La Jornada
En 1999, PAN y PRD –con un sector del PRI– lograron congelar el proyecto de Zedillo, aunque como confesó posteriormente el dirigente panista, Luis Felipe Bravo Mena, Acción Nacional se arrepintió de no haber votado por esa reforma.
Con su iniciativa de 2008, Felipe Calderón también pretendió privatizar el petróleo, lo cual dio inicio al movimiento de defensa de Pemex por parte de Andrés Manuel López Obrador. La presión desde las calles y la postura de los legisladores del denominado Frente Amplio Progresista acotaron el proyecto calderonista.
Ahora, ante el anuncio del presidente Enrique Peña Nieto de que en septiembre enviará al Congreso de la Unión una iniciativa para ‘‘modernizar’’ Petróleos Mexicanos, se reavivó la polémica y el rechazo de un sector del PRD y del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
En todas las iniciativas que se han quedado en el tintero en la Cámara de Diputados, el principal argumento para abrir Pemex a la inversión privada es la debilidad financiera de la petrolera y su incapacidad tecnológica para ampliar la exploración y explotación de hidrocarburos.
Así, por ejemplo, en 2008 el actual secretario de Educación de Hidalgo, Joel Guerrero Juárez –que ha tenido una carrera polifacética como secretario de Agricultura y de Obras en los gobiernos de Jesús Murillo Káram, actual procurador general de la República; Manuel Ángel Núñez Soto y Miguel Ángel Osorio Chong, ahora secretario de Gobernación–, presentó como diputado una iniciativa de reforma constitucional para que Pemex dejara de ser paraestatal y convertirla en un órgano constitucional autónomo.
Dos años antes, el 17 de abril de 2007, el actual secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, propuso modificar la Constitución y la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional, para prohibir los contratos de riesgo que se facilitaron desde el sexenio de Fox. Dichos contratos comenzaron a operar como una idea del PRI.
El 5 de junio de 2002, el diputado Salvador Rocha Díaz y el senador José Natividad González Parás –este último antes de ser gobernador de Nuevo León– plantearon modificar la ley reglamentaria del artículo 27, para permitir los ‘‘contratos de servicios múltiples con empresas extranjeras especializadas para llevar adelante un programa que aceleraría el descubrimiento, la habilitación y la explotación de los depósitos de gas natural’’.
Según ambos personajes, ‘‘las restricciones presupuestarias y el excesivo régimen fiscal afectaron los programas de modernización y expansión del organismo, principalmente en los renglones de exploración, producción, refinación y petroquímica’’.
El mismo año (2002), el 14 de diciembre, los diputados priístas Guillermo Hopkins y Omar Fayad (actual senador por Hidalgo) plantearon la emisión de bonos para capitalizar a Pemex, punto que fue retomado en 2008 por el gobierno de Calderón.
En la actual legislatura (62) no se han presentado iniciativas en espera de que sea el Ejecutivo federal el que la turne. En la Comisión de Puntos Constitucionales están pendientes dos propuestas del PRD: una para que cualquier propuesta en la materia no sea considerada de carácter preferente, y otra para que cualquier proyecto de apertura de Pemex sea sometido a consulta popular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario