¡¡Exijamos lo Imposible!!
Contralínea
Reporteros y periódicos entre amenazas, agresiones y homicidios
Una de las caras de la fiesta peñista-
priísta muestra su galopante
reformismo.
La otra cara es la de la inseguridad:
una violencia
sangrienta que no para… La suma de las promesas para “transformar a
México”,
guiadas por la razón de Estado para hacer valer el rescate del
añejo presidencialismo a horcajadas sobre lo constitucional y
metaconstitucional,
lleva la resta de los 2 mil 351 homicidios,
cientos
de feminicidios,
la pobreza de más de 54 millones de mexicanos y el
desempleo,
con 24 millones de personas en las mil y una actividades de
la informalidad,
en los 100 días que lleva Enrique Peña como presidente.
La herencia panista-calderonista, por
su mal gobierno y su pésima administración, entregó una nación
devastada, a la que el relevo presidencial, con la política como
espectáculo, ha estado dando soluciones de palabra. No hay hechos. Con
todo y su pragmatismo, Peña Nieto no ha logrado llevar a cabo ninguna de
sus decisiones como titular del Poder Ejecutivo federal, salvo el culto
a su personalidad con el visto bueno de los cinco partidos: Partido
Revolucionario Institucional, Partido de la Revolución Democrática,
Partido Acción Nacional, Partido Nueva Alianza y Partido Verde
Ecologista de México, en la fiesta del Pacto por México.
En ese contexto, la sangrienta
violencia con todo y los exorcismos del sucesor de Genaro García Luna,
el hankista Manuel Mondragón y Kalb, mantiene la cifra de 23 mexicanos
asesinados diariamente (los reporteros Diana Baptista y Héctor Guerrero,
en el periódico Reforma del 12 de marzo de 2013, publicaron su
investigación al respecto). Lo entrevistaron en Tv Azteca por medio de
su Canal 40 y Mondragón se muestra sobrado, como si en verdad la
inseguridad estuviera cediendo. Esto mientras los periodistas y editores
del país están casi a punto de abandonar sus tareas, porque las
delincuencias, los narcotraficantes y no pocos funcionarios están
presionando, agrediendo, amenazando y hasta cumpliendo las amenazas de
muerte.
Privaron de la vida al reportero Jaime
Guadalupe González Domínguez, quien editaba el portal en internet
Ojinaga Noticias, en Chihuahua. Y después de haberse colocado en varios
municipios de Coahuila mantas amenazantes contra las ediciones del
periódico Zócalo, su director, Francisco Juaristi, como paso previo a
cerrar su publicación, anunció que ya no publicará información
relacionada con la delincuencia organizada. Así lo han publicado con la
firma de “La redacción” (La Jornada, El Universal y Reforma, 12 de marzo
de 2013).
Tenemos una violencia (sobre la que
Peña –dijo– no hablará repetidamente) que no ha sido enfrentada con una
nueva estrategia. Y es por esto que por todo el territorio (25 estados
bajo el poder del narcotráfico, infundiendo miedo y terror en la
población) lo que impera son amenazas, agresiones y homicidios contra
mexicanos, entre los que están los periodistas.
Hay mucho bla bla bla de los
desgobernadores y la Secretaría de Gobernación federal sobre medidas
preventivas para proteger a los reporteros y a todo aquel que ejerza las
libertades de prensa, pero en los hechos nada.
En cambio los delincuentes en general y
en particular los narcotraficantes, con hechos de sangre, advertencias
de muerte, agresiones y atentados contra los inmuebles de los
periodistas, están logrando eliminar reporteros y que –para evitar más
atentados– recurran a la autocensura informativa. En las entidades con
sus municipios, las libertades de prensa están acosadas y los
periodistas en la mira de un matón. La seguridad debería haber sido la
prioridad del peñismo y los partidos, pero al postergarla, los sicarios
de los capos están desatados. Han impuesto el terror. Hacen injusticias
por su propia mano y en varias partes del país se erigen cuerpos de
autodefensa, grupos de paramilitares, para sembrar la anarquía ante la
ausencia de la gobernabilidad, la retirada del Estado y un militarismo
policiaco que en nada ayuda a la sociedad civil. Si la prensa empieza a
plegarse, a silenciarse y sus periodistas son asesinados, amenazados y
agredidos, entonces el imperio de la ley ha dejado de estar vigente.
*Periodista
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