerable.
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